Boga y Moffi, de baja por una paliza de los ultras del Niza
Jéremie Boga y Terem Moffi fueron increpados anoche por radicales del club Nizardo. A ambos, tras recibir puñetazos, se les ha expedido la baja laboral.
Jéremie Boga y Terem Moffi, jugadores del Niza, han sido dados de baja laboral después de que este domingo por la noche radicales del conjunto Nizardo les agredieran en su regreso a la ciudad deportiva tras la derrota por 3-1 en el campo del Lorient. El director deportivo del club, Florian Maurice, también fue objeto de diversos ataques.
Según adelantó RMC Sport, a Jéremie Boga se le expidió una incapacidad laboral de trabajo de hasta mínimo cinco días mientras que Terem Moffi estará de baja hasta el próximo domingo. La situación es límite en el Niza, que sufrió este domingo, en el campo del Lorient, la sexta derrota seguida entre todas las competiciones.
En su regreso al sur de Francia, empleados del club alertaron a los jugadores del Niza de la cólera de los radicales, que se congregaron en la ciudad deportiva para arremeter contra la plantilla y los dirigentes. En primera instancia, tal y como desvela RMC Sport, dos aficionados subieron a discutir con los futbolistas, que, tras una reflexión, decidieron apearse del autobús y emprender su camino a pie hacia la ciudad deportiva.
En esa travesía, la situación explotó. Boga y Moffi fueron los más afectados, ya que sobre ellos se dirigió el grueso de la agresión. Al primero le recriminaron que, durante la derrota del Niza contra el Marsella el 21 de noviembre (1-5), invitó al palco a varios de sus más cercanos que eran reconocidos hinchas del Olympique de Marsella y a los que se vio celebrar efusivamente los goles del conjunto marsellés. Al segundo, en plena crisis goleadora, le reprocharon que estuviera de compadreo con el presidente del Lorient, Loïc Féry, tras sufrir una abultada derrota por 3-1 en el campo de Les Merlus.
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Diouf, portero del Niza, consiguió ‘salvar’ a su compañero Boga. Los dos jugadores sufrieron escupitajos, golpes, agresiones y hasta insultos de carácter racista. Fabrice Bocquet, presidente de la entidad francesa, se salvó del asedio ya que regresó en avión privado desde Lorient y no estuvo presente en unos hechos que recrudecen la crisis de un club a la deriva por la gestión de INEOS y por la connivencia a sus radicales.
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