El día que Estudiantes de La Plata goleó a Racing en la final de 1967
Aquel inesperado triunfo para el Pincha en El Gasómetro significó el primer título de su historia como club profesional.
El 6 de agosto de 1967 quedará grabado con letras mayúsculas en la historia del fútbol argentino. Esa tarde, en el estadio conocido como “El Gasómetro” del San Lorenzo de Almagro, se enfrentaron Estudiantes de La Plata y Racing Club por la final del Campeonato Metropolitano 1967. Un partido que, hasta entonces, parecía destinado a reafirmar la supremacía de los denominados “cinco grandes” del fútbol argentino. Pero lo que sucedió decretó un antes y un después. Estudiantes se impuso con un contundente 3–0, y obtuvo su primer título profesional.
El desarrollo del partido reflejó el contraste entre dos proyectos futbolísticos muy diferentes. Por un lado, Racing llegaba tras conquistar pocos días antes la Copa Intercontinental 1967, con una plantilla cargada de historia y clase. Por el otro, Estudiantes, bajo la conducción de Osvaldo Zubeldía, apostaba por una idea muy distinta, una mezcla entre actitud y profesionalismo que les había llevado por primera vez a lo más alto del fútbol argentino
La apertura del marcador llegó al comienzo del segundo tiempo, cuando a los 51 minutos un tiro libre bien ejecutado permitió a Raúl Horacio Madero romper la paridad. A los 68 minutos, ‘La Bruja’ Verón, padre del histórico Juan Sebastián ‘La Brujita’ Verón, liquidó con un remate certero que evidenció la superioridad del equipo platense. Y apenas cuatro minutos después, Felipe Ribaudo puso el 3–0 definitivo, sellando una victoria que resultaría histórica.
El triunfo de Estudiantes tuvo un impacto que excedió lo meramente deportivo. Supuso la ruptura de una hegemonía histórica de los cinco grandes -Boca Juniors, River Plate, Independiente, Racing y San Lorenzo- que desde 1931 había monopolizado los títulos de Primera División. Por primera vez en décadas, el ‘equipo chico’ logró consagrarse campeón.
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Ese campeonato no solo representó el primer título de Estudiantes en la era profesional, sino que marcó el inicio de una etapa dorada para el club. Con la moral en alto y la convicción depurada por Zubeldía, el equipo emprendería, poco después, un camino de éxitos internacionales, incluyendo tres Libertadores consecutivas entre 1968 y 1970, que lo consolidarían como una potencia emergente fuera del tradicional círculo de privilegiados. Ahora se verán las caras de nuevo, esta vez en Clausura, para revivir aquella final que cambió la historia del fútbol argentino.
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