Bodipo: “Soñamos con traernos la Copa a casa”
El exdelantero ecuatoguineano atiende a AS como nuevo embajador de la Copa de África, siendo el primero de su país en serlo. Hoy, Guinea Ecuatorial se enfrenta a Costa de Marfil por un puesto en octavos de final.
Hoy se enfrentan Guinea Ecuatorial y Costa de Marfil en la tercera jornada de la fase de grupos de la Copa de África. AS ha podido hablar con Rodolfo Bodipo, embajador ‘Leyenda’ de esta Copa de África y un jugador muy conocido en el fútbol español. Jugó en clubes históricos como el Recreativo de Huelva, Racing de Santander, Alavés, Deportivo de la Coruña, donde se convirtió en ídolo, y, Xerez, su último club antes de retirarse en 2013.
Nació en Dos Hermanas, Sevilla, pero eligió jugar para Guinea Ecuatorial, cuna de su padre, y, allí, se convirtió en leyenda. Rescató el fútbol ecuatoguineano, ‘fundando’, en cierta forma, la Selección de Fútbol de Guinea Ecuatorial y convirtiéndose en referente de este pequeño país africano de poco más de un millón y medio de habitantes, exportando el deporte más famoso del mundo a todo el globo.
‘Invictus’ Bodipo, emuló de alguna forma a Nelson Mandela. Al menos, en la parte de devolver la ilusión a un país y resucitar la pasión por un deporte. Bodipo no lo hizo con el rugby, sino con el fútbol. Ahora, disfruta de su selección desde la barrera. Consciente, de que hoy, Guinea Ecuatorial, es más selección gracias a él:
- Ha sido elegido embajador para la Copa de África en Costa de Marfil. ¿Cómo sucedió?
En Guinea Ecuatorial era embajador de la marca Total Energie, que es patrocinador de la CAN (Copa de África de Naciones). Yo recibía la copa, se la presenté al presidente y ahora me han nombrado embajador de la Copa de África en Costa de Marfil. En la CAN eligen a embajadores ‘Leyendas’ y fue, yo creo, un reconocimiento a mi carrera como leyenda del fútbol africano. Soy el primer guineano en ser nombrado embajador de la CAN, y para mí es un orgullo poder representar a Guinea Ecuatorial.
- Está usted ahora haciendo esta entrevista en la sala del estadio Amadou Gon Coulibaly, donde acaba de finalizar el encuentro entre Túnez y Namibia. ¿Qué debe hacer usted como embajador cuando acude a un partido? ¿Cuáles son sus funciones?
Yo como embajador debo darle visibilidad a la competición y a la marca CAF. Debo dar conferencias, reunirme con otros embajadores... y, sobre todo, ver partidos. Hay alguna leyenda de Namibia, está Cissé, está Okocha, de Nigeria. Lo que hago es ser parte de la imagen de esta copa de África con los jugadores.
- Ahora es embajador, pero, tras ser seleccionador de Guinea Ecuatorial Sub-23, fue anunciado como nuevo seleccionador de la absoluta ecuatoguineana. Sin embargo, el nombramiento no fructiferó por problemas con el presidente de la federación. ¿Qué es lo que ocurrió?
Bueno, eso fueron cuestiones con el anterior presidente. Ya se me ha olvidado. Lo más importante es que he estado cinco años en Guinea Ecuatorial con los jugadores locales y la selección Sub-23. Creo que se ha hecho un buen papel y se han sacado muchos jugadores que, a día de hoy, fortalecen la selección absoluta. Estoy contento con mi trabajo. Hay que cuidar, alimentar y, sobre todo, enseñar a una cantera para el futuro de Guinea Ecuatorial porque los Nsué y los demás veteranos se retirarán y necesitaremos jugadores locales.
- Usted tenía la idea de fundar una escuela de fútbol base en Guinea. No obstante, ¿por qué no llegó a ver la luz ese proyecto?
Había varios socios y, al final, cuando estaba todo hecho, uno de ellos se echó para atrás. Esto hizo que no tuviéramos unas instalaciones en condiciones para darle el mejor servicio a todos los chicos que ya se habían apuntado en la academia. Pero encontraremos otras instalaciones, gente que aporte, y espero que mi sueño de montar una academia en Guinea Ecuatorial se cumpla tarde o temprano.
