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ITALIA | DI FRANCESCO

“Aquella remontada ante el Barcelona me gafó...”

El técnico dirigió a la Roma durante la remontada con el Barça, Di Francesco, apunta a una nueva aventura tras dos años sin banquillo: “La Liga me encanta”.

Monchi, como director deportivo del Roma, y su entrenador Eusebio di Francesco.
Getty

Eusebio Di Francesco, tras un largo periplo como futbolista (vistió, entre otras, la camiseta de la Roma y de la Nazionale), ha sido el técnico de moda en Italia entre 2013 y 2019. Llevó al Sassuolo a la Serie A, a Europa, y fue el entrenador de la legendaria remontada romanista con el Barça, que supuso la primera semifinal en la Champions del club desde 1984. Después, tuvo experiencias fugaces con Sampdoria, Cagliari y Verona, y lleva casi dos años sin banquillo. El italiano conversó con AS sobre su carrera y su futuro, que vería muy bien en España...

—Míster, ¿qué tal está?

—Bien. Estoy estudiando fútbol e idiomas, mejorándome, y visito a algún entrenador. El último fue Spalletti, estuve un par de días analizando su trabajo.

—Hace un par de años definió al equipo azzurro como ‘un ejemplo’.

—No me esperaba que dominase la liga de esta manera. Fueron perfectos en la búsqueda de jugadores, encontraron los que se adaptan a su idea de fútbol.

—¿Qué le está gustando del fútbol europeo en estos meses?

—Roberto De Zerbi está haciendo un trabajo excepcional, ha evolucionado su juego, que era totalmente de toque y ahora también es vertical. Se acerca mucho a la que siempre fue mi idea de fútbol y a Guardiola, que sigue siendo el mejor en el desarrollo de ideas ofensivas. En general, en el fútbol aumentó la importancia del físico, se buscan mucho más los uno contra uno.

—¿Se esperaba ver a Ancelotti otra vez campeón de Europa?

—Es un Highlander en perseverancia, tranquilidad, seguridad… Verlo te da fuerza y confianza, como nadie en el mundo. Es su mejor virtud, más allá de sus conocimientos futbolísticos: casi nunca le ves enfadado, y eso le transmite al equipo conciencia de su fuerza. En un conjunto como el Madrid, marca la diferencia.

—¿Y Xavi en el Barça qué le parece?

—No tenía duda sobre sus ideas. Ha empezado con buen pie, ya como futbolista apuntaba a gran entrenador, aunque eso no es suficiente… Siempre digo que, en este trabajo, es fundamental “saber hacer que hagan”. Está demostrando personalidad.

—Lleva dos años sin tener un banquillo. ¿Cómo le ha cambiado este tiempo?

—La experiencia me hizo crecer. En los últimos tres años solo he entrenado 30 partidos: se necesita más tiempo, pero hubo errores también de mi parte y aprendí. En el campo, además de la parte táctica, que me encanta, aumentaría algo el trabajo físico.

—La aventura que cambió su carrera fue con el Sassuolo, que llevó a la Serie A y hasta a Europa por primera vez con un fútbol ofensivo que todos recuerdan.

—Es un recuerdo imborrable para mí. Construimos algo desde cero, crecimos juntos, desde las estructuras al campo, llegando a la Europa League. Este club ya es un modelo para el Calcio: si tuviera que elegir un equipo al que ceder un jugador para que madure, el primer equipo al que pensaría es el Sassuolo. Además, llevan años eligiendo entrenadores con una idea de fútbol ofensiva, siguiendo la línea que trazamos juntos.

“Ver a Ancelotti te da fuerza y confianza, como nadie en el mundo. Es su mejor virtud”

Di Francesco

—Berardi explotó con usted.

—Tuvo la oportunidad de venir conmigo a la Roma, pero rechazó porque no se sintió la primera elección del club. Esto demuestra su carácter. Es un futbolista que siempre quiere la pelota y yo, si fuera su compañero, ante una duda se la daría siempre. Ha marcado más de 100 goles en la Serie A, y lo hizo como extremo en el Sassuolo...

—Del Sassuolo, pasó a la Roma.

—El impacto no fue fácil, pero en el campo logramos buenas respuestas rápidamente. Cerramos terceros en la Serie A y lo de la Champions, bueno, todos lo recuerdan. Todavía me reprochan esa media hora en la semifinal con el Liverpool, pero aquel equipo red, cuando quería, sabía ser devastador. Eso sí, con el VAR, igual, hubiéramos tenido alguna opción más… En la vuelta rozamos otra remontada y no nos pitaron una mano de Alexander-Arnold.

