De fiasco en el Barcelona a figura en Brasil
Matheus Fernandes fue uno de los fichajes más criticados en la era Bartomeu pero ahora el centrocampista brilla con Bragantino y busca el título de liga.
El 31 de enero de 2020 el Barcelona oficializó el traspaso de Matheus Fernandes desde Palmeiras. Una apuesta de Eric Abidal y Josep Maria Bartomeu por un centrocampista que había completado dos temporadas a un más que digno nivel en Botafogo antes de llegar al cuadro paulista. Sin embargo, ni siquiera llegó a debutar en el conjunto blaugrana y en España solo se le vio durante 166 minutos que jugó en su cesión al Valladolid una vez que se reanudó el fútbol tras la pausa a causa del Covid-19.
De esa polémica llegada hace ya más de tres años y seguro que muchos aficionados del equipo culé ni siquiera recuerdan el nombre de Matheus Fernandes. Sin embargo, el jugador que apenas tiene aún 25 años de edad ha vuelto a disfrutar del fútbol en Brasil y en el presente Brasileirao se ha confirmado como uno de los centrocampistas más completos del campeonato en las filas del Red Bull Bragantino. El equipo es segundo en la tabla y aún sueñan con alcanzar a Botafogo, precisamente el club donde debutó como profesional Fernandes.
En el presente Brasileirao se han disputado 26 jornadas y Matheus Fernandes ha jugado 24 partidos, todos ellos como titular. Solo se perdió uno por sanción y otro por descanso. Además, antes del arranque del torneo liguero jugó 13 partidos del estadual Paulistao donde ya apuntó el nivel alto que ofrecería a lo largo de estos meses.
Fernandes se ha mostrado en el equipo dirigido desde Austria por la marca de bebida energética como un centrocampista total. De gran sacrificio sin balón pero también con calidad suficiente como para ser un pilar básico en la elaboración. En esta última jornada, en campo de Athletico Paranaense, sumó su tercer pase de gol en una acción donde se plasma su jerarquía en la cancha. Arrancada para romper la línea defensiva y pase preciso para dejar al compañero en posición de remate.
No queda duda de que el movimiento por parte del Barcelona resulta inexplicable. El pago fue de más de 7 millones de euros pero luego jamás tuvo oportunidad con Ronald Koeman en el banquillo y el club tampoco buscó una solución para que el jugador pudiese crecer. Ahora a Fernandes aún le queda mucho camino por recorrer y parece listo para ser importante en cotas altas aunque sea, en este momento, lejos de Europa.
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