A la caza de Xabi Alonso
El Leverkusen del técnico español abre la Bundesliga. El nuevo Bayern de Kompany, al acecho. Los equipos pequeños invaden la élite alemana.
Por primera vez en los últimos doce años, el Bayern de Múnich no será el encargado de descorchar la Bundesliga. Como vigente campeón de la competición, el privilegio esta vez es para el Leverkusen de Xabi Alonso, aquel equipo que, además de poner punto y final a la dictadura bávara que venía padeciendo el fútbol alemán durante más de una década, logró algo que ni siquiera el todopoderoso conjunto muniqués había logrado jamás: levantar una ensaladera sin perder ni un solo partido. Pero: ¿Fue una simple casualidad? ¿O será capaz el conjunto de las aspirinas de convertirse en el quinto equipo alemán que logra defender el título?
Esto último será lo que tendrán en mente los renanos cuando salten al césped del Borussia-Park esta noche para medirse al Mönchengladbach a domicilio. Es consciente Xabi, que no tardó en dejar claro a Bayern y compañía este verano que su futuro estaba en el BayArena, de que los suyos pasan de ser el cazador para convertirse en el cazado por todos. Sin embargo, dispone de argumentos de sobra para afrontar el reto con abundante confianza: el técnico español ha logrado retener a prácticamente la plantilla al completo, la ha dotado de todavía más fondo y calidad con jugadores de la talla del exgerundense Aleix García y viene de levantar una Supercopa que le reafirma en su papel como máximo favorito al título.
Su principal rival, tal y como ocurrió a lo largo de gran parte del curso pasado, volverá a ser el Bayern. Suelen temblar los cimientos del Allianz Arena cuando su equipo, malacostumbrado a ganar, ganar y volver a ganar, cierra una temporada sin tocar plata. Y así fue. La apuesta de los muniqueses pasa por el poco experimentado Vincent Kompany como sucesor de Thomas Tuchel en el banquillo y cerca de 130 millones de euros invertidos en jugadores como el francés Olise, el luso Palhinha o el japonés Ito para tratar de devolver la competitividad a una plantilla en la que todo dependía del grado de inspiración de Musiala. Pasará el primer examen de la temporada el domingo en Wolfsburgo.
El Dortmund, con Guirassy como gran apuesta en ataque, el Stuttgart, que debe poner a prueba que puede compaginar la Champions con el pan de cada día sin Guirassy, y el Leipzig, que se pondrá en manos de Xavi Simons para tratar de llenar el vacío que deja Dani Olmo tras su marcha al Barça, son los equipos que procurarán no perder de vista a Bayer y Bayern arriba. Por lo demás, vuelve el histórico Sankt Pauli a la categoría de oro, confirmando una tendencia que alarma a los seguidores más tradicionalistas: los pequeños como Heidenheim, Kiel o Union se han instalado en una Bundesliga en la que ya solo quedan nueve equipos que llegaron a levantar la ensaladera en algún momento. En la Bundesliga2, en cambio, son doce. Los mismos años que llevaba reinando el Bayern hasta que apareció Xabi.
Los onces ideales de los favoritos
Leverkusen: Hradecky - Tapsoba, Tah, Hincapié - Frimpong, Xhaka, Andrich, Grimaldo - Wirtz, Boniface, Adli.
Stuttgart: Nübel - Vagnoman, Zagadou, Chabot, Mittelstädt - Karazor, Stiller - Millot, Führich - Undav - Demirovic.
Bayern: Neuer – Stanisic, Kim, Upamecano, Davies – Kimmich, Palhinha – Olise, Musiala, Sané – Kane.
Dortmund: Kobel - Anton, Süle, Schlotterbeck - Ryerson, Can, Groß, Bynoe-Gittens - Sabitzer, Brandt - Guirassy.
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