Dos finales para Luis Enrique

La presión es una palabra inherente al PSG, un club que se ha convertido durante la última década, gobernado por Qatar, en uno de los que menos paciencia tiene por la ‘obligación’ de ganar prácticamente la mayoría de sus partidos. El inicio de temporada de los de Luis Enrique no ha sido del todo prometedor, sumando 8 puntos de 15 posibles, sufriendo su primera derrota este viernes, contra el Niza, y entrando, finalmente, en una semana decisiva para un proyecto que fija cada año la Champions League como la competición que determina si la temporada ha sido un éxito o un fracaso.

El técnico asturiano, que reconoció “estar más satisfecho con la derrota ante el Niza que respecto a la victoria frente al Lyon” hace dos semanas, afrontará su primera gran semana como entrenador del PSG. Acostumbrado a la presión, el encuentro del martes contra el Dortmund es trascendental. El grupo de la Champions League en el que ha quedado encuadrado el conjunto parisino es, sin duda, el más complicado, por lo que cada victoria será de suma importancia para sellar la clasificación a los octavos de final.

Su rival, el Dortmund, no ha comenzado bien la temporada, mermado por el mercado de fichajes que ha realizado después de haber recibido 100 millones de euros por la venta de Bellingham. El PSG, sin embargo, tampoco está para tirar cohetes, pese a que se atisbó una mejoría antes del parón internacional. La derrota contra el Niza, circunstancial, ha generado las primeras dudas en la plantilla de Luis Enrique, por lo que un triunfo el martes le podría dar alas antes de medirse al Olympique de Marsella en el partido más importante del fútbol francés.

Le Classique, PSG-Olympique de Marsella, puede suponer, como el del Dortmund, un punto de inflexión para el actual campeón de la Ligue 1. Enfrente estará otro técnico asturiano, Marcelino, que podría llegar como colíder del campeonato siempre y cuando selle la victoria este domingo ante el Toulouse. Una derrota en casa, contra el máximo rival y con la necesidad de puntuar podría generarle los primeros problemas a Luis Enrique.

De momento, el exseleccionador español no quiere dedicarle ni un segundo a ese partido y prefiere centrarse en recibir al Dortmund. Contra el Niza, el PSG sufrió en defensa, apenas generó oportunidades y volvió a supeditar su partido a Kylian Mbappé. El de Bondy ha marcado 7 de los 10 goles del equipo esta temporada, una estadística que, sin embargo, no preocupa a Luis Enrique, resaltando en rueda de prensa que “dispone de una plantilla magnífica y atacantes de primerísimo nivel”. Aunque el Dortmund no esté en su mejor momento, la Champions League es una competición ajena al rendimiento doméstico, por lo que los parisinos deberán mostrar su mejor versión si no quieren llevarse sustos.

Las dos primeras finales de la era Luis Enrique están al caer. El PSG, que vive sin paciencia y que no entiende de adaptación, deberá sacar adelante los dos partidos, contra el Dortmund y ante el Marsella, si no quiere meterse en problemas. Una derrota en el debut en Champions, en un grupo en el que están encuadrados el Milan y el Newcastle, pondría patas arriba la fase de grupos y, por otra parte, un pinchazo ante el Marsella, aunque no tenga consecuencias determinantes en la clasificación a principios de temporada, podría encender las alarmas en la capital francesa.