Brahim se salva de la catástrofe

La fiesta estaba preparada en Rabat con un escenario impresionante y un espectáculo de luces y sonido en la previa pero el ambiente se fue enfriando cuando Marruecos no era capaz de anotar un solo gol a la débil Baréin. De nada servía la presencia estelar de Brahim, Achraf o Abde y las alarmas ya se encendían. Tuvo que aparecer el veterano El Yamiq para culminar un tiro de esquina con un inapelable cabezazo en el tiempo de descuento para evitar la debacle.

Marruecos se ha paseado en la fase de clasificación y obtuvo el billete con pleno de triunfos en su grupo pero esta noche el rendimiento fue realmente pobre ante su afición. El equipo llevó la iniciativa en todo momento, gozó de un porcentaje de posesión superior al 80% y aun así sufrió para generar ocasiones claras de gol.

El técnico local exprimió a Brahim, que jugó 79 minutos. Lo intentó con empeño pero con muy poco acierto en los metros finales. Al igual que Abde, que sin espacios no pudo sorprender y desperdició la mejor ocasión de Marruecos con un cabezazo pegó en la madera.

Achraf llevó buena parte del juego creativo en campo rival. Fue el jugador de campo que más toque de balón sumó pero la zaga de Baréin no le permitió culminar sus incorporaciones. Llamativo si se observa como la selección del Golfo Pérsico finalizó en último lugar su grupo clasificatorio por detrás de otras como China o incluso Indonesia.

Finalmente, ya en el tiempo añadido, que fue de siete minutos llegó el tanto que alivió al equipo y permitió a la afición local celebrar un tanto que ya no se esperaba. Un aviso de cara al Mundial para una selección que ha evolucionado y querrá repetir la hazaña de Qatar 2022.

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