Arda Turan: ”En el Atleti aprendí a sufrir por el éxito"
Leyenda de LaLiga y ahora entrenador del Shakthar, atiende a AS y repasa su carrera, su momento actual y el España-Turquía que cierra la clasificación al Mundial.

El león turco que un día, tras ganar la Copa del Rey, se quedó sin melena. Pero nunca renunció a su garra. Tampoco a su enorme calidad. Arda Turan está por derecho propio en el recuerdo de multitud de aficionados del Atlético y el Barcelona que disfrutaron de su talento. Con 233 partidos en sus espaldas entre el Camp Nou y el Calderón más sus 240 en el Galatasaray, su experiencia se sumó al estudio para construir una nueva vida en los banquillos. Ahora, como entrenador de un Shakthar desplazado por la guerra en Ucrania, atiende a Diario AS. Como líder liguero y tras la goleada al Poltava (7-1), el de Estambul desempolva sus recuerdos. Pero también radiografía una ambiciosa carrera nueva que nace desde la banda. Todo, en la víspera de un duelo entre España y Turquía, los dos países donde jugó. Donde enamoró.
¿Qué le convenció para asumir un desafío como dirigir al Shakhtar en este momento de tu carrera, y en la situación actual del país?
Shakhtar es una organización magnífica. Tiene una cultura muy profunda y un ADN lleno de éxito. Estoy muy feliz de estar aquí. Lo digo siempre, en cuanto a estructura institucional, es uno de los clubes más profesionales que he visto. Cada persona, en cada nivel, realiza su trabajo de la mejor manera posible. Soy consciente de la situación actual del país, claro, pero el club hace todo lo que está en sus manos para que tanto nosotros como los jugadores nos veamos afectados lo menos posible. Soy un entrenador apasionado, con grandes sueños. Y el Shakhtar también es un club que sueña. Nuestras visiones encajan perfectamente.
¿Qué buscaba demostrar? ¿Cuáles son sus objetivos?
No lo llamaría tanto una necesidad de demostrar algo. Sino más bien que mis sueños y mi química encajaron muy bien con los del Shakhtar. El éxito está en la historia de este club, en su ADN. Es un club que ha logrado grandes cosas tanto a nivel nacional como europeo. Creo que el éxito es un hábito y mi objetivo es ayudar a este club a recuperar ese hábito. Por supuesto, queremos volver a ser campeones de liga: ese es nuestro primer objetivo. Somos un equipo muy joven y en desarrollo. El Shakhtar siempre ha sido un club con presencia en competiciones europeas. Pienso que esos partidos europeos son vitales para la experiencia de nuestros jugadores. Por eso también tenemos metas en la Conference League: queremos llegar lo más lejos posible y contribuir a la larga tradición del club de competir en Europa.
¿Cómo se gestiona un equipo en medio de tantas incertidumbres fuera del campo? ¿Esta situación cambia su estilo de liderazgo?
Como mencioné antes, el club hace todo lo posible por minimizar la exposición del equipo a los problemas externos. Nos proporcionan un gran entorno de trabajo. Claro que estamos viviendo circunstancias que nunca habíamos enfrentado antes, tanto mental como físicamente. Por ejemplo, a menudo tenemos largos viajes en autobús dentro y fuera del país para disputar partidos. Para los encuentros europeos viajamos a Polonia, y cruzar la frontera implica ciertos procedimientos y lleva tiempo. Por ello, hemos tenido que adaptar completamente nuestros métodos de recuperación a este calendario. Estamos intentando desarrollar nuevos enfoques. Es un desafío duro en un calendario tan intenso. Además, tenemos una plantilla muy joven, por lo que hacemos un esfuerzo especial para guiarlos, motivarlos y mantener vivos sus sueños.
Estamos viviendo circunstancias que nunca habíamos enfrentado antes (...). Para los encuentros europeos viajamos a Polonia, y cruzar la frontera implica ciertos procedimientos y lleva tiempo.
Arda Turan, sobre las circunstancias derivadas de la guerra
Ha trabajado con entrenadores muy diferentes como Simeone, Luis Enrique o Fatih Terim. ¿Qué ha tomado de cada uno para su propio estilo como técnico?
Aprendí mucho de todos los entrenadores con los que trabajé. En defensa, me inspiro en las soluciones de Simeone. En ataque, diría que la mayor influencia la tuve de Luis Enrique. También aprendí mucho de Fatih Terim sobre relaciones con los jugadores y sobre cómo encontrar soluciones en los momentos más estresantes y críticos. Intento inspirarme en los aspectos más exitosos de estos técnicos y construir mi propio estilo a partir de mi interpretación de ellos.
