“El caso de la Superliga ante el TJUE es simbólico”
Ceferin no se habla con “Florentino, Laporta ni Agnelli”. Al presidente de la UEFA no le preocupa la mala situación financiera del fútbol porque “es culpa del COVID y de algunos dirigentes”.
Ceferin ha vuelto a pronunciarse sobre la Superliga. En opinión del presidente de la UEFA, “el caso Superliga ante el TJUE es simbólico”. Con estas palabras, el esloveno pretende quitarle hierro al proceso que se sustancia en el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) cuya sentencia, contra la que no se podrá recurrir, se espera esta primavera. Ceferin también habló de los tres presidentes que apoyan la Superliga: “Con Agnelli no he vuelto a hablar, con Florentino Pérez intercambié algunas palabras en la final de la Champions y con Laporta, en la final femenina. Y no hablo más con ellos. Cuando me refiero a ellos tres no me refieron a sus clubes, que tienen un pasado respetuoso y ojalá que tengan un futuro igual de respetuoso”.
Sobre la Premier, que ya tiene ingresos que doblan a los que consigue la Champions, que para Ceferin sigue siendo “la mejor competición del Mundo”, el presidente de la UEFA aseguró que “no me preocupa este dominio financiero. En la Premier están haciendo un buen trabajo y otras ligas deberían hacerlo mejor”. Además, se refirió a una posible prohibición para los clubes ingleses por parte del gobierno británico y la FA para participar en la futura Superliga. Dijo que “una Superliga sin los ingleses no sería posible”, pero obvió que el proyecto de ley inglés sólo se refiere a las competiciones cerradas, y según reveló el consejero delegado de la Superliga, Berd Reichart, en su última aparición pública, “la Superliga será una competición abierta y meritocrática”.
A Ceferin tampoco le preocupa la situación financiera del fútbol europeo: “No es buena debido al COVID y a la incompetencia de algunos dirigentes. Pero no me preocupa porque los derechos de televisión suben y los patrocinadores cada vez pagan más”. Sin embargo, no es así en todos los casos. En Italia las ofertas para la nueva Champions, prevista para 2024, han sido tan bajas que la UEFA ha retrasado la adjudicación de los derechos y en Alemania la competición se ha devaluado un 20 por ciento.