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INGLATERRA | FA CUP

El día que David venció a Goliat

Adrián López, Jordi Gómez y Román Golobart atienden a AS en el 10º aniversario del triunfo del Wigan Athletic sobre los ‘Citizens’ en la final de la FA Cup: “Aquel Manchester City ya era un equipazo”.

Londres (Inglaterra)
Román Golobart, Iván Ramis, Adrián López, Joel Robles y Jordi Gómez posan con el título de la FA Cup de 2013.
Wigan Athletic

El Manchester City va en busca de coronar una escalera de tres peldaños que le elevaría a lo más alto de la élite e historia futbolística, y los pupilos de Pep Guardiola ya han subido el primer escalón. El primer paso está dado con la consecución de la Premier League 2022/2023. Ahora, toca el segundo. En Wembley, y ante el Manchester United, los Skyblues buscarán la segunda FA Cup de la era Pep Guardiola en Inglaterra. El paso previo a la ansiada final de Champions League contra el Inter de Milán. Aunque el título europeo es el único que aún se le resiste al técnico de Sampedor desde su llegada a Inglaterra, sin FA Cup no hay triplete, y precisamente el del torneo más antiguo del mundo no es un trofeo que abunde en las vitrinas de los Citizens.

En más de 140 años de historia, el Manchester City tiene en su haber un total de seis FA Cup. La última (y primera con Pep Guardiola), en 2019. En todo el siglo XXI fueron dos, pero pudieron ser tres. De la terna de rivales que se han enfrentado al cuadro mancuniano en los últimos 12 años, solo uno fue capaz de derrocarlo en el torneo del KO inglés. Precisamente en 2023, el año que Wembley sopla 100 velas y los de Pep Guardiola vuelven a una final de la Copa inglesa cuatro ediciones después, se cumplen 10 años de la victoria del Wigan Athletic de Roberto Martínez sobre el Manchester City de Roberto Mancini, lo que para algunos fue y es “la mayor sorpresa en la historia de la final de la FA Cup”.

Roberto Martínez celebra la consecución de la FA Cup ante el Manchester City como técnico del Wigan Athletic.
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Roberto Martínez celebra la consecución de la FA Cup ante el Manchester City como técnico del Wigan Athletic.Matt DunhamAP

Aunque este es un Manchester City diferente, ya que “con Pep Guardiola han dado un paso adelante” y “lo de ahora es incomparable”, los jugadores del Wigan Athletic saben mejor que nadie lo que es doblegar a un equipo repleto de estrellas. Adrián López, Jordi Gómez y Román Golobart, tres de los siete futbolistas españoles que formaron parte de aquel ‘Spanish Wigan’, atienden a AS para rememorar un triunfo “histórico”. Aquellos Latics, que protagonizaron el cuento y desenlace más épicos en la historia de la FA Cup, ya que terminaron disputando la Europa League como equipo de Segunda división inglesa, siguen siendo, hasta la fecha, los últimos ‘mortales’ capaces de superar al Manchester City en Wembley.

Un camino hacia la épica

“Histórico” fue precisamente el término más utilizado por los tres protagonistas. En palabras de Jordi Gómez (Barcelona, 1985), “que se diera la posibilidad de que un club como el Wigan Athletic ganara la FA Cup ante el Manchester City es algo histórico e inusual”. El centrocampista catalán, que aún milita en las filas del Omonia chipriota, fue uno de los dos españoles titulares (junto con el portero Joel Robles) en aquella final de 2013. Y es que el jugador de 38 años quiso resaltar que este hecho se produjo “ante todo un Manchester City, en la FA Cup, en Inglaterra, en Wembley… Pues imagínate. Esos son los partidos que todos queremos jugar y evidentemente lo disfruté mucho”.

