“Benzema no será el último, irán más cracks a Arabia Saudí”

Usted conoce bien el Al Ittihad, la nueva casa de Benzema, porque estuvo allí hasta hace poco siendo el preparador físico... ¿Qué le espera?

Unos aficionados muy calientes. Yo cuando llegué allí y eso que tenía ya mi experiencia en el Atlético, lo vi como algo muy similar, un estadio de casi 70.000 espectadores que se llena siempre. Va a recibir mucho cariño, porque es un fichaje muy esperado. Karim no será el último, irán más. Arabia Saudí quiere tener estrellas en los cuatro grandes clubes del país.

A Karim le toca adaptarse a algo completamente distinto con la presión de ser un ídolo.

Sí, los biorritmos del futbolista europeo son muy diferentes. El jugador saudí duerme de día y se entrena y juega por la tarde-noche. La vida social, por el calor, es nocturna. Pero Benzema ha hecho algo muy inteligente, que es llevarse con él dos preparadores físicos. Ellos le ayudarán a mantener el nivel.

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¿Ese cambio en los biorritmos de un futbolista como Benzema, con 18 temporadas como profesional en Europa, puede ser un riesgo para la aparición de lesiones?

Indiscutiblemente es algo muy importante, los biorritmos. Por eso Karim ha hecho algo muy importante, lo de incorporar con él en su equipo a dos fisioterapeutas. Ellos le van a ayudar en todo, en el pre y el post del entrenamiento, y luego es muy importante allí el entrenamiento invisible...

¿En qué consiste?

-Es cuidarte en el descanso, en la alimentación, en el ocio y cómo es el día a día que vas a llevar allí. Yeda es una ciudad muy grande, con casi 8 millones de habitantes y arterias como La Castellana, los trayectos pueden ser muy pesados... Pero la mayoría de futbolistas viven en los compounds, las urbanizaciones de lujo donde la vida tiene criterios más occidentales y se puede encontrar un entorno más parecido a lo que a lo que ya conoce.

Los especialistas llegados de fuera estáis siendo clave en la mayor tecnificación y profesionalización del fútbol saudí. ¿Están acortando distancias con Europa?

Los preparadores físicos llegamos con un hándicap muy importante que es el horario de entrenamiento. Aquí se entrena por la tarde y se compite por la tarde o noche siempre. Por lo tanto los ritmos biológicos del futbolista cambian. El futbolista saudí duerme por la mañana, se levanta para comer y se va a entrenar. Su vida social es por la noche. Por ejemplo, yo me encontré en el Al Ittihad jugadores egipcios y brasileños, cuyo ritmo de vida era totalmente contraria, o más cercano al occidental. Tienes que recopilar información sobre cómo vive cada futbolista e intentar llevar a cabo una metodología que saque el máximo rendimiento de todos y cada uno de ellos y sobre todo también que logren adaptarse. La liga allí es cada vez más más ordenada desde el punto de vista táctico.

-¿Sí?

-Lo curioso es que la cultura del futbolista saudí es el desorden, es atacar por atacar y defender ya defenderán los que están atrás... Nuestro objetivo al llegar allí fue crear un bloque armando un equipo que tuviese más el balón de lo que se tiene allí, porque son hacer transición tras transición. La labor del cuerpo técnico cuando llegamos allí era ordenar y sobre todo utilizar el talento que tiene el saudí, su velocidad.

Usted que ha ido viviendo la experiencia de cómo se ha ido profesionalizando y creciendo el fútbol saudí, parece que se nos viene una ola importante de fichajes con muchísimo nombre.

-Por la información que me ha llegado, el gobierno del país a través del Ministerio de Deportes y del fondo de inversión estatal han decidido impulsar los cuatro grandes clubes saudíes. Con eso quieren potenciar la imagen de Arabia Saudí. Han intentado llevarse a Messi, está Cristiano, llega Benzema... y creo que los otros dos grandes clubes van a incorporar, seguramente, a otra estrella más cada uno. Tienen un proyecto ahí muy bonito en el 2030 para abrirse más al turismo. El Al Ittihad está en Yeda, que es una ciudad costera en el que los grandes cruceros del Mar Rojo tienen parada allí. Para ellos, el turismo es algo con mucha repercusión, no solamente económica, sino social.

¿La liga saudí, con estos ofertones, podría estar cada vez más cerca de llevarse un Haaland o un Mbappé?

-Difícil, pero no lo veo imposible. En el Al Ittihad está, por ejemplo, Romarinho, que por calidad podría jugar en cualquier equipo top europeo. Quizá el crack joven aún busca ganar títulos en Europa, pero este tipo de contratos sólo los van a ofrecer en Arabia Saudí...