El Clásico hunde al Feyenoord
Los de Brian Priske pierden 0-2 ante el Ajax y se quedan a once puntos del liderato. Los de Ámsterdam presentan su candidatura al título liguero.
A veces se olvida que los Clásicos también reparten tres puntos porque la carga emocional va más allá de lo que pueda decir una clasificación. Pero es que esta vez también debía ser decisivo. El que perdiese de este partido aplazado por una huelga de Policía quedaría muy tocado de cara a intentar luchar por el título de liga. Y quien se llevó la cruz fue el Feyenoord, quien ahora ve el liderato a once puntos y empieza a plantearse si contratar a Priske fue una buena idea. Y el Ajax incluso sueña con poder volver a ganar la Eredivisie tres años después. Ahora, con un partido menos, el Ajax está a cinco puntos del PSV... con quien se ve las caras el sábado.
Farioli está causando una gran revelación en el Ajax, un equipo que hasta hace bien poquito estaba pasando por uno de los peores momentos de su historia. Ya ha conseguido resultados impactantes en partidos grandes, como el 4-0 al Besiktas. Pero este 0-2 ante el Feyenoord le certifican como un entrenador para el Ajax. Incluso sorprendió con Chuba Akpom, delantero, como extremo derecho. Y su equipo se mostró muy sólido durante los 90 minutos. Le sirvieron dos errores de Wellenreuther para llevarse los tres puntos.
En el primero, Pasveer envió un balón largo que alcanzó Taylor. El portero local salió de su área y el 8 ajacied solo tuvo que sortearlo y marcar a puerta vacía. Aunque peor fue su segundo error, dejando muerto un balón que se colgó desde el córner sin demasiado peligro. Por ahí apareció Hato para empujarla y hacer el 0-2 cuando el luminoso solo marcaba el minuto 25 de partido.
El Feyenoord apenas pudo reaccionar. Milambo tuvo un ocasión para disparar en buena posición, pero le pegó mordido. Priske estaba tan desesperado que quitó a Ueda, su delantero, en el minuto 40. Al japonés se le vio realmente afectado en el banquillo por esta sustitución. Su sustituto, Carranza, tampoco hizo mucho más. De hecho, ninguno lo hizo. Un disparo fuerte de falta directa de Hwang, el mejor de su equipo a años luz del segundo, y otro en el añadido de Hancko fue lo más peligroso que llegó a la meta de Pasveer.
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