Aprobados y suspensos del Madrid contra el Al Ahly: 50 veces Vinicius

A la final. El Real Madrid solventó un encuentro envenenado contra el Al Ahly gracias a su pareja brasileña y a un Lunin providencial. Vinicius rompió el choque con su gol número 50 con el Madrid, vaselina deliciosa mediante, y Rodrygo coronó su gran partido agradeciendo un regalo de Ceballos que abrochó la victoria. Por el camino, Valverde se reencontró a sí mismo y al gol. El penalti fallado por Modric queda en anécdota, ocultado por la inmensa alegría de Arribas que marcó en el primer balón que tocó. Espera el Al Hilal a los de Ancelotti.

Lunin

Estuvo, cuando tuvo que estar. Así lo marcan los cánones y así se comporta Lunin cada vez que tiene la oportunidad. El Shahat, el más peligroso del Al Ahly, se sacó un disparo envenenado al palo corto, rumbo a la escuadra, que se encontró con una estirada salvadora de Andriy. Hubiera sido el 1-0. Después llegaría todo lo demás, pero sin esa parada, el guion habría cambiado. No adivinó el penalti, pero volvió a salvar al Madrid con una mano prodigiosa en un córner. Decisivo.

Nacho

Un resfriado dejó en la caseta a Carvajal y ahí estuvo, cómo no, Nacho. Decir que cumple se queda corto, pero no es hacer de menos al canterano, pues es la realidad. Atrevido, con el club egipcio esperando atrás. Nacho se sumó al ataque en varias ocasiones, animándose incluso a probar suerte desde la distancia. Y en el área propia, providencial. Hany cedió a Sherif en la primera parte y, cuando el ariete enfilaba la meta blanca con la meta esperando el balón, milagrosamente apareció Nacho no hacer su sueño realidad.

Rüdiger

Sobrio y seguro. Rüdiger firmó un buen encuentro, mostrando grandes dotes de anticipación. Además, salió victorioso de algún uno para uno que, de haber salido cruz, habría provocado un disgusto. En el juego aéreo se muestra mucho más imperial en área rival que en la propia y es el destino de gran parte de las jugadas a balón parado del equipo. Remató franco un cabezazo en la primera parte, pero le faltó colocación.

Alaba

Primer partido como titular de Alaba desde sus problemas en el soleo (jugó los minutos finales contra el Mallorca) y demostró estar recuperado. Sin él, el Madrid pierde salida de balón desde atrás. Cierto es que el rival no le exigió demasiado en términos de presión, pero aportó su aseado trato de esférico. Eso sí, el peligro llegaba por el costado izquierdo y se echó en falta un poco más de ayuda a Camavinga para parar a El Shahat.

Camavinga

Quinto partido como lateral izquierdo y le tocó bailar con la más fea. En ataque, fogoso y con mucha presencia en terreno rival. Especialmente cuando el Madrid buscaba el primero. El problema llegó en terreno propio. El Shahat y Hany fueron una pesadilla; sobre todo el primero. Si en la primera parte el extremo le buscó mucho las cosquillas, en la segunda se las encontró con un recorte donde a Cama se le notó la falta de concepto defensivo como ‘3′. Su derribo significó un claro penalti que terminó con el 1-2. De más a menos, hasta terminar superado.

Modric

Apagado en los primeros minutos, pero en la segunda parte estuvo más reconocible. Se sacó de la chistera una asistencia que terminó con el tanto de Valverde y, con el 0-2, comenzó a ver espacios por todas partes. Cuando el penalti apretó el partido, Modric fue apareció como salvoconducto a través de sus conducciones. Su físico va recuperando el tono y se nota. Pudo poner la guinda con el penalti, pero El Shenawy le ganó la partida...

