Camavinga, ocasión de oro

Camavinga y diez más. Esa fue una de las conclusiones a las que Ancelotti llegó en verano, analizando soluciones tras el adiós de Kroos. Pero las lesiones se han empeñado en complicar que la teoría, se afianzase como práctica. Esta tesis tan sólo tenía un matiz: debía amoldarse al volante, pues el pivote es para Tchouameni. Aprender a ser un jugador más fino en la creación, más preciso. Una versión 2.0, alejada de ese futbolista alocado y peligrosamente imprevisible, que está logrando. Pero una vez más han aparecido las lesiones. Y la de Militao le afecta... y mucho.

Porque Tchouameni se pasará un buen tiempo jugando de central. El plan es que sea el compañero de Rüdiger hasta que Alaba regrese a los terrenos de juego. Pero esta es una de las mayores incógnitas que sobrevuelan el vestuario en estos momentos. El austriaco ya toca balón y las sensaciones son positivas, pero aún le queda el mes decisivo: golpeos potentes, esprintes, choques en desequilibrio. Una prueba del algodón que puede salir bien, o necesitar más de un mes. Sea lo que sea, durante todo este tiempo, el central será Tchouameni. No Asencio, guste más o menos. Aurélien. Y aquí erradica la oportunidad de oro de Camavinga.

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Pieza clave

Carecerá de competencia para el pivote. Será suyo. Sólo suyo. Y no sólo por méritos, sino por urgencia: el equipo se está mostrando huérfano de un cerrojo. Aunque Valverde haya estado ejerciendo en dicho rol, no es su posición natural. Sí la de Camavinga, que ya se encuentra totalmente recuperado de la lesión y transmite hambre de minutos. De demostrar, incluso, que debe estar por delante de Tchouameni cuando todo vuelva a la normalidad. Aunque convencer a Ancelotti de esto es casi un imposible.

Han sido 17 días fuera

Camavinga está al 100%, sin rastro de molestias en el bíceps femoral de la pierna izquierda, zona donde sufrió el famoso crack en Anfield, marchándose directo a la enfermería y siendo diagnosticado de una rotura: 21 días de baja. Finalmente, fueron un poco menos: 17. Reapareció en Vallecas para disputar los últimos 20 minutos y las sensaciones individuales fueron muy positivas. No está siendo una temporada fácil, con dos lesiones ya en su bagaje (en el entrenamiento previo a la Supercopa de Europa sufrió un esguince del ligamento colateral interno en la rodilla izquierda: mes y medio fuera), pero ya ve luz al final del túnel.

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“Titular”

Ancelotti ha decidido que sea titular este miércoles, poniendo el candado en la final de la Intercontinental, frente a Pachuca (18:00 horas, Telecinco). Pregón a una serie de partidos en los que esta posición será suya y solamente suya. Carletto lo considera titular en este equipo, como demostró en la rueda de prensa de Vallecas: “Nos han faltado siete titulares, Militao, Alaba, Carvajal, Mendy, Camavinga, Vinicius y Mbappé; siete”. El técnico ya lo ubica entre esos nombres. Sus titularísimos. Demostrando que la idea que se tomó en verano, continúa. Dichosas lesiones, pensarán ambos. Propias y ajenas. Pero también son oportunidades secundarias. Y a Camavinga, el tiempo que Tchouameni sea “central de emergencia”, le llega una de oro.