Cristiano, el día de la marmota

El derbi del cambio con el que fantaseaba Cristiano con el pitido inicial acabó dejándolo todo como estaba con el silbatazo final de Felix Zwayer. La gran fiesta del fútbol futbol de Riad, que enfrentaba a Al Nassr y Al Hilal (primero contra tercero) bajo la luz de la constelación de estrellas de los Mané, Otávio, Lodi, Malcom, Angelo, Milinkovic-Savic o Mitrovic pero al que faltó Neymar, acabó en combate nulo, con un acto para cada uno y un reparto de puntos que Karim Benzema contemplará con una leve sonrisa. Al Ittihad, segundo clasificado, sale como el gran beneficiado indirecto de uno de los grandes partidos del campeonato saudí, erigiéndose como la gran alternativa al conocido como ‘Real Madrid de Asia’ por su bagaje histórico y deportivo y su gran plantilla.

Comparecía luciendo de nuevo músculo el conjunto de Jorge Jesus, esperando unir a Neymar, el turbo a su ya engrasada maquinaria, bajo la respetuosa premisa de haber recolectado todos los puntos posible del campeonato y de haber ganado los últimos ocho partidos a Al Nassr. Sin embargo, esa teórica superioridad cayó del bando de los de Stefano Pioli, que engulló a su rival en una puesta en escena avasalladora. La presión alta, sacrificio colectivo y la valentía de los amarillos descolocó al líder del campeonato, traducido en un gol a los 50 segundos de Anderson Talisca en una jugada a la velocidad de la luz. Otávio sirvió al punto de penalti y el control orientado sobre Koulibaly y la certera definición del brasileño ante Bono hicieron el resto. El exjugador del Benfica haría un hat-trick, pero solo uno subiría al marcador, con dos tantos anulados, uno en cada parte.

En un primer acto de alto voltaje, de área a área, Zwayer, colegiado internacional que gestionó con maestría el partido, tuvo sus más y sus menos con Cristiano Ronaldo, habituado en el arte de la presión arbitral desde su llegada a Arabia y que ya sufrió una expulsión ante este mismo equipo en el último choque entre ambos. El portugués pudo sentirse afortunado de jugar la segunda parte tras un tackle con los tacos por delante sobre su compatriota João Cancelo que quedó en amarilla. Ambos pasaron de puntillas sobre el derbi. El de Madeira, de hecho, se fue sin probar los guantes de Bono. Ganó un duelo de cinco, erró en sus tres intentos de regate y solo disparó una vez, ya en la segunda parte. Para entonces, el partido ya se había convertido en pleno zafarrancho de combate cuando Al Hilal logró sobreponerse a la pérdida de su decodificador de partidos, Rúben Neves, y encontró, a su vez, cómo languidecían las fortalezas inesperadas de Al Nassr.

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Al muro que edificaron sobre los dominios de un seguro Bento, Simakan y Laporte, comenzaron a surgirle grietas por el alto derroche físico general. Esa conjunción de hechos torció el guion de una venganza que Cristiano Ronaldo deberá postergar. Después de un disparo al palo de Salem Al Dawsari y un doble lamento del portugués, que falló un cabezazo sobre las barbas de Bono que impidió a su vez que Talisca rematara a placer para un 2-0 que hubiera supuesto la sentencia, Renan Lodi sirvió al segundo palo para que Milinkovic-Savic ajusticiara completamente solo en el segundo palo.Fue el único desajuste defensivo de un Al Nassr para que el todo sigue igual. Terceros, a seis de Al Hilal y cinco y Al Ittihad, y con Cristiano volviendo a vivir su particular día de la marmota desde que llegó a Arabia. Al menos, esta vez, logró esquivar la derrota. Un premio de escaso bagaje teniendo en cuenta que hace tres días vio esfumarse la posibilidad de levantar otro título con la eliminación de la King´s Cup.

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