Tchouameni

El Tchouameni que brilló en el Mundial con Francia y en determinados con el Madrid no apareció en Rabat. Pasó de puntillas por el partido, sin imponer su tremendo físico. Se echó un falta mayor apoyo como ancla para tratar de apagar la luz al Al Ahly en el tramo que más apretó. Por ejemplo, con las insistentes incursiones de El Shahat. Con el balón no sufrió y mostró mucha precisión en sus envíos, pero no rompió líneas ni apareció cerca del área rival, condiciones que le hacer un ‘5′ diferente.

Kroos

Esforzado. Toni Kroos supo leer los problemas de Camavinga con El Shahat y fue el encargado echar un cable a su compañero. Tres entradas exitosas, tres duelos ganados, una interceptación... El Kroos defensivo cumplió con creces. El otro Kroos, el constructor, también. Estuvo aseado, con su habitual 95% de acierto en el pase (74/78) y pleno en balones en largo (5/5). Dejó su lugar en el campo a Ceballos para el tramo final.

Valverde

Mucho más cómodo en el tridente que en sala de máquinas. Consciente que desde el Mundial no ha logrado rendir del mismo modo, su tanto, su celebración con sus compañeros, se sintió el alivio. Líder de la presión alta del Madrid y desplegando su físico durante la primera parte, en la segunda al fin sonrió. Acompañó una jugada que parecía destinada a ser enjaulada. No pudo Rodrygo, pero sí Fede, al cazar el rechace del El Shenawy y no precipitarse en una definición exprés. La apuesta con Ancelotti, más cerca.

Rodrygo

Bailarín el de Osasco. Vinicius y Rodrygo conjugaron el peligro del Madrid mientras el Al Ahly aguantaba en pie. Al Rayo se le nota cómodo entre líneas, alejado de la banda. Cuanto más cerca del área, más sonríe Rodrygo y el Real Madrid. Habilitó a Vini con un pase sensacional que su socio no logró convertir. Poco después, recuperó un balón, enfiló al central, se marchó en una baldosa y su vaselina sobre El Shenawy terminó en el palo. El más clarividente del equipo blanco cuando el partido aún no se había abierto. Una vez roto, tuvo el 0-2, pero ‘perdió' el mano a mano que terminó en la bota de Valverde. Abrochó su actuación, redonda, con el 1-3 en combinación con Ceballos. Décimo tanto del curso, su mejor marca.

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Vinicius

Líder y con la gasolina eterna. Todos rotan, pero Vinicius no. Y con razón. El ‘21′ volvió a ser solución sobre el campo para apagar todo el ruido fuera de él. Con Rodrygo se entiende de maravilla y entre ambos orquestaron el peligro del Madrid cuando el Al Ahly aún tenía esperanza. En la primera que tuvo le faltó delicadeza, cruzando demasiado un mano a mano. Al borde del descanso aprendió la lección. Metwaly midió mal y regaló un mano a mano a Vini, que desmontó a El Shenawy con una delicadísima vaselina. Gol especial, pues le coloca como pichichi blanco en la temporada (14 tantos, por los 13 de Benzema) y, sobre todo, por ser el número 50 con el Real Madrid. Forzó dos penaltis. El primero, clarísimo, no lo pitó el colegiado. El segundo, más dudoso, sí. Diferencial y MVP del partido.

También jugaron

Ceballos

El sacrificado por la inclusión de Tchouameni, Kroos y Modric. Eso sí, fue el primer cambio de Ancelotti y en el 77′ sustituyó a Kroos. El utrerano pisó área rival a la mínima y mostró que físicamente, y a nivel de confianza, es el mejor centrocampista del Madrid en estos momentos. En el descuento regaló un tacón delicioso, mirando al tendido, que se convirtió en el 1-3 definitivo. Ceballos, on fire.

Odriozola

Salió en el 94′ para perder tiempo.

Mariano

Al igual que Odriozola, entrada testimonial.

Arribas

El más feliz del Madrid. Salió en el último minuto y marcó su primer gol con los mayores. Arribas jamás olvidará su partido contra el Al Ahly.