- ¿Hay alguna promesa ecuatoguineana que pueda recomendarnos seguir para el futuro?
Hay mucha materia prima, siempre lo digo. España tiene que aprovechar mucho más. Primero, porque Guinea ha sido su colonia. Segundo, porque la mayoría de los guineanos se sienten españoles, y tercero, porque hay un mismo lenguaje. Hay materia prima, muchos jóvenes. España debería hacer como los franceses y los ingleses, que están formados por muchos jugadores de raíces africanas, pero con cultura francesa e inglesa. Al final muchos jugadores en Francia son de raza negra. Por eso, creo que España debería hacer algo más para ver a estos jugadores. Yo hice varios convenios de chicos que están en España jugando en categorías mínimas, pero que, poco a poco, se pueden ganar la vida. Hace falta que los clubes españoles miren más a Guinea Ecuatorial.
- Hablamos de la selección ecuatoguineana. Usted llegó prácticamente solo en 2003. Estaba en uno de sus mejores mom entos como futbolista en el Racing y pudo elegir ir con España. ¿Qué le llevó a tomar esa decisión tan valiente?
Yo creo que fueron los sentimientos. Tuve una conversación con mi padre y él me comentó que tenía la oportunidad de hacer felices a miles de guineanos. Me dijo que con solo mi presencia tendría a todo el país movilizado, ya que era un jugador ecuatoguineano jugando en la 1ª División española. Esto me convenció de tomar esa decisión de la cual estoy orgulloso. Yo sabía que las condiciones no eran las más idóneas en ese momento, ni el estadio, las instalaciones... la parte de mi corazón y mi sangre guineana tomaron la decisión de la cual no me arrepiento. Pude conocer las raíces de mi padre, que llevaba 25 años sin pisar Guinea.
- Su padre, como usted ha dicho, llevaba 25 años sin pisar Guinea, hasta que usted consiguió llevarle y provocar el reencuentro de él con su madre tras todo ese tiempo. ¿Cómo fue ese momento?
Ese momento fue muy bonito. Vengo de una familia muy humilde y, en cuanto tuve la oportunidad de llevarle. que fue cuando me llamó la selección por segunda vez, fue muy emotivo. Es hijo único, lleva 25 años sin ver a su madre y 45 sin volver a su país... imagínate lo que se debe sentir. Es el ser humano. Se me pusieron los pelos de punta, a día de hoy te lo cuento y me sigue pasando. Fue, como te digo, un momento muy feliz y me siento orgulloso como hijo de haber llevado a mi padre a ver a su madre y, también, a su gente después de 45 años sin ver a sus primos y demás.
- Su primer partido con la selección de Guinea Ecuatorial fue en tierra. En ese momento, usted estaba en el Racing de Santander, jugando en estadios de más de 40 mil personas, con un césped regado y en buen estado, y en uno de sus mejores momentos como futbolista. ¿Cómo es ese cambio tan drástico para un jugador profesional?
En primer lugar, sorprende, porque tres días antes estaba jugando en Mestalla. Ese partido salió redondo: jugué de inicio y marqué dos goles. Al final, esa ilusión de todos los guineanos se vivió muchísimo más. Se vio ese partido allí, y cuando llegas al estadio... es mucho cambio, pero, si te soy sincero, cuando vi el campo pensé “Puedo lesionarme y mi carrera se puede acabar”. Los sentimientos hicieron que me olvidara de eso, que jugara y que hiciera disfrutar a la gente, porque ver el campo lleno cinco horas antes es algo que no encuentras en muchos sitios.
- Este amor que usted profesa por Guinea Ecuatorial no son solo palabras. Usted llegó a poner dinero de su propio bolsillo para que la selección saliese adelante.
