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PAÍSES BAJOS

El Bebote se gradúa en Róterdam

Santiago Giménez ‘El Bebote’ ha sido el gran goleador del Feyenoord campeón con 28 tantos. Su primera temporada en Europa no ha podido ser mejor.

West Ham eye Mexico star Santiago Giménez
MAURICE VAN STEENEFE

“Quiero felicitarme a mí mismo”. Pocas personas tienen la valentía de pronunciar esas palabras por miedo a ser considerados unos soberbios, pero solo Santiago Giménez (Buenos Aires, 2001) sabe lo que supuso salir de México el pasado verano. “Porque tomé un riesgo al venir aquí solo y ha ido todo bien”, fue la explicación.

El mexicano se armó de valor para dejar su país y luchar por su sueño en Europa. Y no se equivocó, porque las cosas no le han podido salir mejor. Son ya 23 goles en 43 partidos (uno cada 106′), a falta de dos jornadas para el final, para darle el título de liga al Feyenoord. En estos partidos buscará ser el máximo goleador de la liga, carrera en la que va por detrás de Douvikas a dos goles de diferencia.

El Bebote, apodado así por su padre, el exfutbolista Christian ‘Chaco’ Giménez, por ser un niño muy desarrollado físicamente desde pequeño, empezó como suplente y ha terminado como titular indiscutible. Lo ha conseguido a base de goles. De hecho, ha marcado en las últimas ocho jornadas. Son 17 goles en estos cinco meses de 2023, una barbaridad. Cifras que le convierten en el mexicano más goleador en su primera temporada en Europa de la historia, superando a nombres como Luis García, Chicharito o Hugo Sánchez.

Con 17 años sufrió una trombosis que le alejó de los terrenos de juego unos meses. “Toda la gloria a Dios, porque él estuvo en las peores, fue el que me sanó y me salvó, y hoy estamos aquí celebrando su gloria”, explicó tras ganar el título. Ahora le pedirá volver a la selección después de que el Tata Martino, no sin crítica, le dejase fuera del Mundial de Qatar. No se resistirá mucho Diego Cocca, el nuevo seleccionador de nacionalidad argentina, el país donde Santi nació, pero del que se fue con solo dos años para crecer en el Cruz Azul. Allí maduró. Y en Róterdam se ha graduado.