Diego Merino, sensación española en los banquillos de Venezuela
El técnico español goza de un buen momento con Carabobo en Venezuela. Un proyecto que cada día se consolida más dentro del fútbol sudamericano.


No es siempre fácil lanzarse a la aventura al extranjero para entrenar. Más si cabe, al fútbol sudamericano, donde a veces las ligas son una trituradora de banquillos. El caso de Diego Merino (Mérida; 1988) es destacable porque a sus 36 años su primera aventura lejos de España -tras pasar por las inferiores del Rayo Vallecano, Extremadura, Mérica o Toledo- le guio a Venezuela.
En el país sudamericano ha encontrado una estabilidad que no siempre se ve en este tipo de ligas. Firmando su contrato en 2023, y cogiendo las riendas de un club joven como Carabobo, Merino consiguió que el equipo de Valencia levantara su primer título con el Apertura 2024. Los buenos resultados no se quedaron ahí, y en 2025 está dominando la primera división venezolana.
Dando comienzo al relleno de las vitrinas de la entidad, el entrenador español ahora puede mirar a la Copa Libertadores también como un objetivo ilusionante en el que desplegar el mejor papel posible (cayó ante Estudiantes en su debut). Hablar de las posibilidades del campeonato sería una temeridad al ser su cuarta participación, pero para Diego Merino la competición supone felicidad, emoción y esperanza de hacer “un buen trabajo”.
En lo que supuso una carrera como entrenador que se inició de manera prematura al tener una grave lesión de rodilla, la ambición del extremeño en Venezuela no cesa a pesar de haber ganado un título.
En Sudamérica, donde los contratos se miden año tras año, Diego Merino se ganó su renovación -hasta 2026- a pulso para continuar con un proyecto que busca consolidarse a nivel competitivo. A pesar de que el fútbol no espera a nadie, su meta está en no mirar al pasado para enfocarse en el futuro. En conseguir ganar más cosas.
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En Los Granates la visión va de la mano de su entrenador. Mientras el presente apremia a un técnico que ha viajado lejos para labrar su carrera, la meta de Merino es seguir en el fútbol profesional con el pensamiento de que “lo mejor está por llegar”.
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