Clamor en Francia por la Supercopa en Qatar

El domingo, a las 17:30, Paris Saint-Germain y Mónaco se disputarán, en Qatar, el primer título de la temporada, la Supercopa de Francia, un encuentro que debería haberse jugado en agosto, pero que por la falta de organizador y de patrocinadores se postergó hasta enero, desembocando en una oleada de críticas en Francia debido a la deslocalización de la contienda y al poco interés que suscita que un partido de este calado se celebre en Oriente Medio y a miles de kilómetros del país galo.

La LFP cerró un acuerdo con China para que la Supercopa se jugara inicialmente el 8 de agosto en el país asiático, con motivo del 60 aniversario de las relaciones diplomáticas con el Estado francés. Sin embargo, la incesante burocracia exigida para formalizar el acuerdo, unido a un desinterés generalizado de todas las partes implicadas, desbarató completamente la posibilidad, obligando a la liga francesa a apremiarse para encontrar una fecha y un estadio idóneo para albergar el Trophée des Champions.

Sin haberlo prácticamente consultado, la LFP confirmó que el partido se jugaría el 28 de agosto en el Louis II, estadio del Mónaco. La fecha, sin embargo, coincidió con el día de la ceremonia inaugural de los Juegos Paralímpicos de París, lo que obligó a una renuncia del PSG, que no aceptó desplazarse al estadio de su rival en la final y, por tanto, el fútbol francés quedó huérfano de la Supercopa durante los primeros seis meses de la temporada. Vincent Labrune, presidente de la LFP, comenzó a divisar distintas posibilidades, cerrando un acuerdo millonario con Qatar para que el partido se deslocalizara en enero al país de Oriente Medio.

En noviembre, tras varias semanas de negociación, la LFP confirmó que la Supercopa de Francia se jugaría en Qatar el 5 de enero, obligando a adelantar precisamente el Mónaco-PSG de la jornada 16 de la Ligue 1 que terminó con victoria por 2-4 para los de Luis Enrique el 18 de diciembre. El fútbol francés estimó que el acuerdo beneficiaba únicamente al conjunto parisino, ya que el nombre del Trophée des Champions fue bautizado como “Supercopa Visit Qatar”, el país que es propietario del Paris Saint-Germain. De hecho, ultras del Mónaco, en disconformidad con la disputa del partido, exhibieron varios mensajes de rechazo, entre ellas una pancarta que decía que “Qatar mata el fútbol francés”.

El domingo, además, hay previstos cuatro partidos de la Ligue 1, lo que condiciona todavía más que el encuentro se juegue en una franja horaria en la que únicamente el interés lo acapare la Supercopa francesa. El PSG, sin embargo, presentó una oferta más que suculenta para que sus aficionados viajen por un modélico precio a Doha. En un correo enviado la semana pasada a sus aficionados más fieles, el cuadro parisino permitía viajar al partido, con todo pagado, incluido el billete de ida y vuelta en avión, por tan solo 100 euros. No se esperan, sin embargo, apenas aficionados monegascos, que han mostrado su rechazo desde el primer momento a la disputa del encuentro en Qatar, así como ultras del Paris Saint-Germain, contrariados por la deslocalización de un encuentro que debería haberse jugado en suelo francés.

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