—Ha vivido, y ganado, el derbi della Capitale como entrenador de la Roma tras haberlo hecho como jugador.

—Es algo único, hay que vivirlo para entenderlo. Tuve la suerte de ganar alguno y la derrota en el último, junto con la eliminación con el Oporto, llevó a mi despido. Era un momento complicado: he peleado con algún jugador, no diré quién, de manera dura. Moralmente no me ayudó, no me gustaba lo que ocurría.

—Entre sus jugadores estaba De Rossi, ahora entrenador.

—A Daniele ya le dije que me hubiera encantado tenerlo cómo segundo cuando todavía jugaba. Tuvo una primera experiencia en el SPAL que no acabó bien, pero le servirá muchísimo para crecer. Lo tiene todo para ser un gran entrenador a niveles muy altos.

—Con él en el verde, logró la histórica remontada con el Barça.

—Sentía que fuera posible porque, a pesar del 4-1 de la ida, jugamos un gran partido. Elegí disputar un encuentro muy agresivo, quitando amplitud a su juego. Pasar a la zaga de tres fue una decisión que apoyaron los mismos jugadores. Ahora parece fácil decirlo, pero todos creían en la remontada, puedes preguntarlo… Recuerdo que en el 3-0 de Manolas todos celebraban y yo daba indicaciones. Florenzi me miraba y decía ‘míster, no me lo creo’, así que intenté mantener alta la tensión Los únicos remates a puerta que recibimos fueron en los últimos cuatro minutos. Fue una hazaña, pero, entre risas, siempre digo que parece que me haya gafado, visto lo que vino después (ríe).

—¿Preparó algo especial para limitar a Messi?

—Es el único jugador que puede ser determinante corriendo menos que los demás, lo demuestran los datos. La idea fue tenerlo lo más lejos posible de la portería, era el único camino para limitarlo.

—En el curso siguiente se cruzó con el Madrid, en un partido que se recuerda por el inesperado estreno de Zaniolo.

—Veía al equipo con algo de motivación menos y a este chico que mejoraba en cada entrenamiento. Una vez le reproché delante de todo el mundo y reaccionó con una determinación impresionante. Elegí darle un premio y mostrarle mi confianza, sentía que podía convertirse en un jugador importante y le hice estrenar en el partido más difícil. La lesión que tuvo le ha perjudicado, no sé ni quiero saber por qué acabó así con la Roma, pero estoy seguro de que todavía tiene tiempo para demostrar todo lo que vale.

—¿Qué relación tuvo con Monchi?

—Le estaré agradecido siempre, me eligió él para la Roma. Trabajamos muy bien en el primer año, en el segundo algo se rompió. Tuvimos alguna discusión sobre el mercado y acepté algunas cosas sin hacer polémicas en público, pero ahora lo puedo decir.

“No tenía dudas sobre las ideas de Xavi. Está demostrando personalidad”

Di Francesco

—¿Cómo está viendo a la Roma con Mou?

—Los giallorossi encontraron solidez y un sistema perfecto para sus jugadores. A los rivales les cuesta muchísimo meterle goles y están creciendo a nivel ofensivo sobre todo cuando está Dybala, que es fundamental. En casa, además, juegan con 12: Mourinho fue excepcional, junto con el club, en volver a crear ilusión y llenar siempre el estadio. No es algo sencillo.

—Italia llevó a seis equipos a los cuartos de las competiciones europeas.

—Me alegré mucho, le da valor a nuestro movimiento y a los técnicos italianos. Demuestra que el nivel de la Serie A está volviendo a subir.

—¿Y qué opina de la Nazionale?

—Se está reconstruyendo. Mancini busca el camino adecuado, apostando por los jóvenes, que necesitan tener confianza en sus clubes como ocurrió con Zaniolo. En aquel caso Mancini me ayudó, y yo a él…

—¿Cuándo le volveremos a ver en los banquillos?

—He pagado mis errores, digamos, y espero tener una oportunidad lo antes posible. En Italia o en el extranjero: España, por ejemplo, me encanta. La Liga es el campeonato que más me da estímulos por la mentalidad que tienen la mayoría de sus equipos. Buscan el control del balón y mi idea es mezclar eso con algo de verticalidad.

—¿Habla algo de español, entonces?

—Lo entiendo muy bien y lo estudiaré aún más si llega el momento…