Tuve una audiencia con el presidente de la República tras el primer o segundo partido, no lo recuerdo bien. Me dijo: “Bodipo, ¿qué es lo que quieres?”. Yo le contesté: “Lo único que quiero es excelencia en las instalaciones, en los campos de fútbol... para que en un futuro pueda haber otro ‘Bodipo’ o alguien mejor que Bodipo, y que salgan mejores jugadores”. Fue lo único que le pedí. Al año y medio, estábamos inaugurando un campo de fútbol. Es verdad que tuve que poner de mis fondos propios muchas veces, pero en ese momento no miras la parte económica, sino la imagen de tu país y, sobre todo, que los guineanos salgan de esos problemas.
- Remontémonos a un partido contra Togo, selección donde jugaba una cara del fútbol español, Emmanuel Adebayor. Jugaron en un campo de tierra y lodo, con menos gente que de costumbre para usted, y fue una atmósfera diferente. ¿Cómo recuerda ese partido?
Con mucho sentimiento. Antes del partido veías a la gente ilusionada en la calle, el jefe de Estado dio varios días de fiesta para que la población disfrutara de ese gran evento... y como te he dicho antes, el estadio estaba lleno 5 horas antes. Era una auténtica pasada. Sabíamos de las dificultades por las condiciones del terreno de juego, pero no pensamos en nada más. Solo en jugar y, gracias a Dios, celebramos una victoria ante un equipo bueno como Togo. Adebayor me dijo “On va voir Lomé”, que significa ‘nos vemos en Lomé’. Ahí me dije: “Ya nos están empezando a respetar”. Porque, cuando una gran estrella como Adebayor te conoce y te habla después del partido para decirte eso, es porque a Guinea Ecuatorial ya se la estaba respetando.
- Llegó para cambiarlo todo allí. Era el capitán. Sin embargo, no todos los jugadores hablabais el mismo idioma. ¿Era fácil comunicarse? Al final, como líder, a usted le tocaba crear la ‘piña’ con todos.
¿Sabes qué pasa? El idioma del fútbol es internacional. Como capitán, intentaba, pese a las diferencias del lenguaje, que todos fuéramos un grupo, una familia. Al final, en el campo no hay un lenguaje. Hay un escudo y una bandera que hay que defender. Era lo único que me importaba en ese momento.
- También quiero recordar el partido frente a Camerún, que empezaron ganando y al final lo perdieron, y usted lo achacó al arbitraje. Dijo que en África es muy difícil jugar fuera de casa. ¿Qué quiso decir con eso?
Jugar fuera de casa, tanto como entrenador como jugador, es muy difícil, y más contra potencias africanas. Con Camerún llegamos tras 5 meses sin liga, fueron 2 meses muy intensos para poner a tono a los chicos. Ganamos en casa 1-0, pero fuera perdimos 2-0. Como me dijo Eto’o, con el deporte no se juega en Camerún y, aparte, tenían 4 Copas de África.
- “No hemos ganado un partido, pero hemos ganado un gran equipo”. ¿Le suena?
Me recuerda a la primera CHAN (Campeonato Africano de Naciones) en la que participé (Bodipo era entrenador de aquella Guinea Ecuatorial Sub-23), en Marruecos, en 2018. Llevamos a jugadores que llevaban ocho meses sin liga porque la federación no estaba bien. Imagínate estar con jugadores que hace 8 meses que no juegan liga, no los conoces, y durante un mes y medio intentas enseñarle todo lo posible. Éramos la selección más joven, o una de las más jóvenes, pero hicimos buenos partidos. Tuvimos a Nigeria, que fue finalista, eliminada durante muchos minutos, pero la experiencia es un grado. Había jugadores de Nigeria que habían jugado un mundial, y al final te ganan. Libia era, prácticamente, la absoluta al completo. Al final, es aprendizaje, como les dije a ellos. Perdemos, ganamos, pero aprendemos. Ahora muchos de esos chicos están en la absoluta.
- ¿Cuánta diferencia hay entre el arbitraje de África y el de Europa?
Hay mucha diferencia. Aquí en África, los árbitros no tienen ese empaque que tienen los europeos. Ya se está nivelando la cosa, pero antes era muy muy difícil.
- Usted como jugador se retiró contra España en un amistoso. Era una retirada muy especial. Sin embargo, su entrenador, Andoni Goikoetxea, decidió no sacarle hasta 5 minutos antes del final. ¿Qué ocurrió?
