Cristiano no carbura

Se encienden todas las alarmas en el seno de Al Nassr. Después de un chasco en la Supercopa de Arabia que dejó varios señalados, especialmente su técnico, Luis Castro, el subcampeón de la Saudi Pro League la temporada pasada volvió a decepcionar no pasando del empate a uno contra Al Raed en casa. Era su puesta de largo en el torneo doméstico y había esperanzas en comenzar a cambiar su inercia ante un rival, a priori, bastante inferior. Pero la tarde acabó con otro disgusto para Cristiano y compañía.

Y es que Al Nassr no podía fallar en su estreno liguero. La derrota en la final de la Supercopa a manos de Al Hilal hizo mucho daño y dejó a su entrenador, Luis Castro, en el alambre. Un clima tenso marca la pauta en las últimas horas del club de Riad y, prueba de ello, es la pobre entrada que registró el Al Awwal Park en el primer partido liguero. La necesidad derivó en nervios y, por ello, los primeros minutos del choque discurrieron en un limbo en el que nadie conseguía llegar con clarividencia a los dominios del adversario.

Al Raed, bien plantado atrás con una línea defensiva de cinco integrantes y regalando muy poco espacio entre líneas, maniataba a un Al Nassr que atesora un gran talento en ataque, pero que carecía de ideas para abrir el cerrojo que le planteaba su rival. Sólo un chispazo, un golpe de genio, parecía el remedio para resolver el jeroglífico. Y el desatascador fue el de siempre: Cristiano Ronaldo. Mané la puso con música y el portugués, imponiéndose por alto y con un cabezazo inapelable, batía a Sanyoor para abrir la lata. ‘CR7′ ha alcanzado un ritmo de gol por partido (marcó dos en la Supercopa y mojó de nuevo contra Al Raed) y, además, alcanzó el medio centenar de goles en la liga saudí. Pero nada de esto fue suficiente.

Y no lo fue porque Al Nassr volvió a ser un equipo plano, sin ideas más allá de la amenaza de Cristiano, el vértigo de Mané o las diabluras de Otávio y de Talisca. No aprovechó sus oportunidades (buena cuota de culpa la tuvo Sanyoor, meta de Al Raed, quien salió del campo llevado en volandas por sus compañeros) y lo acabó pagando. Nada más empezar la segunda mitad Saayoud, un tormento constante para la zaga de Al Nassr, forzó el agarrón de Laporte. Penalti. Y pudo ser mucho peor para el flamante campeón de Europa con España, puesto que fue expulsado pero, tras la consulta con el VAR, el árbitro declinó la tarjeta roja y le mostró finalmente una amarilla. Desde los once metros, el marroquí Fouzair no perdonó.

Después del 1-1, los de Luis Castro no encontraron el camino para llegar con éxito a la meta de Al Raed. Sí que lo hizo Cristiano, que la mandó a la jaula tras recibir un pase filtrado de Brozovic. Era el 2-1 y una victoria balsámica para Al Nassr... pero nada valió por fuera de juego del cinco veces ganador del Balón de Oro. Después, los locales apretaron con más corazón que cabeza y acabaron el partido frustrados y escuchando alguna tímida pitada por parte de su hinchada. Al Nassr y Cristiano, en resumidas cuentas, tienen mucho que remar para encontrar sensaciones y para responder a las expectativas que se le atribuyen a uno de los equipos punteros de la liga saudí.

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