Conte pide sitio
Al ganar la Supercopa de Italia, Antonio Conte dejó unas declaraciones que reivindican el trabajo diario que a veces no se toma consideración.
Dos métricas son válidas para definir la excelencia del trabajo de un entrenador: los resultados conseguidos y el rendimiento de los jugadores a su disposición. Pero eso no basta. También hay que tener en consideración la materia prima. Cuando Antonio Conte llegó al Nápoles en el verano de 2024, se encontró con un equipo que venía de terminar décimo en la tabla. Por lo tanto, fuera de las competiciones europeas. Inevitablemente, los recursos para invertir se habrían reducido, al igual que las ambiciones. Pero esto no son matemáticas.
En pocos días, el 2025 terminará y este ha sido un año memorable para el equipo napolitano: la conquista del Scudetto, la Supercopa de Italia y una racha de imbatibilidad en casa, en el Estadio Diego Armando Maradona. Todo esto, a pesar de una serie de contratiempos, en particular lesiones, que han obligado al equipo a cambiar constantemente su estrategia y a conformarse con lo que ha podido.
El verano previo a la temporada que acaba de comenzar supuso la baja de Romelu Lukaku, quien acaba de regresar al banquillo este diciembre. Kevin De Bruyne y Frank Anguissa llevan un tiempo fuera, pero muchos otros también estuvieron de baja semanas: es el caso de Buongiorno, Gilmour y Lobotka. En resumen, más que en un excelente entrenador, Antonio Conte ha tenido que convertirse en un mago, sacando una solución diferente de la chistera en cada ocasión.
Es por ello por lo que, bajo el cielo de Riad, el entrenador se desahogó y se reivindicó: “El trabajo de los entrenadores es mejorar a los jugadores. Los que he entrenado han mejorado técnica, táctica y mentalmente. Tomemos como ejemplo a Hojlund y McTominay: ¿por qué no jugaban en el Manchester United y ahora todo el mundo dice que son geniales? Mi cuerpo técnico y yo habremos hecho algo...”.
De hecho, Rasmus Hojlund, quien llegó al Nápoles en el último minuto del mercado de fichajes de verano tras la lesión del delantero belga de los azzurri, reconoció inmediatamente la labor del entrenador. Le mandó una indirecta al Manchester United en redes sociales, compartiendo una foto suya sosteniendo con orgullo la medalla de la Supercopa de Italia y el trofeo: “Así luce una gran decisión”. Evidentemente, la que tomó abandonando Inglaterra. Con un gol y una asistencia, contribuyó a su primer trofeo con el Nápoles, pero su palmarés goleador en la liga ya le ha valido un amplio reconocimiento. Un claro ejemplo: el doblete contra la Juventus, rival directo por los primeros puestos y eterno rival de su equipo.
Y si incluimos a McTominay —tal como dijo Conte—, lo encontramos ya con dos trofeos con el Nápoles, siendo una pieza esencial del mediocampo azzurro y un goleador excepcional cuando se le necesita. Su foto en el vestuario disfrutando de un puro lo muestra envuelto en humo, que también podría considerarse el vapor de su aura. Al final de la temporada pasada, el informe CIES, por ejemplo, lo incluyó entre los cincuenta futbolistas más influyentes del mundo.
Noticias relacionadas
Aún queda alguien más: David Neres. Los dos goles de la final de la Supercopa siguieron al de la semifinal y las cámaras no se perdieron el breve intercambio con Romelu Lukaku, quien gesticuló imitando el teléfono y afirmó: “¿Hola, Ancelotti?”. El brasileño le instó a guardar silencio y mantener un perfil bajo. Los sueños no se deben proclamar a los cuatro vientos, sino trabajar por ellos. Y en la obra de Antonio Conte, todo puede pasar.
¡Tus opiniones importan! Comenta en los artículos y suscríbete gratis a nuestra newsletter y a las alertas informativas en la App o el canal de WhatsApp. ¿Buscas licenciar contenido? Haz clic aquí
Rellene su nombre y apellidos para comentar