Flamengo Sub-20
5
Finalizado
Flamengo Sub-20 5 - Leverkusen 1

Desastre del Leverkusen sin Xabi

Nefasto estreno de Erik Ten Hag como entrenador del conjunto alemán, goleado por el equipo Sub-20 de Flamengo.

Erik Ten Hag
Ricardo Moraes
Óscar García
De Moratalaz. Licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense. Fue uno de los cinco primeros becarios en la historia de AS (1994). Estuvo seis años en PC Fútbol y entre 2002 y 2014 en AS.com. Pasó por TMG, A la Contra, archivo del Mº de Justicia y deportes de La Razón. En 2022 volvió a AS como jefe de sección de AS América.
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La vida sin Xabi Alonso no parece que vaya a ser sencilla para el Bayer Leverkusen, que en el debut de Erik Ten Hag como nuevo entrenador fue goleado por el equipo Sub-20 de Flamengo (5-1). Reforzado con cuatro jugadores del plantel profesional (Matheus Cunha, Cleiton, Matheus Gonçalves y el uruguayo Matías Viña), Flamengo supo aprovechar los desajustes defensivos de los alemanes para dejar en evidencia al equipo de Ten Hag. El nuevo proyecto del Leverkusen no ha hecho más que andar, pero no lo pudo hacer de peor forma.

Dos minutos tardó Flamengo en hacer saltar por los aires el planteamiento del técnico neerlandés, que presentó un once muy joven, con el delantero nigeriano Víctor Boniface como cara más reconocible. El desastre que se anticipó nada más comenzar el choque se completó en una pésima primera parte, que acabó con Flamengo ganando 4-0.

Desastre del Leverkusen sin Xabi
Matheus Gonçalves celebra uno de sus goles al Leverkusen.Ricardo Moraes

Lorran, una de las últimas joyas surgidas de la cantera del Mengão, fue el primero en golpear, al culminar un contraataque, y el hábil e incontrolable Matheus Gonçalves, con la colaboración involuntaria de Arthur, amplió la ventaja a los diez minutos. Sin noticias de los alemanes en ataque, salvo un gol anulado por fuera de juego, Flamengo pasó el rodillo por encima del Leverkusen y dobló su ventaja antes del descanso. Repitió Matheus Gonçalves, esta vez de cabeza, y Pedro Leão convirtió el cuarto.

Cualquier amago de reacción por parte del Leverkusen fue apagado nada más salir de los vestuarios por Gusttavo, que completó la manita con una sutil y precisa vaselina.

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Con una humillación de semejantes dimensiones, y con todo un mundo todavía por delante, Ten Hag se decidió entonces a mover el banquillo. Recurrió a Grimaldo, Xhaka, Schick, Tapsoba, Andrich, Palacios o Hradecky para intentar maquillar el desastre. Demasiado tarde. El gol de Culbreath no fue más que una anécdota que no disimuló el baño recibido por el Leverkusen.

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