Pasar, pasar... creo que sé lo que pasó, pero no me voy a dejar llevar porque creo que al final todo el mundo en el fútbol nos conocemos, y cada uno quiere tener la conciencia tranquila, pero creo que fue un gesto muy feo, dejarme en el banquillo en mi despedida y me saque cinco minutos cuando físicamente estoy bien, que puedo competir, y que la gente estaba pidiendo que me sacara ya en la primera parte. Es una imagen que quiero borrar porque no se portó (Goikoetxea) nada bien conmigo. Pero, al final, ya han pasado 10 años, son cosas que pasan y, como te he dicho, en el fútbol nos conocemos todos, y cada uno tiene su nombre, su historia, y tampoco tiene sentido remover tierra a estas alturas.
- La prensa mundial calificó de ‘indecente’ ese partido amistoso debido al régimen dictatorial guineano. ¿Cómo lo vivió usted?
Tuve un rifirrafe con un presentador de un programa. Le pedí respeto a mi país. Hubo muchos comentarios fuera de lugar. Fue un partido bonito entre España y Guinea Ecuatorial que no lo habíamos disfrutado nunca, encima en mi despedida. Fue muy especial.
- Volvamos al presente. En la Copa de África hay jugadores élite como Salah, Oshimen, Achraf... que juegan en ligas europeas. Ante la llamada de su país, deben marcharse un mes con sus selecciones. ¿Cree que hay alguna alternativa para que estos jugadores no tengan que abandonar sus clubes durante unas semanas o piensa que hay que acatar las normas y punto?
No creo que se deban acatar las normas, sino que se debe buscar un punto intermedio. El club, sí, te paga, que hay bonificaciones y el jugador presiona, pero, también creo que para un jugador lo más importante es defender los colores de su país y la competición, si llegas a la final, dura un mes. Yo creo que es bonito para el futbolista y es un sentimiento que no se les puede quitar. A nadie le puedes privar de jugar con España, con Camerún, con Brasil, con Guinea Ecuatorial, con Namibia... el ambiente que se ve aquí es de sentimiento. Sentimiento por un país, por una cultura, por unas raíces. Y así se ha montado el fútbol. No sé si en un futuro se adoptarán otras medidas, pero creo que un jugador, si quiere, puede defender los colores de su bandera.
- Me gustaría preguntarle, a raíz de esto, por Umar Sadiq. No sé si sabe lo que ha ocurrido con él. Estaba convocado con Nigeria, pero, debido a una lesión, se le sustituyó por otro compañero. Sin embargo, fue convocado por la Real Sociedad para el partido de Copa frente a Osasuna y el sábado jugó frente al Celta. ¿Qué opina como seguidor y embajador de la Copa de África?
Me pilló de sorpresa. La verdad que no tengo ni idea. Supongo que serían problemas internos, y a ti y a mí se nos escapa. Yo quiero que estén los mejores jugadores y el mejor espectáculo para los aficionados.
- Desde que usted se retirara en 2013, ha habido muchos cambios en el fútbol africano: el precio de las entradas, las condiciones de los terrenos de juego, de los estadios, la profesionalización de los futbolistas... ¿Qué aspectos cree que la gestión de esta Copa África es óptima? ¿Qué aspectos mejoraría usted?
Yo creo que la CAF está gestionando cada vez mejor los eventos. Se está viendo mucho más marketing, a la gente mucho más involucrada, se están viendo ayudas para que las personas más desfavorables puedan acudir a los estadios... la cuestión es mejorar. La CAF, desde hace unos años está haciendo una buena gestión, está involucrando a jugadores ‘leyenda’ y a otro tipo de instituciones. Creo que cada edición veremos una Copa de África mucho mejor, como organización, como gestión, a nivel futbolístico, y, así, el espectador podrá disfrutar de una mejor calidad.
- Juegan hoy contra la anfitriona, Costa de Marfil. ¿Sueñan con hacer algo grande?
