ECUADOR 2-1 PARAGUAY | SUDAMERICANO SUB20
¡Ecuador al Mundial!
Dos goles de Justin Cuero cierran la clasificación de la Tricolor al Mundial sub20. Paraguay no pudo hacer frente a la furia tricolor.
Ecuador ya es mundialista. La Tricolor logra cerrar el último boleto de oro para ir al Mundial de Indonesia sub20. A lomos de Justin Cuero, el cuadro ecuatoriano logró cerrar un partido marcado por la dureza física de la Albirroja. Hasta siete cartulinas amarillas tuvo que sacar el colegiado, con expulsión de Quintana incluida, para paliar el ansia competitiva de de los de Bobadilla.
Ecuador logra el objetivo marcado para este Sudamericano sub20. La vigente campeona, tras mostrar una camada de oro en el anterior certamen, se las vio difícil para poder superar a Paraguay en el último partido del hexagonal final del torneo. Si bien la Albirroja logró mostrar coraje desde el primer minuto, poco tardaría en sucumbir al olfato goleador de Justin Cuero.
La Tricolor comenzaría sufriendo en los primeros compases el poderío físico de Wlk. El portentoso delantero paraguayo se las ingenió para probar los reflejos de Napa, pero todo sería un mero espejismo. Justin Cuero hizo las de capitán para sacar lo mejor de su equipo, avisando a los diez minutos a la Albirroja que Ecuador no es un rival sencillo. Apenas dos minutos más tarde, el delantero cantaría el primero de la tarde. Tras un tejemaneje en el área, Cristaldo dejaría muerto el balón en su cocina para que el de Independiente del Valle mandara el primer tanto a la red paraguaya. Bobadilla no se lo podía creer en la banda. Ir por detrás en el marcador tan pronto haría que Paraguay sacase fuerza de sus laterales para ir, sin nada que perder y una clasificación para soñar, a por el empate. Napa se ganaría la condecoración de la Orden Nacional de San Lorenzo con su actuación.
Con una parada elástica digna de balonmano, el talentoso arquero ecuatoriano sacaría con la palma de la mano el balón picado de Wlk. La seguridad de Napa acomodó a la zaga ecuatoriana, formada por Mina y Cordova, haciendo que cometieran errores brutos que, de no ser por el ángel guardián del arco, habrían condenado a la Tricolor a una debacle sin parangón. El delantero del Olimpia presionaba una vez tras otra a la zaga tricolor, viendo su desconcierto ante la imposibilidad de poder salir jugando. Ecuador saldría indemne del primer pulso con una mínima ventaja, dejando con vida a Paraguay para el segundo acto.
Ni bien comenzara la puesta en escena de la ronda final, Paraguay no volvería a ser la misma. La Albirroja dejaría de lado el futbol para embarcarse en una contienda física muy agresiva en fase defensiva. Un golpe por aquí, una entrada a destiempo por allá, la Albirroja pasaría a ser casi un equipo de contacto, aparcando por completo el fútbol tan vistoso de la primera mitad. En una de tantas internadas de la Tricolor, cayó el segundo de la tarde. Sosa logró cambiar el ritmo en la banda para, sobre la línea, colocar un centro milimétrico para el testarazo de Cuero. Doblete que ilusionaba a todo un país y metía, casi de forma definitiva, a Ecuador al Mundial de Indonesia.
Paraguay estaba contra las cuerdas, pero no todo estaba perdido. Menos de diez minutos después Diego González recortaría distancias para intentar lograr el milagro, pero el equipo no acompañaba. A ocho minutos del final, Paraguay no supo reaccionar, viendo cómo Ecuador volvía a meterles en su área y viendo cómo su única salida eran las faltas. Hasta siete tarjetas vio el equipo de Bobadilla en la segunda parte. El colofón a la comedia griega se daría con la expulsión de Quintana en el descuento. Con un hombre menos y sin nada que perder, Paraguay sí que se terminó por encomendar en un milagro. Ecuador, con superioridad, intentó controlar el choque, buscando rascarle segundos al reloj yéndose hasta el banderín de córner para no darle el esférico a la Albirroja. Con mucho sufrimiento, la Tricolor logra meterse entre las mejores selecciones del mundo y podrá asistir a una nueva Copa del Mundo.