Cara y cruz de los Inzaghi

Simone y Filippo Inzaghi viven las dos caras del fútbol. El primero, hermano menor, ve la cara con el Inter al haber llegado a la final de la Champions cuando muchos cuestionaban al entrenador para seguir en el cargo. El técnico, que fue llamado con el objetivo de meter al equipo en octavos, luchará por su primera ‘Orejona’ como técnico ante el Manchester City de Pep Guardiola el próximo 10 de junio en Estambul (Turquía). El de Piacenza comenzó su andadura en los banquillos en el equipo Primavera de la Lazio en 2013 hasta que en 2016 dio el salto al primer equipo con el que ganó una Copa y dos Supercopas antes de que el Inter se fijara para ser el líder del banquillo.

Con los neroazzurri ha ganado dos Copas de Italia y dos Supercopas a la espera del partido más importante en su trayectoria como técnico y que le puede elevar al olimpo de la Champions escribiendo su nombre en la historia del Inter a la altura de Helenio Herrera y José Mourinho. En Serie A necesita tiene casi sellada su presencia en la próxima edición de Champions y la temporada pasada se quedó con la miel en los labios para revalidar el título de Liga de los interisti al terminar a dos puntos del Milan.

La cruz le ha tocado a Filippo. El técnico ha sido eliminado por el Südtirol, el club cooperativa que ha revolucionado el fútbol italiano, en el partido de cuartos de playoff de ascenso a la Serie A. Un gol de Casiraghi ha roto el sueño del ascenso de la Reggina. La trayectoria del Pippo ha tenido de todo. Del filial del Milan pasó al banquillo del primer equipo en la 14/15 y después decidió bajarse al ‘barro’ para tocar las mieles del éxito en equipos modestos. Con el Venezia pasó de Serie C, tercera italiana, a Serie B y casi, en dos años, a Serie A al caer en semifinales del playoff. Bolonia sería su próxima parada donde duró 21 partidos y de allí dio un nuevo salto con el Benevento al que ascendió en 2020 y casi mantiene en Serie A en 2021. Su siguiente reto llegó con un histórico como el Brescia. Allí lo despidieron con el equipo quinto a falta de siete jornadas. Sin embargo, la Reggina apostó por él al conocer al dedillo la segunda italiana y tener un ascenso a la máxima categoría del fútbol italiano. El equipo de Calabria fue séptimo en liga y, para desgracia del ganador de dos Champions con el Milan, fuera de la pelea por el ascenso.