Caos en el Clásico del Astillero

El Clásico del Astillero entre Emelec y Barcelona emprobreció la goleada por 0-4 del Ídolo de Ecuador debido a la afición del Bombillo que provocó la intervención policíal en la tribuna del estadio. Un partido que fue dominado de principio a fin por el conjunto visitante con dos goles en la priemra mitad y otros dos en la segunda.

El árbitro Robert Cabrera se vio obligado a detener el partido para que la policía intentara controlar la situación. Los agentes recurrieron al uso de gases lacrimógenos para dispersar a los hinchas, lo que obligó al portero Ignacio de Arruabarrena a salir de su portería.

La policiía se llevó a varias personas de la grada y los desalojó del estadio. En un intento por frenar a la afición, el jugador Luis Fernando León se acercó a esa zona para pedir tranquilidad y poder seguir disputando el Clásico del Astillero. Un mensaje que no caló porque se vio a la barra de Emelec tirar botellas de cristal a Janner Corozo cuando celebraba el 0-3. La tensión fue aumento y se agravó unos minutos después cuando casi impacta una botella en la cara de Ignacio de Arruabarrena.

Ante esa escena, el árbitro detuvo 17 minutos el partido, mientras que la policía volvía a intervenir para desalojar al resto de presentes en la tribuna y restablecer el orden.

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