Brecha entre el PSG y Mbappé

Antes de que Kylian Mbappé anunciara en privado, a mediados de febrero, que se marchaba del PSG, el delantero era insustituible para Luis Enrique. Mismamente, en enero, durante dos partidos de Copa intrascendentes, ante el Revel, de sexta división, y el Orleans, de tercera, el capitán de la selección francesa disputó los 90 minutos, sin importarle al técnico asturiano el riesgo de que cayera lesionado. Un mes y medio después, con su marcha confirmada, la situación ha cambiado radicalmente y el de Bondy ya no es intocable para su entrenador.

“¿Explicar mi manejo de Kylian? No voy a entrar en ese juego. Soy un profesional y lo que he dicho a sus compañeros es lo que voy a repetir hasta la Real Sociedad. No hay ningún problema, es gestionar una situación de la mejor manera, de la manera que creo que es mejor. Nada más (...) Intento encontrar la mejor opción para el equipo. La opción que creo que es mejor... Puede que me equivoque o no, sea quien sea. ¿Un castigo? Mi respuesta es la que he dado. Tarde o temprano, tenemos que acostumbrarnos a jugar sin él. Tengo que tomar decisiones todo el tiempo”, resumía Luis Enrique, este viernes en Mónaco, después de haberle sustituido en el descanso.

El mensaje del exseleccionador español ha sido el mismo durante las últimas dos semanas: el club debe acostumbrarse tarde o temprano a jugar sin Kylian Mbappé. En la previa del encuentro contra el Mónaco, que acabó con empate sin goles, Luis Enrique aseveró que el equipo de la próxima temporada será mejor que el de la actual, palabras consideradas en Francia como un desafío hacia el máximo goleador de la historia del Paris Saint Germain.

Los hechos que acaecieron tras su sustitución en el Louis II de Mónaco fueron todavía más controvertidos. Mbappé salió del túnel de vestuarios y dio una especie de vuelta de honor a la pista de atletismo del estadio del conjunto monegasco, haciéndose un selfie con una trabajadora del club y sentándose en el palco junto a su madre, Fayza Lamari, sin pasar por el banquillo. “¿La presencia de Mbappé en la grada en la segunda parte? No vi lo que pasaba fuera del campo. Eso forma parte del espectáculo del fútbol y mi espectáculo es lo que pasa en el campo”, resumió Luis Enrique.

Según informó L’Équipe, tras el final del partido en Mónaco se produjo una discusión entre el entorno del astro galo y dirigentes del PSG, aunque para su entrenador la situación va a ser la misma. Las dos últimas sustituciones, contra Rennes y Mónaco, responden a una filosofía que ha adaptado Luis Enrique desde que conoció en febrero que Mbappé no seguiría la próxima temporada, orientada a buscar que el equipo no dependa de sus goles y adaptarse a otros contextos.

Tras la ida de los octavos ante la Real Sociedad, que es cuando el jugador se presentó en el despacho de Al Khelaïfi para comunicarle su decisión definitiva, Mbappé no ha jugado los 90 minutos en ninguno de los tres últimos encuentros: disputo 30′ contra el Nantes, fue sustituido en el 65′ ante el Rennes y este viernes, en Mónaco, le cambiaron al descanso. Habrá que ver, el martes, en una eliminatoria de Champions, si Luis Enrique tiene la osadía, o la valentía, de enviarle al banquillo con un resultado apretado.

Porque la gestión de Kylian Mbappé es competencia exclusiva del entrenador, no una orden de Qatar o Nasser Al Khelaïfi. Si algo ha caracterizado a Luis Enrique a lo largo de su carrera es a saber imponerse a cualquier ego en el vestuario. La relación con el delantero ha sido siempre profesional, pero ambos han protagonizado distintos episodios tumultuosos. Tras marcarle un hat-trick al Reims, el técnico español aseguró que “esperaba más de él”, ‘picándole’ para que mejorara sus prestaciones defensivas. En el último partido de la fase de grupos, en Dortmund, Mbappé le objetó que echara el equipo atrás cuando un gol certificaba su liderato de grupo. Y ahora, en sus últimos meses en París, Luis Enrique le ha cambiado el status de intocable a prescindible.