El adiós más triste de Iniesta

El final de trayecto de Andrés Iniesta está siendo especialmente duro. La derrota de su equipo, Vissel Kobe, en cuartos de la Champions de Asia ante Jeonbuk (1-2) supuso otra dura decepción en una temporada aciaga para él. El español ni siquiera pudo estar en el banquillo a causa de unos problemas físicos que le están persiguiendo. El técnico, Yoshida, ya lo había dejado como suplente en la anterior ronda y no lo hizo saltar al campo. Esta vez las cosas fueron peor: sin poder ir convocado y con una eliminación que eleva el enfado en torno a él y al equipo.

Vissel Kobe está en puestos de descenso en la J-League y el proyecto continúa tambaleándose, empezando por el propio Iniesta. El adiós a la Champions no ayuda. Tampoco los otros españoles, Bojan y Sergi Samper, pudieron estar con el equipo al encontrarse también lesionados. Lo que parecía un grupo compacto hace unos meses con Lotina en el banquillo se convirtió en pesadilla a base de malos resultados. El técnico vasco fue el primero en pagarlo al ser despedido.

Iniesta, muy querido desde su llegada a Japón, no se ha salvado de las críticas. Su estado no es el mejor y algunos aficionados del club prefieren jugadores al cien por cien en vez de a su leyenda, que en mayo cumplió ya 38 años. Una situación difícil para el genio de Fuentealbilla, acostumbrado a la presión desde niño aunque muy mermado últimamente por los problemas físicos. Evitar el descenso de categoría es ahora su reto principal y el de Vissel Kobe. Objetivos inimaginables para quien lo ganó todo en el fútbol, incluido un Mundial decidido por él mismo.