El actual equipo de Pep Guardiola, que llegó al club en 2016, ha logrado cinco de los últimos seis campeonatos ligueros y ha desarrollado un fútbol pocas veces visto en la historia de este deporte. Sin embargo, aquel Manchester City dirigido por Roberto Mancini ya contaba con muchas estrellas. “Estaban Yaya Touré, (David) Silva, (Carlos) Tévez, (Kun) Agüero, (Samir) Nasri, (Pablo) Zabaleta… Eran jugadores top en aquel momento, un equipo con mucha calidad”, reconoce Román Golobart (Barcelona, 1992). El defensor español, quien terminase aquella temporada 2012/2013 como el tercer jugador con más minutos del Wigan Athletic en el torneo copero, ha encontrado en la Kings League –juega en el Jijantes FC del periodista Gerard Romero–, su forma de seguir vinculado a “un deporte que he amado desde el principio de mi infancia” un año después de dejar el fútbol profesional.

“Uno de los mejores equipos por nombres individuales que ha habido en la historia del fútbol”

Román Golobart, exjugador del Wigan Athletic, sobre el Manchester City de Roberto Mancini

El propio Román Golobart admite que “(Roberto) Mancini, que de hecho lo despiden justo después, estaba un poco en la cuerda floja debido a los resultado”, pero aún así el cuadro Citizen era “un equipazo espectacular, que marcaba las diferencias. De hecho, ellos tienen las oportunidad. Si no marcan es por la fortuna que tenemos en el deporte a veces, a favor y en contra”. No obstante, para el defensor catalán, otro de los grandes méritos fue ”aguantar 90 minutos ante un Manchester City, con los nombres que tenía y quizás uno de los mejores equipos por nombres individuales que ha habido en la historia del fútbol”. Tal era el nivel de aquel equipo que, para Adrián López (A Coruña, 1987), más conocido como “Piscu”, el del técnico italiano estaba compuesto por “jugadores que podrían jugar en este Manchester City de ahora. Entonces, ya era un equipo de referencia y muy respetado”.

El canterano del Deportivo de la Coruña y jugador del Wigan Athletic durante tres temporadas, y cuyo último equipo antes de colgar las botas fue el SD Compostela, aprovechó la ocasión para deshacerse en elogios hacia el equipo de Pep Guardiola: “Los jugadores puedes firmarlos a golpe de talonario y que no funcionen, como el Chelsea. Lo bueno que está teniendo el Manchester City es que, a esos fichajes, les acompaña un entrenador que es capaz de sacar lo mejor de los jugadores, y haciendo un buen fútbol. La verdad que es de admirar lo que está haciendo el Manchester City”.

“Les jugamos de tú a tú y, en ese magnífico córner, les ganamos”

Jordi Gómez, exjugador del Wigan Athletic, sobre el gol de la victoria de Ben Watson

Nadie sabe qué ocurriría en una final entre este Manchester City de Pep Guardiola y aquel Wigan Athletic de Roberto Martínez, pero sí lo que pasó el 11 de mayo de 2013. De ahí, entre otros muchos más motivos, la importancia de aquella hazaña. “Ellos eran el equipo grande, con grandes jugadores y uno de los favoritos, pero no fuimos a meternos en nuestro área”, afirma Jordi Gómez. De igual manera, Adrián López sabía que era “difícil”, pero es que Roberto Martínez había construido un equipo diferente, especial: “Se nos daba peor un equipo de baja tabla que jugase a defender y sin espacios que los equipos grandes. Durante esos tres años que yo estuve en Inglaterra, y el tiempo que estuvo Roberto (Martínez) en el Wigan Athletic, se hicieron muchas gestas”. En otras palabras, en este caso las de Román Golobart, “éramos un equipo que en buen día, con una línea de tres atrás, y la velocidad y resolución que teníamos arriba, podíamos ganarle a cualquier equipo”.

