Así fue el partido más violento de la historia: la final de Copa Intercontinental que acabó con tres jugadores en la cárcel
“Vergüenza nacional”, “la página más negra del fútbol argentino” y “apología de la brutalidad y la locura”, así calificó la prensa el Estudiantes-Milan del ‘69.


Fue una batalla. Para muchos, el partido más violento de la historia. El Milan, que se había impuesto 3-0 en la ida, sobrevivió al castigo al que le sometió Estudiantes en la vuelta (2-1), entrenado por Osvaldo Zubeldía, y ganó la Copa Intercontinental de 1969. “La página más negra del fútbol argentino”, tituló la revista ‘El Gráfico’, que en su crónica definió lo sucedido como “apología de la brutalidad y la locura”. ‘Clarín’ habló de “dramático triunfo de Estudiantes” y el columnista Diego Lucero de “vergüenza nacional”. “Todo lo perdimos, incluso el honor”, escribió Lucero.
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Hubo tal grado de violencia que tres jugadores de Estudiantes, Alberto Poletti, Eduardo Luján Manera y Ramón Aguirre Suárez, que años después militó en el Granada y UD Salamanca, fueron detenidos al final del encuentro y pasaron 30 días en la cárcel de Devoto después del decreto firmado por el dictador Juan Carlos Onganía. Néstor Combín, argentino nacionalizado francés del Milan, que acabó ensangrentado y con un ojo hinchado por un codazo de Aguirre Suárez, también fue detenido al final del encuentro, acusado de no haber hecho el servicio militar. Fue liberado 12 horas más tarde gracias a la mediación del embajador francés en Buenos Aires, quien certificó que Combín había completado el servicio militar en Francia.
La Asociación del Fútbol Argentino (AFA) también decretó duras sanciones contra los futbolistas de Estudiantes. Expulsó a Poletti de por vida, sancionó con 30 partidos y cinco años de inhabilitación para jugar partidos internacionales a Aguirre Suárez y con 20 encuentros a Luján Manera, más tres años de inhabilitación con la selección.
Los futbolistas demandaron a la AFA, que ocho meses después levantó estas sanciones. “Fui todos los días a Devoto a ver a los muchachos, incluso intenté hablar con el señor Onganía, pero no me dejaron”, comentó Carlos Salvador Bilardo, compañero en Estudiantes de Aguirre Suárez, Poletti y Luján, en el documental ‘El fútbol es historia’. “Este fue el episodio más duro que me tocó vivir. Hasta fuimos a ver a un abogado para que nos aconsejara qué podíamos hacer para quedarnos todos presos. Mi abuela, que era italiana, no me habló durante un mes”, desveló Bilardo en un libro sobre el centenario de Estudiantes.

Además del brutal codazo de Aguirre Suárez a Combín, Luján Manera fue expulsado por golpear a Rivera y Poletti le pegó un pelotazo a Pierino Prati, después de que Gianni Rivera marcara el gol del Milan, y al final del encuentro se fue a por Giovanni Lodetti para intentar agredirle.
En el documental ‘El fútbol es historia’, le preguntaron a Poletti: “¿Le pegó una patada en la cabeza a un jugador que estaba en el suelo, ¿sí o no?”. El futbolista de Estudiantes trató de justificarse en su respuesta: “Sí, tanto como la cabeza no, pero le pateé la espalda. Pero no soy el único jugador que le pateó la espalda a un adversario”.

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En su crónica, ‘Clarín’ resumió así la violencia vivida en La Bombonera, estadio en el que se disputó el encuentro: “Un bochornoso partido de fútbol consagró al Milan campeón intercontinental de fútbol. Se palpó la insolente agresividad de varios jugadores y un panorama general lamentable. Hubo lesionados, expulsados y un mal árbitro”. “No, Estudiantes. Esto no fue hombría, no fue temperamento, no fue garra. Esto fue la apología de la brutalidad y la locura...”, se pudo leer en ‘El Gráfico’.
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