GIBRALTAR

Bezares la lía en Gibraltar: “Sergio Ramos me puso un corazoncito...”

El gaditano entrena al Lincoln, que ganó este jueves su primer partido en una liguilla europea: “Hay gente en Cádiz que dice que el ‘Bisho’ original soy yo, no Cristiano”.

Bezares celebra la victoria del Lincoln ante el Lech Poznan.
José A. Espina
Jefe de Sección de Diario AS en Andalucía. Licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad de Sevilla. Pegando teclazos desde 1998, durante toda una década en Madrid (2000-2010). Sevilla, Betis, Selección española y lo que se ponga por delante. Loco por el fútbol, guarda un poco de esa pasión para su otro deporte favorito, el tenis.
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Fiebre futbolística en Gibraltar, la más alta de su historia, después de la sorprendente e histórica victoria que el Lincoln Red Imps logró este jueves en Conference League (2-1) contra el vigente campeón de Polonia, el Lech Poznan. Seis meses como primer entrenador han bastado al gaditano Juan José ‘Bisho’ Bezares para conseguir lo nunca visto en el Peñón, ganar en la fase de grupos de un torneo continental.

Bezares ejerció de entrenador asistente durante 9 años en la liga llanita, entre el St. Joseph y el Lincoln, antes de hacerse cargo del primer equipo Red en marzo de este 2025. Quedó campeón en su liga para luego ir poniendo hitos europeos durante los meses siguientes: primeras victorias en fases previas de Champions y Europa League, 2ª clasificación para una fase de grupos de la Conference… Y este estreno triunfal en un partido de liguilla, ante todo un campeón polaco.

Juan José ha tenido una movidísima mañana mediática, pero atiende a AS con ese carácter sonriente que le caracteriza: “Tengo el teléfono colapsado aunque es normal, esto es una felicidad muy grande. También económicamente. Con cosas así, al club le ha tocado la lotería. Ganar a todo un campeón de Polonia... Soy de Guadiaro (San Roque, Cádiz), cerca de Gibraltar, y esta mañana en un paso de peatones me encontré a tres amigos míos aplaudiéndome y chiflándome”.

Bezares colgó las botas poco después de jugar en el Europa FC, también gibraltareño, y tras una intensísima carrera como esforzado pivote defensivo que le llevaría por equipos de media Europa (Grecia, Chipre, Kazajistán...) y casi una decena en la geografía española. Crecido en el filial del Sevilla, Joaquín Caparrós le hizo debutar en Primera División el mismo día de 2004 que también se estrenaba, en A Coruña, un tal Sergio Ramos. “Sergio me ha puesto algún corazoncito por Instagram... Él y yo tuvimos una experiencia muy bonita en el Sevilla B, notó mi lealtad y él devuelve siempre esa lealtad. Me ha felicitado muchas veces. Sergio decía que me podía buscar la vida como entrenador, y aquí estoy”, dice el Bisho.

Tras salir del Sevilla se marchó al Cádiz. Nada menos que cinco años jugó allí. En el club amarillo fue donde le apodaron Bisho por su especial manera de entender el fútbol. “Me pusieron ese apodo con cariño, desde las entrañas. Hay gente en Cádiz que dice que el Bisho original soy yo, no Cristiano. (risas). Bueno, perdón, Cristiano es mucho Cristiano. Me encantaría un Cádiz-Lincoln en competición europea. Que un equipo gibraltareño lograra un triunfo en la liguilla era hasta ahora impensable. ¿Por qué no va a jugar el Cádiz en Europa?”.

Reforzado el pasado verano con futbolistas como el extremo croata Toni Kolega, su Lincoln alardea de ese derroche incansable, de ese corazón que mostraba Bezares siempre en el campo. Pero, en casa del herrero cuchillo de palo, al técnico gaditano le encanta jugar al ataque: “Víctor Espárrago (ex entrenador del Cádiz) me decía que de mediocampo no pasaba. Y ahora, todo lo que no puede atacar como jugador lo ataco como entrenador. Pienso que a los equipos reservones les resulta mucho más difícil ganar”.

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“De todas formas, hay que tener varios planes, según tus futbolistas también. Yo les hablo a los jugadores siempre de la Ley de Darwin, de que hay que adaptarse para sobrevivir. Que sean defensivamente muy jodidos y que ofensivamente sean unos chulos, que tengan ese descaro”, añade el Bisho, que sonríe cuando es preguntado por su nivel de inglés, no vaya a ser que en Inglaterra, donde disponen de una ventada privilegiada a Gibraltar, hayan saboreado su gesta: “Vamos chapurreando y siempre les meto alguna palabra inglesa, igual que los llanitos meten palabras españolas. Pero si hace falta aprendemos inglés en 15 días”.

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