Además, “en una final, a un partido, todo puede pasar”. Y tanto que pasó. Una de las grandes intrahistorias de esta histórica FA Cup no la protagonizó un español, pero sí un jugador al que el vestuario le tenía un gran cariño. “La persona que marcó el gol, Ben (Watson), llevaba mucho tiempo lesionado, y era su primer o segundo partido”, cuenta Adrián López a AS. Las lesiones habían hecho estragos en la plantilla del Wigan Athletic aquella temporada. En la final de Wembley, varios de los que habían sido titulares en la Copa estaban lesionados. Fue el caso del propio Adrián López o Iván Ramis, que acompañaron al equipo pero vieron el partido desde la grada. Uno de los que consiguió recuperarse tiempo para el partido fue el inglés Ben Watson.

Ben Watson celebra el gol con el Wigan Athletic en la final de FA Cup de 2013.
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Ben Watson celebra el gol con el Wigan Athletic en la final de FA Cup de 2013.BERNARD PLATT

Este sustituyó a Jordi Gómez a falta de nueve minutos para el final del partido, pero es que el del Manchester City en Wembley tan solo era el tercer partido que Ben Watson disputaba con los Latics desde noviembre. El centrocampista inglés se fracturó la tibia en Anfield a mediados de noviembre de 2012. Seis meses después, este no solo llegó a jugar la final, sino que se convirtió en le héroe de la misma. “Les jugamos de tú a tú y, en ese magnífico córner, les ganamos”, añadió el entonces número ‘14′ del Wigan Athletic. En el minuto 91 de partido, tras un saque de esquina botado por Shaun Maloney, la cabeza de Ben Watson obró en milagro. No podía haber un desenlace más épico para la más inspiradoras de las gestas coperas.

Como explicó Román Golobart, “a veces parece que, cuando va todo en contra, ya no hay nada más que te vaya a hundir, sino que vas saltando esas vallas y superando esas situaciones, y eso te refuerza todavía más”. Al ahora jugador del Jijantes FC de la Kings League se le vienen muchos recuerdos y acciones a la mente cuando piensa en la FA Cup de 2013, como “esa parada con el pie de Joel Robles a Tévez”o “la expulsión de Zabaleta contra (Callum) McManaman”, pero, sin duda alguna, “el gol de la final” fue el momento que más marcó a todos. Sobre todo porque, como reconocía Adrián López, “que un amigo y una persona que se lo merecía tanto como Ben (Watson) diera esa alegría a tanta gente es doble por parte de todos”.

El ‘Spanish Wigan’ de Roberto Martínez

Pero esa alegría compartida por la aparición estelar de Ben Watson no era flor de un día. Durante los meses que los Latics estuvieron gestando el milagro copero, porque todo terminó en Wembley pero no todo ocurrió en el templo del fútbol inglés, el grupo de jugadores formado en el DW Stadium terminó convirtiéndose en una parte fundamental del éxito del equipo. “Se crearon situaciones en el equipo que generaron un ambiente en el que nada nos podía. Una unión que yo no la he vivido en ningún sitio, y todo, entre otras cosas, por las cosas que vinieron en contra y supimos afrontar y superar”, explica Román Golobart.

“Yo no pude ir convocado en la semifinal y aún así repartió la prima de la clasificación conmigo”

Román Golobart, exjugador del Wigan Athletic, sobre el gesto de Maynor Figueroa

Una ‘piña’ que ilustra a la perfección la historia contada por Román Golobart a este periódico: “Yo tuve una desgracia bastante importante que por suerte quedó en un susto. Justo el día anterior mi hermano tuvo un accidente bastante grave. Fue todo muy dramático. Mi familia iba a venir, pero no pudieron lógicamente”. Todo el equipo era consciente de la situación, entre ellos Maynor Figueroa, “un jugador importantísimo que no pudo estar en la final por una lesión”. Y es que fue precisamente el hondureño quien ya había arropado al propio Román Golobart en otro momento complicado. “Yo no pude ir convocado en la semifinal y aún así repartió la prima de la clasificación, el bonus, conmigo. Yo tenía 19 años y él tuvo ese gesto”, cuenta el exdefensor del Wigan Athletic. Es por eso que, “yo me puse la camiseta al revés en la celebración con su nombre en honor a un gesto muy bonito”.