Guinea tiene todas las opciones para llegar muy lejos, es el grupo más fuerte con dos grandes selecciones como la anfitriona Costa de Marfil y Nigeria, pero nos la jugaremos contra la anfitriona para pasar la fase de Grupos. ¡Claro que se puede soñar y seguiremos soñando que esta selección siga escribiendo su historia! Soñamos con traernos la copa a casa.
- Cambiando radicalmente de tema, hace unos días se celebró el The Best. Para sorpresa de muchos, ganó Messi por delante de Haaland y Mbappé. Nsué, capitán de Guinea Ecuatorial, votó por el argentino. Juan Machi, el seleccionador ecuatoguineano, eligió al noruego en primera posición. ¿Qué le pareció a usted el The Best? ¿La elección de capitán y entrenador es consensuada entre el equipo o es únicamente elección de ellos?
No he hablado con Emilio (Nsué), pero de lo que menos es de esto (se ríe). Aun así, si es la votación que en grupo han hecho o si lo ha hecho él, me parece bien. El míster también ha hecho su votación por Haaland. Al final, el voto de los capitanes le ha dado a Messi el premio. El The Best más controvertido y polémico, pero Haaland que espere que lo va a ganar muy pronto. El rey del fútbol se lo lleva todo. Jugando en ligas menores, es el rey. Siempre hemos pecado, hemos hecho mal, de comparar a Messi y Cristiano. Hemos perdido mucho tiempo en compararlos cuando estaban en nuestra liga, en vez de disfrutarlos más. Aunque eso también hizo que fueran tan competitivos entre ellos.
- ¿Para usted es mejor Messi?
Es mucho más completo. Messi te juega de 10, de 9, de 8, de 4, de central y si quiere te juega hasta de portero. Es una pasada. Es la magia, Cristiano es una auténtica bestia, un depredador, pero me quedo con la magia de Messi.
- Usted también era un depredador del área. Siempre tuvo ese olfato goleador que tienen los delanteros, y así lo demostró despuntando en el Recre. De Huelva se fue a Santander, al Racing, donde coincide con Quique Setién. ¿Cómo es él como entrenador? ¿Ha adoptado usted alguna idea suya y la ha puesto en práctica?
A mí me gusta mucho su filosofía y su metodología. Soy un enamorado de Guardiola, aunque uno siempre le pone pinceladas personales. Lo curioso con Quique es que estaba de secretario técnico, echaron a un entrenador paraguayo (Gustavo Benítez Bento) y le dijeron que se pusiera, pero él no quería. Al final se puso, acabé yo como máximo goleador, Quique me sacó bastante, y ascendimos. Al año siguiente, se vio que, como persona, es espectacular Quique, se quitó como primer entrenador en Primera División, y puso a Manolo Preciado, que en paz descanse, que venía del ‘B’. Es una gran persona y un buen entrenador.
- Tras su etapa en el Racing, ficha por el Alavés y coincide con Piterman. ¿Cómo era él? Cuénteme alguna anécdota que tenga con el empresario.
Un personaje. Era un personaje. Yo creo que le estropeaba un poco el no poder controlar sus sentimientos y sus formas, porque Dmitri no era mala persona. Para mí, es de los mejores presidentes que hemos tenido cuando la cosa estaba bien, porque cuidaba a sus jugadores, los mimaba, pero luego se le iba un poco con cualquier crítica. Fíjate como era, que nos fuimos a San Francisco una pretemporada, y él tenía una casa allí. Un día nos invitó. Con la gracia, Óscar Téllez nos tiró a su piscina a él y a mí. Y Piterman con el móvil. Nos echó a todos. Hora y media estuvimos fuera de la casa esperando al autobús. Ese era Piterman. A veces te cogía y te daba un masaje, te traía una crema de Estados Unidos y se ponía a darte el masaje. Esa era Piterman. Tenía muy buenas cosas, y otras que no venían a cuento.
- En Coruña coincidió con otro gran personaje como es Lendoiro. A usted le hizo el contrato más largo del Dépor, de 7 años, lo que también trajo consigo problemas porque usted quería cumplir el contrato y no rescindir. ¿Cómo era su relación con él?
