El ‘caso Málaga’ alerta al Barça

El Barça no puede vivir tranquilo tras las palabras de Aleksander Ceferin en el medio esloveno Ekipa en las que dijo que el ‘Caso Negreira’ es “lo más grave” que ha visto en el fútbol. La UEFA abrió una investigación para esclarecer lo sucedido, algo que puede afectar de lleno al criterio de elegibilidad que el organismo utiliza para las competiciones europeas.

A final de temporada, cada federación comunica a la UEFA los clubes clasificados por cada país. Es obligatorio que se indique si hay algún procedimiento o alguna irregularidad a nivel nacional o internacional que les afecte. Luego, en base a ello, la UEFA decide si permite o no jugar la competición al equipo en cuestión. Es decir, la UEFA “elige” qué equipos participan en sus torneos.

En el caso del Barça, el conflicto parece obvio. La investigación está abierta en España y también por la propia UEFA. En cuanto logre su clasificación para la Champions, las alarmas van a saltar. No siempre este aviso lleva consigo la exclusión de las competiciones europeas, pero hay un caso, además en España, que debe poner en alerta al conjunto catalán.

Ocurrió en la temporada 2012-2013. El Málaga fue sexto en la Liga y obtuvo derecho a jugar la Europa League, pero recibió el aviso ante UEFA por no tener al corriente sus pagos con la Seguridad Social. En Suiza entendieron que era una irregularidad que atentaba contra sus criterios de elección y lo dejaron fuera de Europa.

Finalmente esa plaza fue a parar al Sevilla (9º), porque al Rayo, octavo, tampoco le dejaron ir por considerar que el club aún no había pagado su deuda en el momento en que el Comité de Licencias de la RFEF debía determinar. Más recientemente, el Milan se quedó sin Europa League en la 2019-2020 y fue el Torino en su lugar. Otro de los equipos no admitidos por la UEFA fue el Galatasaray, que se quedó sin Europa League en la 2016-2017 y fue el Osmanlispor.

El Barça estaría en la misma tesitura por el caso Negreira, aunque sea un asunto de integridad más que de índole económica. Se entiende el plazo de un año como suficiente para que los clubes arreglen aquello por lo que quedan excluidos. Este procedimiento no es una sanción como tal, sino un criterio de elegibilidad. El proceso sancionador puede seguir su curso de manera paralela, mucho más largo en el tiempo, y acarrear una sanción si en efecto hay pruebas de que se atentó contra los códigos de la UEFA.

La celeridad con la que la UEFA ha procedido a la apertura de la investigación hace intuir que está pensando en la próxima Champions. Necesita tiempo para una posible apelación del Barça ante la UEFA y ante el TAS. En este último caso, un procedimiento expedito aceleraría el desenlace y permitiría llegar a tiempo a agosto, cuando arranque la nueva edición. La duda es saber si se encontrarán suficientes razones como para que el Barça quede fuera de ella.