A Dybala se le acaba el tiempo
El argentino, todavía sin equipo, se está perdiendo la pretemporada: Roma y Nápoles empujan, él sigue sin tomar la decisión.
Pocos habrían imaginado a Paulo Dybala sin equipo y sin ninguna certeza sobre su futuro hasta el 17 de julio. El argentino no ha decidido todavía donde jugará a partir del próximo curso y se está perdiendo la mayor parte de la pretemporada. Está trabajando solo, en Turín, pero, tras dos años con varios problemas físicos, necesitaba una larga preparación veraniega en grupo para llegar al 100% al comienzo de las competiciones oficiales, sobre todo en un curso con un calendario tan complicado. Cuando acabe el mercado, la Serie A ya habrá disputado cuatro jornadas y Dybala, para asegurarse un sitio de Scaloni, tendrá la obligación de demostrar todo lo que vale enseguida, sin pausas.
El problema es que, visto lo visto, su espera podría alargarse todavía más, complicando mucho el arranque de su nueva aventura. Tras meses de contactos con el Inter y varios encuentros en junio (en los que no hubo acuerdo económico) los nerazzurri tuvieron que congelar su oferta (seis millones netos) debido al inesperado fichaje de Lukaku. Los milaneses le dejaron claro que, para firmarle, deben vender a dos delanteros (Alexis y uno entre Dzeko y Correa), y que, a día de hoy, no pueden prometerle nada.
El bloqueo de las negociaciones con los interisti dejó espacio a más conjuntos de la Serie A. El Nápoles, desde que empezó julio, es el que más se ha movido. Los partenopei buscan recuperar ilusión tras los adioses de Insigne, Mertens y Koulibaly, y le ofrecen al delantero un sueldo importante, dejándole los derechos de imagen. Spalletti está intentando convencerle con elogios públicos y privados, pero tiene que lidiar con la competencia de su amigo José Mourinho.
El técnico de la Roma también se puso en contacto (varias veces) con el ex de la Juventus, al que los giallorossi le ofrecen un sueldo más alto respecto a los azzurri, pero con la obligación de recibir una respuesta a muy corto plazo. Dybala todavía no se ha decidido ante estas propuestas. Sigue esperando que aparezcan nuevos clubes del extranjero, algo posible a lo largo de este mercado, pero con el riesgo de seguir sin equipo cuando la temporada ya ha arrancado y de perder, debido a una inevitable fase de adaptación física y táctica, el sitio en la lista de Scaloni. El balón está en su tejado.