Ansias de ‘vendetta’
Italia recibe a una Alemania a la que no gana desde 2012. Nagelsmann llega sin Wirtz, Havertz, Pavlovic... La ‘Azzurra’ quiere facilitarse el acceso en un grupo más corto
A Luciano Spalletti le sobran los motivos para confiar en una victoria esta noche. Antes que nada, cuando se juega un Italia-Alemania siempre se escribe un pequeño trozo de la historia del fútbol. Con ocho Copas del Mundo sobre el verde, no podría ser de otra manera.
La Azzurra quiere recuperar las viejas costumbres que la hacían casi imbatible contra su gran rival europeo, ya que, para encontrar la última victoria italiana, hay que desempolvar las imágenes de Mario Balotelli sin camiseta y de aquella inolvidable semifinal de la Euro 2012.
Clasificarse a la semifinal de la Nations League, además, colocaría a los italianos en un grupo de clasificación al Mundial más corto y teóricamente más asequible, contra Eslovaquia, Irlanda del Norte y Luxemburgo. Sabemos lo delicado que es este tema en el Bel Paese.
Spalletti ha dado razones para el optimismo. Vivió una Nations League casi perfecta, cayendo solo contra Francia, a la que derrotó con autoridad en la ida, en la última jornada. Llega con una baja importante, la del capocannoniere Retegui, que se suma a la de Dimarco y a las condiciones precarias de Cambiaso y Zaccagni. Kean, que está brillando en la Fiorentina, guiará el ataque junto a un Raspadori en gran forma, en un 3-5-2 que ya parece un esquema intocable tras la desastrosa Eurocopa del curso pasado.
Alemania, que no pierde en los 90 minutos desde finales de 2023, quiere confirmar las buenas sensaciones de la Eurocopa y reforzadas durante la fase de grupos de esta Nations. Nagelsmann, eso sí, tiene que lidiar con una importante plaga de bajas. Wirtz, Ter Stegen, Pavlovic, Havertz y Füllkrug no podrán estar por problemas de lesiones.
Arriba actuará Kleindienst, autor de una gran temporada con el Mönchengladbach (15 goles y siete asistencias en 27 partidos), mientras que en la portería, Baumann apunta a un sitio de titular fijo tras haberse alternado con Nübel.
El encanto de San Siro, con casi 60.000 hinchas llenando las gradas, servirá de escenario para esta nueva entrega de un clásico del fútbol europeo.
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