Bielorrusia | Carlos Alós
Carlos Alós: “Hay ilusión por meter a Bielorrusia en el Mundial”
El entrenador español atiende en exclusiva a Diario AS para repasar su etapa como seleccionador de Bielorrusia.
Carlos Alós Ferrer (Tortosa, 1975) cuenta con un gran caché en el fútbol internacional. El entrenador catalán ha dirigido equipos y selecciones de todo el mundo: Enosis FC (Chipre), Qatar SC (Qatar), FAR Rabat (Marruecos), FC Kairat (Kazajistán), Pogon Siedlce (Polonia), selecciones Sub-17 y Sub-19 de Kazajistán y selección de Ruanda. Actualmente, entrena a la selección de Bielorrusia, con la que sueña con lograr la clasificación al Mundial. Un reto complicado, pues lucharán en el mismo grupo que Escocia, Grecia y Dinamarca/Portugal.
-¿Qué valoración hace de estos últimos meses al frente de la selección de Bielorrusia?
Contentos. Nosotros cogimos a la selección hace año y medio, después de que llevaran cuatro partidos de clasificación para la Eurocopa 2024. Habían perdido tres encuentros. Los resultados nos fueron bien. Solo perdimos una vez en campo de Israel por 1-0. Hemos estado muy cerca de pelear por las primeras plazas. También éramos conscientes de que teníamos el puesto más bajo en el ranking FIFA del grupo. El balance es muy positivo.
-En agosto de 2023, abandona la selección de Ruanda para firmar con Bielorrusia. ¿Cómo surge esta opción?
Estábamos trabajando en Ruanda. En principio, nos costó tomar la decisión porque estábamos muy contentos. Habíamos renovado y surgió la oportunidad gracias un contacto cercano. Vimos que podía ser un reto bonito. Nos hacía ilusión, entre otras cosas, hacer una clasificación para un Mundial y jugar contra equipos de, quizás, un nivel mayor.
-¿Qué objetivos marcó la federación?
En las primeras reuniones que tuvimos, se establecieron varios objetivos. El primero que la selección compitiese. Habían quedado últimos en la pasada edición de la Nations League y habían arrancado mal la fase de clasificación de la Eurocopa. Paralelamente, también querían que ayudásemos en las metodologías de las federación y en las categorías inferiores. El planteamiento inicial era competir mejor de lo que se estaba haciendo y ayudar en el desarrollo de los equipos base de la federación.
-¿Está resultando difícil ese proceso de captación y selección de jugadores?
Antes había algunos jugadores de los que no se tenía suficiente control. Para la absoluta ya hemos captado alguno para las últimas convocatorias. Respecto a las inferiores, tengo planificado un viaje para hablar con el jugador bielorruso del Real Madrid, Aliaksei Mayorau (Infantil B), que lo está haciendo muy bien. Todo el proceso era un déficit que tenían en la federación y estamos trabajando a base de mucho scouting.
-Bielorrusia es uno de los países más afectados por el conflicto internacional entre Rusia y Ucrania. ¿Cómo está influyendo en el fútbol local?
La situación del país no es fácil. Lo que sube el nivel es tener a mejores extranjeros en la liga. Pasa en todas las ligas del mundo. Además, hacía tiempo que no había un equipo bielorruso en competiciones europeas. Este año el Dinamo Minsk se clasificó para la Conference League, que ya fue algo muy positivo para el país. Falta que la liga suba un poco el nivel. Si compiten bien los clubes, tendrá relación directa con lo que sucede en las selecciones.
-Entró al cargo con bajas probabilidades de conseguir el billete para la Eurocopa y se quedaron a las puertas de lograr el hito.
La lástima fue en nuestro debut, que empatamos contra Andorra. Era un rival que por nivel y ranking se puede decir que perdimos dos puntos. Y, más tarde, contra Suiza, cuando íbamos ganando 1-3 en el minuto 90′ y nos empataron en el descuento. Nos hizo mucho daño. Esos cuatro puntos fueron los que nos hicieron falta para clasificarnos a la Eurocopa. Estuvimos cerca.
-¿Cuáles son los próximos objetivos?
El objetivo más cercano, directo e importante es la clasificación al Mundial. Sabemos de la dificultad. Bielorrusia nunca lo ha logrado. Nos han tocado equipos con más valor de mercado y mayor ranking (Escocia, Grecia y Dinamarca/Portugal). A priori, no somos favoritos para clasificar. Somos conscientes de ello, pero estamos compitiendo muy bien. De 12 partidos oficiales, solo hemos perdido dos. Eso quiere decir que nos cuesta ganar, pero al rival también les cuesta ganarnos. Creemos en nuestras posibilidades. Va a ser un grupo muy parejo, donde se van a quitar puntos entre todos y va a estar abierto hasta el final. Y, luego, en la Nations League sería pasar a la Liga B, que nos quedamos muy cerca en la pasada edición.
“El objetivo más cercano, directo e importante es la clasificación al Mundial”
-Antes de poner rumbo a Bielorrusia, dirigió a la selección de Ruanda. ¿Cómo vivió aquella etapa en el fútbol africano?
Mi visión es un poco sesgada, porque en los clubes suele haber más dificultades. Con las selecciones solemos ir al mejor estadio de cada país. En Marruecos, por ejemplo, jugamos en un campo impresionante. Sí que es verdad que en general suele haber una falta de mejora en las instalaciones deportivas. Eso sí, la sorpresa fue mayúscula. Había más nivel del que esperaba. En principio, no era el combinado africano más fuerte. Nos costó mucho con los resultados al principio. Hicimos un trabajo de cambio, mediante un proceso de rejuvenecer la plantilla y acabamos muy contentos.
-Formó parte de la Academia Barça en Varsovia como director técnico durante cuatro años. ¿Qué ha trasladado a sus equipos de lo aprendido allí?
Saqué conclusiones e intentas implementar cosas aprendidas en la Academia del Barça. No obstante, habiendo dado muchas vueltas y visto culturas muy diferentes, lo que he aprendido es que no se puede copiar y pegar. Cada lugar tiene su propia cultura. Es muy importante esta capacidad de adaptación. Nos pasa en Bielorrusia. Nos tenemos que adaptar al perfil del jugador que tenemos. Yo puedo tener una idea de fútbol, pero en la selección tenemos muy pocos entrenamientos. Intentar hacer lo que yo quiero en un país cuyas cualidades son otras, requiere de mucho tiempo y es complicado. Es decir, no tengo una filosofía y voy con ella a todas partes.
-Ha entrenado en muchos lugares del mundo. ¿Le queda la espina de hacerlo en España?
Si te soy sincero, ahora mismo no. Me siento valorado en el extranjero a nivel económico, profesional y personal. España es una plaza complicada. Si sale una opción interesante en todos los aspectos, claro que me haría ilusión. Aún así, no siento la necesidad. De hecho, el año pasado rechacé una oferta de España. Era un equipo de segunda división. No lo veía pertinente en ese momento.
“El año pasado rechacé una oferta de España. Era un equipo de Segunda División”
-¿Siente más valorado su trabajo en el extranjero?
Pasa en todas las profesiones. Muchas veces, por el simple hecho de ser de fuera, te sientes más valorado en el extranjero que en casa. Cuando he ido a otros países, he tenido la suerte de ir a muy buenos clubes. He estado siempre muy valorado. No es ningún sacrificio salir de España.
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