En lo táctico, aprendí de Simeone el posicionamiento del equipo, la compacidad, la unidad defensiva, la presión, la interceptación de pases entre líneas y la organización de jugadas a balón parado en el sistema 4-4-2. De Luis Enrique aprendí el posicionamiento, la búsqueda de soluciones ante defensas cerradas, los espacios y las reacciones. El fútbol evoluciona muy rápido hoy en día, y su dinamismo te obliga a encontrar nuevos enfoques para cada partido. Por eso, ser adaptable y estar actualizado es vital. Por supuesto, tengo mis propios principios futbolísticos que intento mejorar, pero también procuro mantenerme al ritmo de la rápida evolución del juego.
Comparado con la época en que ganamos LaLiga hace 10 años, el juego es completamente diferente hoy.
Arda Turan
¿Cómo es ser “un entrenador con pasado de jugador”? ¿Ayuda a conectar con tus futbolistas o te cuesta desprenderte de tu etapa como jugador?
La mayor trampa para un entrenador que tuvo una carrera al más alto nivel es esperar de sus jugadores el mismo rendimiento que él tuvo en su época. Sería injusto para ambas partes. El fútbol cambia rápidamente, y sé que incluso comparado con la época en que ganamos LaLiga hace 10 años, el juego es completamente diferente hoy. Haber vivido esos niveles y emociones es una ventaja. Me da experiencia sobre cómo llevar a mis jugadores y a mi equipo hasta ese nivel. Pero aunque mi carrera como futbolista es un plus, no dependo solo de ella; también me adapto a las realidades del fútbol moderno. Mientras mantengas ese equilibrio, no hay problema.
¿Qué tipo de estilo de juego quiere que la gente asocie con sus equipos?
El fútbol es un deporte maravilloso. El talento individual es muy importante, pero yo valoro sobre todo el compromiso con el sistema. Porque a largo plazo, es el sistema el que trae el éxito. Es el sistema el que garantiza el movimiento colectivo y la armonía. Al aplicarlo, nunca quiero que mis jugadores sacrifiquen su creatividad o su libertad. Por eso enfatizo la disciplina y la estructura en las dos primeras zonas del campo, y una mezcla de talento y libertad en el tercio final. Tampoco les quito el derecho a equivocarse. Mientras sean leales al sistema, siempre tienen derecho a cometer errores individuales.
¿Qué le ha sorprendido más de sí mismo en este nuevo rol: paciencia, ambición...?
Ya era ambicioso como jugador, eso no ha cambiado. Pero como entrenador he aprendido a controlar esa ambición. En ese sentido, puedo decir que he crecido.
Está entrenando a Vinicius Tobias, un jugador que tuvo mucho foco en España durante su etapa en el Real Madrid. ¿Cómo le ve?
Vinicius es joven y todavía está en desarrollo. Físicamente y técnicamente tiene todo lo necesario para rendir al más alto nivel. Si se prepara mentalmente para ello, creo que tiene un futuro muy brillante. Tiene todas las herramientas para jugar en los mejores clubes y ligas del mundo.

Vivió una época dorada en el Atleti y una más difícil en el Barcelona. ¿Qué aprendió de esas dos experiencias tan diferentes?
Mirando atrás, puedo decir que me alegro de ambas. Las dos me dieron mucho y me enseñaron mucho. Mi etapa en el Atlético tuvo una dinámica diferente. Allí crecimos juntos; fue una historia de ascenso colectivo. Fue donde aprendí lo que significa sufrir por el éxito. Tuve la suerte de formar parte de la era más exitosa del club. Éramos un equipo que celebraba, reía y sufría unido. Siempre estaré orgulloso de haber formado parte de eso.
Barcelona, en cambio, fue una historia muy distinta. Vestir la camiseta del Barça es algo especial para cualquier jugador. Aquel equipo fue quizás uno de los mejores de la historia del fútbol. Allí vi cómo un club puede convertirse en una marca global no solo por su fútbol, sino también por su organización fuera del campo. Fui parte de un equipo magnífico. El Barcelona es realmente ‘Mes que un club’. Lo sientes aún más profundamente cuando formas parte de esa cultura. Siempre recordaré esos días con orgullo.
¿Podría haber durado más en el Barça? Sí, pero no fue culpa de nadie
Arda Turan
¿Cree que en Barcelona nunca le entendieron del todo, o simplemente no encontró la libertad para ser usted mismo?
Nunca lo he pensado así. Cada etapa tiene sus propias circunstancias. ¿Podría haber durado más deportivamente? Sí, podría. Pero no culpo a nadie por eso. Recuerdo mis días en Barcelona solo con orgullo y felicidad.
