Chiquito Romero, el muro de América
El arquero de Boca Juniors volvió a ser decisivo para alcanzar la final de la Copa Libertadores. Busca la gloria en el tramo final de su irregular carrera.
Sergio ‘Chiquito’ Romero es el principal motivo por el que Boca Juniors disputará el próximo 4 de noviembre la final de la Copa Libertadores ante Fluminense en Maracaná. El arquero de 36 años ha dejado una fase final de torneo excepcional, con especial brillantez en las tandas de penaltis que el cuadro bonaerense ha superado en cada ronda.
Tanto en octavos de final como en cuartos y en semifinales, Boca ha necesitado de la definición desde los once metros para avanzar en la presente Libertadores y ahí Romero ha sido figura clave. En cada una de ellas ha sido capaz de detener dos lanzamientos y eso ha facilitado mucho la tarea a sus compañeros a la hora de definir en sus respectivos golpeos. Contra Nacional, Racing y Palmeiras el exarquero del Manchester United se hizo gigante y demostró su experiencia y sangre fría en los momentos culminantes.
No solo en los penaltis Romero se mostró soberbio. En cada partido dejó paradas fundamentales que en eliminatorias tan cerrados resultaron básicas para la supervivencia de Boca. Magistral fue sobre todo su papel en el Allianz Parque. Cuando el equipo quedó en inferioridad numérica por la expulsión del Rojo el veterano guardameta detuvo varios remates que hubiesen supuesto la remontada de Palmeiras. En la memoria de todos los aficionados quedará esa chilena detenida a Rony ya en los instantes finales.
Romero, historia de Argentina
Romero ha vivido una trayectoria repleta de altibajos. Durante muchos años permaneció a la sombra de De Gea en Manchester pero antes ya demostró su valía en el AZ y en la Sampdoria antes de poner rumbo a la Premier League. Su papel con la selección argentina, donde fue titular en el camino al Mundial de 2014 y durante toda la cita donde la albiceleste logró el subcampeonato, fue el motivo por el que dio el salto a la élite.
En la selección argentina ese Mundial disputado en Brasil fue su mejor momento pero antes ya vivió citas tan importantes como el Mundial de Sudáfrica y las Copa América de 2011, 2015 y 2016. En todas ellas vivió enormes decepciones y ahora ha visto el gran momento de gloria del combinado que dirige Scaloni al margen. No obstante, en esta Libertadores ha demostrado que, sin duda alguna, podría formar parte de sus convocatorias. Su único trofeo con los colores de Argentina llegó en los Juegos Olímpicos de Pekín, donde logró el oro junto a esa generación dorada.
El arquero ya ha vivido, en demasiadas ocasiones, lo que supone resultar subcampeón. Tanto con Argentina como a nivel de clubes ha vivido ese sabor amargo que confía en no repetir en Maracaná. Para ello deberá frenar al gran goleador del año como es Germán Cano y todo el potencial ofensivo de un equipo como Fluminense.
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