Mi etapa en Coruña es una de las más felices. Con un gran equipo y una gran afición. El presidente, Lendoiro era mucho más distante que Piterman. Ya lo conocemos todos. Es un gran negociador, ha hecho historia en el Dépor. Al final, cuando las cosas se ponen duras, cada uno defiende sus intereses. Él tenía los suyos, yo los míos, y, a partir de ahí, pues bueno, ya ha pasado mucho tiempo. Yo elegí quedarme en el Deportivo porque era mi mejor opción.
- En el Deportivo de la Coruña estuvo siete años, vivió muchos momentos buenos y malos, e, incluso, fue usted quien marcó el gol que le daba al Dépor el récord de puntos de Segunda División. ¿Cuál es el recuerdo más feliz de ‘O Percebeiro’ en Coruña?
He tenido mucha suerte, aunque también la he buscado, porque era el primero en llegar a entrenar, me iba el último, pese a que no contaban mucho conmigo los entrenadores, pero siempre esperaba mi oportunidad y muy bien preparado. Y, cuando entraba, en los pocos minutos que jugaba, tenía la suerte de marcar algún gol y, sobre todo, goles clave. Creo que metí el gol 100 en Europa del Dépor y el último en Europa del Dépor, el gol 2.000 del Dépor en Primera División y el que tu comentas del récord de puntos. He tenido el lujo de hacer estos goles clave.
- Todo esto que usted está contando, afirmando que es una de las mejores etapas de su vida, pudo no ocurrir. Antes de irse al Deportivo, estuvo a punto de irse al Liverpool. ¿Qué ocurrió con ese fichaje? ¿Por qué no fructiferó?
Me enteré con el tiempo. El Liverpool había venido a verme 3 o 4 veces. Una de ellas había metido dos goles, había hecho un buen partido en Mallorca, contra Eto’o. Prácticamente estaba hecho. Al final, te enteras de que por las comisiones de tu representante se pierde una oportunidad para mí, para mi familia y una experiencia que hubiera sido muy bonita. Cuatro años después me encuentro con Pepe Reina y Fernando Torres y me dicen que sonaba mi llegada a Liverpool. Sentí mucha pena por no haber vivido esa experiencia que me podría haber cambiado la vida.
- ¿Se arrepiente de algo en su carrera?
No, no me arrepiento, me siento un privilegiado, lo soy. He cumplido mi sueño y no me puedo arrepentir de que otras personas no hayan hecho que fichara por el Liverpool. Son situaciones del fútbol.
- Antes de firmar por el Racing, su carrera empezó de alguna forma en Huelva con el ‘Recre’, de la mano de Caparrós. Usted ha dicho varias veces que no existiría Bodipo sin él.
Me reafirmo. Caparrós es mi segundo padre, mi padre deportivo. A día de hoy, le sigo agradeciendo que me haya dado la oportunidad de hacerme un nombre en el fútbol. Apostó por un chaval de 18 años, que venía de una familia muy humilde, y tuvo lo que había que tener para sacar a un chaval tan joven. Y resultó con un hattrick en el primer partido en el que me puso de titular contra el Numancia de Lotina. Me dio confianza. Se quedaba conmigo y con los chavales del equipo a perfeccionar después del entrenamiento. A mí me enseñaba cosas de delantero, a girarme con la pelota... es un entrenador que pocas veces he visto por ahí.
- Caparrós entrenó al Sevilla, y usted llegó a estar e la cantera hispalense. Su familia es bética.
Eran todos béticos menos mi hermano, que en paz descanse, que era del Sevilla.
- De cara ya al futuro, ¿qué proyectos tiene usted? Siempre ha dicho que quiere entrenar en España.
Mi sueño es entrenar en la Primera División española. Estoy buscando a ver si hay alguna oportunidad en 1ª RFEF, si puede ser, y entrar en la rueda y demostrar lo que puedo valer como entrenador. Soy un entrenador que sigue mucho a los jóvenes, con una metodología muy clara y una filosofía de querer jugar al fútbol, pero siendo un equipo aguerrido. Siempre daré todo por cada jugador.
- ¿Firma entrenar al Dépor en Primera?
Firmo ya. Le tengo un cariño muy especial al Dépor, también al Recre, y ojalá entrenarles algún día.