Un ambiente “muy poderoso” por la necesidad y la unión que “te lleva a crear el deporte” que se vieron igualmente reforzados por la abundante presencia de españoles en el vestuario. Aunque Jordi Gómez cree que la complicidad y compañerismo que se forjó en el vestuario no es “porque fuésemos españoles”, este sí afirma que “existía respeto entre los jugadores, había buen grupo y puede ser que ese fuese uno de los motivos para que tuviéramos tener éxito en esa FA Cup”. Lo cierto es que, como añade Román Golobart, “españoles éramos siete, sí, pero es que luego teníamos a Róger Espinoza, Antolín Alcaraz, Franco Di Santo, Ángelo Henríquez… Todos jugadores de habla hispana, aparte de Iñaki Bergara, el entrenador de portero, por ejemplo”.

Román Golobart, Iván Ramis, Adrián López, Joel Robles y Jordi Gómez posan con el título de la FA Cup de 2013.
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Román Golobart, Iván Ramis, Adrián López, Joel Robles y Jordi Gómez posan con el título de la FA Cup de 2013.Wigan Athletic

De ahí que Adrián López reconociera a AS, entre risas, que “en el equipo inglés casi se hablaba casi más español que inglés”. Un “buen ambiente”, como definió Piscu, que el propio Roberto Martínez procuró de salvaguardar durante toda la temporada. Y es que otra de las historias más curiosas y divertidas de aquel Wigan Athletic campeón de la FA Cup de 2013 fueron las multas del técnico español. “Por supuesto que se hablaba más español que inglés en ese vestuario. Roberto Martínez hizo una tabla con las multas y estaba prohibido hablar español. Alguno era escocés, que ni los ingleses los entienden; otros irlandés como James McCarthy, que tampoco se les entendía; Callum McManaman era de Liverpool y hablaba scouse, que es el acento inglés más difícil de entender. Nos prohibió sentarnos en la mesa por grupos de la misma nacionalidad o el mismo habla, y había multas altas. Alguna vez las usaba, pero era imposible”, cuenta Román Golobart.

Aunque ninguno de los tres exjugadores de los Latics que atendieron a AS se atrevieron a decir si eran los españoles quienes llevaban la voz cantante en las celebraciones posteriores a la consecución de la Copa, todos coincidieron en que lo celebraron “a su manera”. Eso sí, de una forma un tanto comedida. Y es que para llevar a cabo el gran festejo que merecía un hito como el de aquella FA Cup habría que esperar alguna semana más.

Un descenso que “valió la pena”

“No hubo una celebración hasta las tantas de la mañana. Sí en el campo, pero luego cogimos un bus para Wigan y concentrarnos de cara al siguiente partido”, cuenta Adrián López. El 11 de mayo de 2013, el equipo de Roberto Martínez venció al Manchester City y se proclamaron campeones de la Copa inglesa. Sin embargo, la temporada no había terminado. Al mismo tiempo que los Latics se estaban enfrentando en Wembley a un transatlántico del fútbol inglés, sus objetivos en la competición doméstica eran bien distintos.

Roberto Martínez y los jugadores del Wigan Athletic celebran en el banquillo el gol de Ben Watson.
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Roberto Martínez y los jugadores del Wigan Athletic celebran en el banquillo el gol de Ben Watson.

Días después de medirse a los pupilos de Roberto Mancini en el templo del fútbol inglés, el Wigan Athletic tendría que volver a Londres para jugar otro partido. Como puntualiza Jordi Gómez, “otra final”. Aunque, en este caso, de Premier League: “Nos encontramos que teníamos el partido con el Arsenal el martes allí en Londres, perdimos 4-1, y fue bastante desastroso”. Con el Arsenal jugándose la plaza de Champions League y el Wigan Athletic la salvación, la victoria de los Gunners, tres días después de que los Latics se proclamaran campeones de Inglaterra, mandó al equipo de Roberto Martínez a la Championship inglesa. Sí, el vigente campeón de la FA Cup, lo cual conllevaría un doble premio porque “nos permitió estar el año siguiente en Europa League”, era equipo de Segunda división inglesa.

