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FIFA | GARCÍA SILVERO

“Debemos limitar los conflictos de interés de los agentes”

El fútbol estrena en 2023 un nuevo reglamento para los agentes. La FIFA ha limitado las comisiones, modificado el mecanismo de cobro y ha prohibido representar a todas las partes en las negociaciones por un traspaso.

23/09/21 JORNADAS WORLD FOOTBALL SUMMIT WFS
EMILIO GARCIA SILVERO
JAVIER GANDULDiarioAS

Emilio García Silvero (A Coruña, 1977) es el director legal de la FIFA y unos de los máximos responsables en la revolución llevada a cabo en los últimos años en el mercado de fichajes. Se han regulado las cesiones de jugadores, el dinero a los clubes formadores y desde este 2023 también a los agentes. Sobre esto último charla con AS para analizar las novedades más significativas.

¿Por qué este cambio?

Hay mucho conflicto de intereses y los agentes tienen una influencia importante en el mercado. Son fundamentales en el fútbol, pero su influencia ha ido creciendo exponencialmente en los últimos años. Hemos visto también una mayor inestabilidad contractual. Cada vez más los jugadores rompen los contratos, se cambian de club y es un mercado mucho más especulativo que solidario, que es lo que la FIFA protege, que el dinero fluya y se distribuya. Los agentes, en 2015, fueron desregulados y echados del mundo de la FIFA. Eso fue un error y creó un caldo de cultivo complejo. Cualquiera iba a la Federación, pagaba una tasa y obtenía una licencia sin tener que formarse ni tener ningún tipo de responsabilidad. Hemos querido traer a los agentes a un sistema regulado.

¿Cuáles son principales cambios para los agentes?

Se persigue profesionalizar y elevar los estándares profesionales del sector. La principal medida es la reintroducción de la licencia obligatoria. Es decir, quien quiera ser agente de futbolistas tiene que obtener la licencia en el ámbito de la FIFA y pasar un examen. O sea, estudiar y saber que va a gestionar la vida de un jugador, y eso conlleva tener unos ciertos conocimientos. Otro de los aspectos fundamentales es la prohibición de representar a múltiples partes en una transferencia. También está el tema de la Cámara de Compensación. Es decir, hasta ahora las comisiones se pagan directamente. Existen ocasiones, y recurrentes, donde los servicios se pagan en paraísos fiscales. La FIFA no es la Agencia Tributaria, pero tenemos una responsabilidad. La Cámara va a garantizar que los pagos se lleven a cabo por las partes y se paguen en los domicilios fiscales en los que se tienen que pagar. Si soy un agente español no puedo recibir mis comisiones en Bahamas, Andorra o las Islas Vírgenes. Las recibirán en el país que vivan.

¿Cuál es el margen para adaptarse a esta normativa?

Es bastante extenso. El reglamento entró en vigor el 9 de enero, pero solo para obtener las licencias. Aquellos que hayan sido agentes hasta 2015 no se tienen que examinar. La gran mayoría va a estar exentos. A partir del 1 de octubre el reglamento entrará en vigor para el resto de cosas: la Cámara de Disputas, los límites, la multirepresentación… Hay unos diez meses para habituarse.

Se acota el rango para representar a un menor. Es a partir de los 15 años y seis meses.

El tema de los menores es algo que nos ha preocupado mucho. Hemos visto en los últimos años que había agentes que se peleaban por chicos de 10, 11, 12 años y había problemas en los campos. Los niños tienen que jugar al fútbol. Cuando puedan tener la habilidad de firmar un contrato profesional, podemos comenzar a pensar que pueden tener un representante. Aquí no solo lo hemos limitado, sino que además exigimos que cualquier agente que se aproxime a un jugador debe tener la autorización de su representante legal. Y aquellos que son agentes de menores tienen que pasar unos cursos específicos.

Al hilo de estos cursos, que además impartirá la FIFA, algunos agentes apuntan a que es una manera de hacer negocio para la FIFA.

La realidad, en este caso, supera a la ficción. El sistema de formación de los agentes es gratuito, no tienen que pagar por la formación. No hay nada, no hay ningún tipo de comisión, al igual que tampoco en el sistema de resolución de disputas. Es decir, si un club X de una jurisdicción le debe dinero a un club español, van a poder acudir a la FIFA gratuitamente, llevar a cabo un litigio y nosotros nos encargamos de que la decisión se cumpla. La FIFA jamás tiene en la cabeza generar dinero con este sector. Lo que queremos es regularlo y elevar los estándares de profesionalización del mismo. Nada más.

¿Cuál va a ser el rol de los agentes a partir de ahora?

El agente sólo va a poder representar a una de las partes: bien al club de origen, al jugador o al club vendedor. Salvo en una excepción, el agente puede representar al jugador y al club de destino, pero tienen que saber que tienen un mismo agente para esa transacción. Con esto debemos limitar mucho los conflictos de intereses. Creo que es un balance adecuado para entender esto. Hoy en día hemos visto a muchos agentes representando a las tres partes y el nuevo reglamento va a poner fin a esta práctica que no es beneficiosa para el mercado.