- Usted ya ha dicho en esta misma entrevista que es amante del fútbol de Guardiola. También ha estado en la masía. ¿Cuánto influye en usted como entrenador la idea ‘Barça’?
Me encanta, como te he dicho, la metodología y la filosofía de Pep. Tuve la suerte de verle entrenar mucho tiempo, luego estuve tres años trabajando con la academia del Barça, conociendo todos los conceptos y, sobre todo, viajando por todo el mundo, aportando un poco los conceptos a las academias de otros países y observando jugadores que puedan servir para la Masía. Fue una experiencia muy bonita y me he quedado con conceptos muy claros de la Escuela Barça. Me hubiera gustado aprender muchísimo más. Solo he aprendido el 5% de toda la maquinaria de la filosofía azulgrana.
- ¿Hay algún jugador que usted le haya recomendado al Barcelona que haya acabado jugando con el club?
Nosotros seguimos a chavales de la cantera de 8, 9 años hasta los 17 y 18. Hay dos que siguen en la cantera, Gael y Joren, y la misión de la academia y de la escuela es seguir incorporando jugadores, porque, al final, el laboratorio del Barça está abajo y va hacia arriba.
- Todo esto que dice es lo que se está viendo ahora en el Barcelona. Mucho talento joven (Gavi, Fermín, Marc Guiu, Lamine Yamal...) de la cantera que tiene que venir al rescate debido a la situación económica que hay. ¿Cómo ve la situación del Barça?
El partido contra el Madrid muestra que no les está yendo muy bien. En Liga está siendo muy irregular, el Madrid está un paso por encima del Barcelona, y lo está demostrando. Los azulgranas están buscando ese punto medio entre el buen juego y resultados, sobre todo en la faceta defensiva, donde está siendo muy débil últimamente. Xavi tiene todas las armas para poder darle ese toque que él quiere. El año pasado le hizo campeón de la Supercopa y de LaLiga.
- Es usted comentarista de partidos en Andalucía. ¿Se ve comentando en plataformas como Movistar o DAZN o quiere centrarse en su carrera como entrenador?
A mí lo que me encanta es estar en el banquillo, en el verde, y entrenar cada día. Pero también llevo algunos años narrando y me encantaría estar en DAZN o Movistar porque creo que es una forma de aprendizaje como periodismo. Es muy bonito poder aprender de los grandes narradores.
- (En tono jocoso) Quitándonos el trabajo a los periodistas...
Hay que repartir un poquito. Si quieres ser embajador ven aquí y lo repartimos también (entre risas). Aquí hay para todo el mundo.
- Quiero preguntarle por Carlos Borraz. Tiene una historia muy curiosa.
Es un fenómeno, lleva unos cinco años en Guinea. Lo conozco desde hace 25 años cuando coincidimos en el filial del Albacete, y el contacto nunca se perdió. Cuando tuve la primera oportunidad le llamé para que fuera mi segundo, y hasta el día de hoy, que está en Guinea y es Director de Competiciones de la Federación de Guinea Ecuatorial. Ha formado su familia allí y es un guineano más. Es un hermano. Al final, ¿sabes lo que pasa? Que el calorcito y la playa de Guinea... cuando te das cuenta ya tienes a tu mujer, a tus niñas, a tu familia y viviendo en Guinea Ecuatorial. Es un país que recibe muy bien al visitante y la gente se queda a vivir.
- Gracias por la entrevista. Creo que con esta historia que nos ha contado sobre su salto al vacío en Guinea, demuestra ser una persona muy valiente.
Bueno, mi padre me dijo que hay que ser persona antes que personaje. Porque el personaje se va cuando te retiras. Ahora queda la persona y es lo que cuenta. Estoy haciendo actos porque la fama sirve para ayudar a los demás e intento ayudar cuando puedo.
Sigue el canal de Diario AS en WhatsApp, donde encontrarás todo el deporte en un solo espacio: la actualidad del día, la agenda con la última hora de los eventos deportivos más importantes, las imágenes más destacadas, la opinión de las mejores firmas de AS, reportajes, vídeos y, por qué no, también un poco de humor de vez en cuando.