Adrián López lo define como “las dos partes del fútbol: la alegría inmensa de conseguir algo histórico para un club y la desilusión de que el próximo año no vas a poder estar en Premier League”. El coruñés dice que “esa final se debería haber jugado después de acabar la liga o que se diera ese fin de semana de descanso”, como defendió el propio Roberto Martínez en la rueda posterior a la final copera. Aunque, en palabras de Jordi Gómez, “en su momento creímos que podíamos hacer las dos cosas, mantenernos y ganar la Copa, solamente pudimos ganar la Copa”. Aquel descenso fue el principio del fin para el Wigan Athletic, que desde la 2012/2013 ha intercalado temporadas en Championship y League One. Sin embargo, fue un descenso que “valió la pena”.

“En 2001 eran 80.000 habitantes en Wigan, y en Wembley habría unos 30.000″

Adrián López "Piscu", exjugador del Wigan Athletic, sobre la afición desplazada a Londres

“En el momento que marcamos el gol (de la final de FA Cup), nuestro doctor, que era aficionado del Wigan Athletic, se pone de rodillas y empieza a llorar. Un señor, que creo que tenía 70 y pocos años, que en ningún momento se plantea que íbamos a bajar, le daba igual. Había conseguido una cosa después de 70 años siendo seguidor de un club, y después habiendo trabajado en él, que no es comparable a nada”, relata Román Golobart a este periódico. Si bien, como comentó el propio exfutbolista catalán, “nadie nos dijo nunca que la liga era más importante o que la Copa era más importante”, simplemente el hecho de ver a la mitad de los habitantes de Wigan en Wembley celebrando la FA Cup hizo que aquel descenso mereciera la pena.

Los aficionados del Manchester City también coparon las gradas del templo del fútbol inglés, pero como decía Román Golobart, lo del Wigan Athletic era no era comparable con nada. En palabras de Adrián López, “en 2001 eran 80.000 habitantes (en Wigan), y en Wembley habría unos 30.000. Es decir, la mitad de la ciudad estaba ahí en Londres, una ciudad muy pequeña detrás de un equipo y apoyándolo en ese estadio”.

Días después de concluir la temporada tendría lugar la multitudinaria celebración en Wigan. “La gente estaba muy contenta y orgullosa del equipo, aún sabiendo que habíamos descendido de categoría. Hicimos la celebración de esta FA Cup una vez acabada la liga, y estábamos descendidos, y aún así estaba toda la ciudad estaba de fiesta y apoyándonos en la celebración. El club y la afición generaron un ambiente espectacular, cuando hicimos una rúa y pudimos celebrar”, comparten los tres exjugadores del Wigan Athletic con AS. Por la tanto, la gran pregunta es: ¿mereció la pena?

Jordi Gómez levanta el trofeo de la FA Cup en la grada de Wembley.
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Jordi Gómez levanta el trofeo de la FA Cup en la grada de Wembley.Wigan Athletic

“No cambiaría el no haber ganado y haberme mantenido en Premier League. Las cosas son como son, y el hecho de jugar en Europa fue otro aliciente para el año siguiente”, se sincera Jordi Gómez. Conseguir aquella FA Cup significó, en palabras de Adrián López, que “has hecho historia y has dado una alegría a tanta gente”. No obstante, una varapalo así también tiene sus consecuencias. Y negativas, claro. No obstante, Román Golobar también lo tiene claro: “El deporte se disfruta cuantos más hitos hay, y esto es un hito y siempre dará que hablar”. Este cree que “el club podrá usar el ganar la FA Cup de inspiración para las próximas temporadas, y para siempre. Eso creo que tiene mucho más poder que una temporada en la Premier League”. Y es que, a fin de cuenta, conseguir la primera Copa inglesa de tu historia en Wembley y ante el Manchester City de Roberto Martínez, como afirma ahora jugador del Omonia, “se quedará para siempre en las vitrinas del club y en el recuerdo de la gente”.