FINAL LIBERTADORES
Barco, el verso libre de Boca
El niño de nueve años que ingresó en la cantera del ‘Xeneize’, ahora es uno de los líderes del equipo de Almirón. El sacricio de su familia, clave para su éxito. Es seguido de cerca en Europa.
Boca Juniors es uno de los equipos con más presión de toda Sudamérica por la exigencia, la rivalidad con River Plate y la pasión de la afición. Nada de eso le importó a Valentín Barco, que a sus 19 años se ha adueñado de la banda izquierda del Xeneize llegando desde la cantera. Tras una vida defendiendo los colores azul y oro, en Maracaná tiene la oportunidad de ganar el título más importante al que aspira a nivel continental, la Copa Libertadores.
Barco es un lateral zurdo, también puede actuar por delante, con una gran vocación a nivel ofensivo y con amplio recorrido por la banda izquierda. Con balón, destaca por su profundidad para asociarse, finalizar la jugada o ejecutar un centro. Una de sus jugadas más características en la incursión hacia el centro con balón desde su banda, multiplicando las opciones para la jugada de ataque. Con sus apariciones inesperadas por diferentes zonas de ataque, Barco logra desestabilizar a las defensas rivales. Su juego, con uso asiduo de filigranas es muy vistoso, pero en ocasiones ha enfadado a sus rivales por el momento de utilizarlas. El aspecto a mejorar es la defensa, aunque ha progresado desde su debut en el primer equipo.
Una infancia muy sacrificada
El Colorado, forma de la que se le llama en Argentina, entró a la cantera con tan solo nueve años. Barco vivía en La Candela, lejos del centro de entrenamiento de Boca Juniors, y se le ofreció estar en la residencia. No consiguió adaptarse a vivir allí y sus padres se sacrificaron para que Valentín pudiera cumplir su sueño. Pese a las dificultades económicas de la familia, se comprometieron a llevarle diariamente a entrenar. Barco hacía 450 kilómetros, entre ida y vuelta, en el Renault 12 de su padre cuatro veces por semana.
“Mamá, yo sé que vos tenés hambre también”, le decía Barco a su madre cada día al salir de entrenar. Acto seguido procedía a compartir con ella la mitad del bocadillo que le daba el club al acabar de entrenar. La familia sufrió mucho para que pudiera llegar a entrenar, algo que se referenciaba cuando paraban a echar gasolina tal y como confesó su madre: “Bajábamos a echar gas en las estaciones de servicio y a veces, cuando hacía calor, yo sabía que él miraba las heladeras porque quería tomar helado, pero yo no se lo podía comprar porque no tenía y él con las manitos atrás me miraba y me decía no importa, má”. Así estuvieron durante tres años.
Todo el sacrificio de su familia acabó teniendo premio. En 2021, Valentín Barco debutó con el primer equipo de Boca Juniors con tan solo 16 años, 11 meses y 23 días. Se convirtió en el cuarto debutante más joven de la historia del Xeneize. El lateral se estrenó en un momento difícil para el club, con tensión entre afición y jugadores, pero él pronto se ganó el cariño del público.
Todo pudo cambiar
El año de su debut jugó tres partidos, dos de ellos de titular. Tras ello, siguió jugando en el Reserva, filial de Boca Juniors mientras se negociaba su renovación. Antes de cerrarse, apareció una oferta del Getafe y un sondeo de la Juventus, finalmente no se concretó y renovó con el club argentino, con una importante subida de cláusula. Sin embargo, todo esto deja una pregunta: ¿Imaginan lo que podría haber sido Barco con Bordalás? Un jugador como Barco, hubiera sido un plus excepcional para un equipo que basa su juego en el ataque por bandas y los centros al área. Pese a haber renovado, equipos de primer europeo como el Manchester City, Barcelona o el Atlético del Cholo le siguen la pista en la actualidad.
La confirmación de Valentín Barco no se dio hasta la llegada de Almirón al banquillo de La Bombonera. El técnico argentino le puso de titular en este mes de abril ante Estudiantes, y desde ahí, pese a la derrota en ese encuentro, Barco se convirtió en un jugador de la primera plantilla a todos los efectos. Desde su estreno en esta campaña, el Colorado disputó 27 partidos, 24 de ellos como titular.
El lateral zurdo ha sido pieza clave en el camino de Boca Juniors hasta Maracaná. Barco disputó ocho partidos en la presente edición de la Libertadores, siete de ellos como titular. Marcó un gol en el último partido de fase de grupos ante Monagas. Su gran momento llegó en la tanda de penaltis de octavos de final ante Nacional. El joven canterano marcó el penalti definitivo para clasificar a Boca a cuartos de final. Barco olvidó que tenía 19 años y se dirigió a ejectutar el lanzamiento con la tranquilida de un veterano.
La cantera ha sido muy importante para que el Xeneize llegue a la final de Brasil, ya que además de Barco, otros dos jugadores como son Nicolás Valentini y Ezequiel Fernández también han dado un paso adelante en esta competición. El central puede ser titular si supera sus molestias físicas mientras que el centrocampista tiene su plaza práctimente asegurada en la medular. Esta generación puede pasar a la historia de Boca Juniors si finalmente acaban levantando la séptima Libertadores.
El 4 de noviembre, Valentín Barco tiene la oportunidad de ganar el título con el que soñó desde que ingreso en el Predio con nueve años. Su homónimo en el equipo rival será Marcelo, uno de sus ídolos, como reconoció, y ante el que puede coronarse campeón de la Copa Libertadores.
Sigue el canal de Diario AS en WhatsApp, donde encontrarás todas las claves deportivas del día.