También se han limitado las comisiones.

Es un tema que desde el principio ha sido discutido. Estamos convencidos que lo que hemos hecho es proporcional, adecuado y legal. Somos conscientes que existen grupos de agentes que no están de acuerdo y que pueden iniciar procedimientos legales. En Alemania hemos tenido solicitudes de medidas cautelares que han sido desestimadas. Tenemos ya un primer caso en el Tribunal Arbitral del Deporte. Si en cinco años, dos o uno tenemos que adaptar algo por la razón que sea, pues la FIFA siempre respeta las decisiones judiciales, pero estamos muy convencidos de que estamos haciendo lo correcto. Estamos muy por encima, por ejemplo, del sistema norteamericano, donde básicamente es un 3%. Aquí es un 10%, 6% y 3%. Hay grupos de agentes que hacen más ruido que otros, pero hay muchos más en el mundo que los europeos.

Los agentes argumentan que esta nueva norma es contraria a la libre competencia, a la libre prestación de servicios...

Ellos tienen su opinión, nosotros la nuestra. Para una entidad como la FIFA no era una opción quedarse quieto y mirar cómo funciona el mercado, porque estas normas son también un requerimiento de los clubes, ligas y jugadores. Las normas tienen como objeto proteger al jugador, pero también a los agentes. Probablemente hay grupos que no se sientan totalmente de acuerdo con esto, pero yo te aseguro que estas normas van a proteger a muchísimos más agentes de los que ellos dicen va a perjudicar. No tengo la menor duda.

¿Cómo es el funcionamiento del llamado Banco FIFA?

Hay muchos clubes que, por desconocimiento o por falta de recursos, no estaban accediendo a los derechos de formación. Y también hay muchos clubes que no pagan, tienen la obligación de pagar, pero esperan a que les lleguen los papeles. Y si no llegan, a los dos años, los clubes formadores pierden el derecho. Lo que hemos hecho con esto es que todo lo absorbe la Cámara de Compensación de la FIFA. Nosotros hacemos los cálculos, nosotros nos ponemos en contacto en base a todos los datos que tenemos en el TMS de los clubes mundialmente y nosotros directamente pagamos. Por lo tanto, no se preocupe ningún club en Uruguay o en Brasil, el dinero lo va a recopilar, la FIFA va a garantizar que se paga a quien se paga y se paga donde se paga.

El pasado verano entró en vigor la nueva normativa de las cesiones, que ha revolucionado el mercado de fichajes. ¿Cuál han sido los motivos para aplicar esta nueva regla?

Veíamos que estaba limitando un poco la formación de los jugadores jóvenes. También había una falta de equilibrio competitiva. Había algunos clubes que tenían plantillas de 40 y 50 jugadores. Un club internacional que gana Champions Leagues y no es español tenía 44. Pero claro, acumulaban y acumulaban talento, contratos y con esos contratos también hacían que muchos jugadores no llegaran nunca a debutar en el equipo A. Eran cogidos y cedidos, cogidos y cedidos durante años. Entonces, bueno, aquí lo que hemos visto es que había que imponer una serie de normas y de reglas para evitar esta situación. Lo intentamos hacer antes de la pandemia, pero lo suspendimos hasta el 1 de julio del 2022. Ahí lo que hemos hecho es gradualmente bajar de 8 a 6 el máximo de las cesiones que puede tener cada club. Y como te decía, la idea detrás de esto es darle más oportunidad a los jugadores, sobre todo más posibilidades de desarrollo a los jóvenes.

¿Por qué los abogados no pueden ejercer como agentes?

Pasa igual que con los familiares. Los abogados son abogados, los agentes son agentes y los familiares son familiares. Entonces, quien quiera ser agente de futbolistas tiene que saber las normas. El abogado puede cumplir una función de asesoramiento, pero no es un agente. Yo soy abogado, no estudié para ser agente de futbolistas. No tengo que saberme el reglamento de transferencia, qué es una ventana, cómo se pagan los derechos de formación, qué ocurre con la tasación… No es el trabajo de un abogado. Igualmente pasa con los familiares. ¿Pueden ser agentes? Sí, claro, siempre y cuando el familiar se saque la licencia. Pero esto vuelve otra vez al punto inicial. Lo que queremos es profesionalizar el sector. Yo he visto y he trabajado en algunas ventanas de transferencias con problemas. Es que quien está haciendo la transferencia no sabe ni lo mínimo. Es que había algunos que me llamaban y no sabían ni cómo funciona el certificado de transferencia internacional. Eso es un problema de profesionalización contra los clubes y contra los propios jugadores. Hay mucha gente que no sabe qué es el transfer. ¿Saben que tiene una regulación específica con 15 artículos que lo regulan? ¿Saben que son los derechos de formación? ¿Qué ocurre si se ceden o no? Quien trabaja en este sector, por una mínima responsabilidad, debe conocer las reglas.