Camavinga ilusiona

Hubo que esperar cuatro años, concretamente desde el 7 de octubre de 2020, para que Eduardo Camavinga volviera a marcar con la selección francesa. El centrocampista lideró el triunfo de la subcampeona del mundo en Hungría contra Israel, 1-4, consolidándose en el centro del campo y enviándole un mensaje a Deschamps, que no había confiado del todo en el potencial del jugador del Real Madrid.

Fue el partido número 22 en el que el franco-angoleño vistió la tricolor, formando doble pivote con Tchouaméni, su compañero en el conjunto blanco. La baja de Kanté, lesionado, y de Rabiot, sin ritmo desde que fichó en septiembre por el Olympique de Marsella, le abrieron las puertas de la titularidad, realizando un encuentro sensacional hasta que Deschamps, por precaución, le sustituyó en el segundo tiempo.

Han sido cuatro años en los que Camavinga ha luchado para ser titular con Francia. El doble pivote Kanté-Pogba, héroes en Rusia 2018, era inamovible cuando, con tan solo 17 años, rompió todos los récords de precocidad en su primera internacionalidad ante Croacia, en 2020. Luego aparecieron Rabiot y Tchouaméni, por lo que Deschamps, que le dejó fuera en varias listas e incluso le llegó a asentar como lateral izquierdo en el Mundial de 2022, no le encontró acomodo.

En total, el canterano del Rennes ha acumulado 22 internacionalidades, 12 de titular, 10 como suplente, alternando la posición de mediocentro como lateral. De hecho, antes del Mundial de Qatar, Deschamps le había señalado en una derrota contra Dinamarca en la Nations League, asegurando que no había hecho muchas cosas bien en el primer tiempo antes de ser sustituido y llevarse un jarro de agua fría, porque en ese momento tenía opciones incluso de ser titular en la cita mundialista.

El partido de Camavinga contra Israel supone una liberación para él. En la Eurocopa, fue suplente en todos los partidos menos en uno, ante Portugal en cuartos, disputando los 90 minutos. La suplencia contra España, en semifinales, no le sentó nada bien y, en el último parón, en septiembre, no fue llamado por Deschamps tras haberse lesionado en la antesala de la final de la Supercopa contra la Atalanta.

“Tuve una buena actuación. Puedo hacerlo mejor, perdí bastantes balones Aun así, ha sido una buena actuación. Es un buen augurio para el futuro. Me preparé bien en el Real Madrid. El objetivo de todos era ganar. Hay que hacer buenos partidos (...) ¿Mbappé? Las cosas van muy bien en el Rea Madridl, habla muy bien español y ha conseguido aclimatarse al vestuario”, dijo Camavinga, en el micrófono de TF1, tras el triunfo contra Israel. Deschamps también valoró su prestación, tirando de ironía por una falta que cometió en el primer tiempo y que le costó la amonestación. “¡Puede hacerlo mejor (risas)! No, en realidad estuvo muy bien. Aparte de la entrada... Una falta inteligente”.

El lunes, ante Bélgica, Camavinga tiene otra oportunidad de oro para, definitivamente, consolidarse en la selección francesa. Por potencial, aúna todas las condiciones para marcar una época en la medular de Les Bleus, después de que Pogba y también Kanté, aunque fue convocado a la próxima Eurocopa, hayan perdido fuelle en los últimos años. Rabiot, de momento, no despega en el Marsella. Su partido contra Israel le refrenda como un jugador importante en una selección que añora jugadores de su estirpe, técnicos, máxime tras la retirada internacional de Griezmann.

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