Así es Luis Campos, el nuevo gurú de los fichajes del PSG
Luis Campos, nuevo consejero deportivo del PSG, es un obseso del trabajo. Desde hace semanas ya está trabajando para mejorar al conjunto parisino.
Posiblemente, el mejor fichaje que ha hecho el PSG en verano tiene acento portugués y se llama Luis Campos. El nuevo consejero deportivo de los parisinos fue oficializado el pasado 10 de junio y, desde entonces, no ha parado de trabajar para formar un equipo competitivo en la capital francesa que, de una vez por todas, consiga alzarse con la ansiada Champions League que lleva persiguiendo prácticamente una década.
Riguroso, trabajador e inventivo. Así le define Le Parisien en un artículo para describir su método de trabajo. El PSG volverá a los entrenamientos el próximo 4 de julio y uno de los objetivos prioritarios de Luis Campos es que en esa fecha esté prácticamente definido el PSG de la próxima temporada. Es por ello por lo que ya ha destituido, aunque no sea oficial, a Pochettino y ha avanzado las negociaciones con Galtier, técnico del Niza con el que trabajó codo con codo durante tres años en el Lille y en el que consiguieron ganar la Ligue 1 el año pasado.
En el área de fichajes, Luis Campos, que se destapó en el Mónaco y en el Lille como un genio de las incorporaciones, ya está trabajando para cerrar cuanto antes varios acuerdos. El primero de ellos es Vitinha, mediocentro del Oporto de 22 años que aterrizará en la capital francesa en los próximos días a razón de 40 millones de €. Otro es Renato Sanches, al que Campos fichó para el Lille y que podría llegar por 20 millones. Y, a su vez el consejero deportivo de 57 años trabaja para desbloquear operaciones como la de Milan Skriniar, por el que ha ofrecido 60 millones de € o Lewandowski, que gusta mucho a Campos.
El que fuera director deportivo de Mónaco y Lille tiene una empresa de scouting que intentó comprar Mourinho durante su etapa en el Tottenham y con la que tiene alcance hasta la cuarta división serbia. Así forjó equipos competitivos en El Principado y en el norte de Francia y así se destapó como un obseso del trabajo en el fútbol francés, fichando a jugadores como Bernardo Silva, Lemar, Fabinho (al que, por cierto, también fichó para el Madrid, pero como lateral, durante su etapa de asesor de Mourinho), Sven Botman, Celik u Osimhen, todos ellos desconocidos en el momento en el que Campos decidió ficharles.
“Luis no cuenta sus horas. Puede hacer tres países diferentes en un día si cree que vale la pena. Dicen que es un loco del teléfono. Puede estar al teléfono hasta las 3 de la mañana y volver a cogerlo a las 6. Lo mismo si tiene que viajar para un partido o una cita. Pero resumir su labor como de ojeador o de comerciante sería reducirlo todo. Su omnipresencia, incluso desde la distancia, deja huella en las personas que han trabajado junto a él”, asegura a Le Parisien Fernando Da Cruz, que trabajó con Luis Campos en el Lille y del que admira su omnipresencia a cualquier hora del día.
Esa obsesión por el trabajo y esa rigurosidad a la hora de trabajar con su método y a su manera la ha plasmado desde el primer día Luis Campos. El luso le dejó muy claro al PSG que iba a trabajar también con el Celta a pesar de la insistencia de los parisinos de que trabajara en exclusiva para ellos. Tanto en Vigo como en París, Luis Campos no ha parado para intentar mejorar las estructuras en ambos equipos. Un enfermo del fútbol que tiene un reto complicadísimo: que el PSG gane la primera Champions de su historia bendecido por su método.