Si pudiera enviarle un mensaje a su yo de 20 años, soñando con triunfar en Europa, ¿qué le diría?
Tendrás una carrera magnífica de la que siempre estarás orgulloso. Disfruta cada segundo.
Una vez dijo que el banquillo del Atlético era uno de sus objetivos. ¿Le gustaría suceder algún día a Simeone? ¿Su llegada al Shakhtar le acerca a ese sueño?
Por supuesto que tengo grandes sueños. Pero sé que todo en la vida sucede paso a paso. Sigo aprendiendo y ganando experiencia. Simeone es un entrenador increíble. Si alguna vez trabajas con él, te conviertes en su admirador de por vida. Te da una perspectiva completamente nueva. Logré grandes éxitos con él como jugador y ahora, como entrenador, tengo la oportunidad de aplicar muchas de las cosas que aprendí de él. En este momento, soy muy feliz en el Shakhtar. Formo parte de una organización increíble y quiero conseguir grandes éxitos aquí. Mientras Simeone sea el entrenador del Atlético, seré su mayor admirador. Pero tengo grandes sueños para el futuro. El Atlético es mi casa.
¿Y qué hay de la selección turca? ¿Le gustaría dirigirla algún día?
Ahora mismo tenemos una selección fantástica. Estoy muy feliz de verla, apoyarla y compartir su sueño de llegar al Mundial.
España es muy fuerte y tiene una manera de jugar muy atractiva... y Turquía está trabajando para llegar a ese nivel. Nos repusimos rápidamente del impacto de esa derrota tan dura.
Arda Turan, sobre el 0-6 de la ida
Ahora juegan contra España. ¿Qué partido espera después del 0-6 de Konya?
España es muy fuerte y tiene una manera de jugar muy atractiva... y Turquía está trabajando para llegar a ese nivel. Nos repusimos rápidamente del impacto de esa derrota tan dura. Nos levantamos y fue un partido de mucho aprendizaje para nosotros. Como ambos tienen prácticamente selladas sus posiciones, sobre el papel, espero un encuentro más tranquilo, pero de calidad.
Hay mucha esperanza en esta generación...
Sí, Turquía tiene una generación dorada. Somos muy optimistas de cara al futuro. Todos conocen la fuerza de España, pero, como he dicho, será un partido entretenido y de gran nivel. Queremos clasificarnos para el Mundial. ¡Ojalá lo logremos!
Uno de los líderes es Arda Güler. ¿Qué mensaje le mandaría?
No necesita ningún mensaje. Solo debe seguir haciendo lo que está haciendo cada día. Lo está haciendo de maravilla.
¿Cree que esta generación puede repetir el éxito de 2008 (semifinalistas de la Euro)? ¿Qué recuerda de aquel equipo?
El equipo de 2008 fue muy especial. Teníamos una unión maravillosa entre jóvenes y veteranos. Era un equipo de emoción. En esas circunstancias, esa intensidad emocional era muy positiva para nosotros. El ambiente en la concentración, las canciones que escuchábamos antes de los partidos… todo son recuerdos especiales. Ahora tenemos un equipo completamente diferente. Tenemos jugadores que compiten en los mejores clubes europeos. Han adquirido una experiencia enorme a edades muy tempranas. Verlos jugar es un placer. Deseo que logren grandes éxitos.
Y por último, ¿ha pensado alguna vez en dejarse otra vez el pelo largo que se cortó en el Bernabéu tras ganar la Copa?
No, nunca (ríe). Desde entonces siempre lo he llevado corto, y estoy muy feliz así. Aquel corte sorpresa sigue siendo uno de los mejores recuerdos de mi carrera.
Arda Turan, al primer toque
¿Qué es más difícil: jugar o entrenar?
Entrenar es más difícil; jugar era fácil para mí.
¿Una canción de la que nunca se cansa?
“Benden Öte Benden Ziyade” – Barış Manço
¿La comida turca que más echas de menos cuando está en el extranjero?
Lahmacun.
¿El compañero más divertido que ha tenido?
Gerard Piqué.
¿Los rivales más duros a los que se ha enfrentado?
La Juventus de Chiellini, Bonucci y Barzagli... Aunque les marqué un gol (sonríe).
¿Un estadio que siempre le pone la piel de gallina?
Dos: el viejo Ali Sami Yen y el viejo Vicente Calderón.
¿Ritual o superstición antes de un partido?
Siempre hago una videollamada con mi esposa y mi madre.
Si no fuera entrenador...
Presidente de un club (sonríe).
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