Sobresaliente para Olga Carmona

Que el encuentro de Salma, otra vez, pero ante Suecia también fue el partido de Olga Carmona. Y no solo por el gol que anotó la sevillana, que dio un triunfo histórico para la Selección y el pase a una final del Mundial, palabras mayores. La actuación de la lateral del Real Madrid fue de sobresaliente. Volvía tras haber perdido la titularidad, pero la acumulación de tarjetas de Oihane la devolvió al once. Ni una duda ante las torres suecas. Fue como un correcaminos. De arriba para abajo. Y lo hizo todo perfecto, con sentido.

“Me he encontrado bien. Ha habido momentos que hemos sufrido, pero los hemos sabido gestionar. Sabíamos que atacaban mucho por la derecha. Me he sentido con muy buenas sensaciones y el gol pone la guinda al pastel”, reconoció tras dejar su sello en en Eden Park de Auckland. Muy emocionada, admitía que aún no se cree el golazo que se sacó con la izquierda en el minuto 89′, cuando de nuevo se iba la eliminatoria a la prórroga. “Todavía no consigo asimilarlo, pero nos lo merecemos. El fútbol está siendo justo con nosotras y vamos a disfrutar mucho de esa final”, dice.

Fue su compañera y amiga íntima Tere la que no dudó en ponérsela en corto en un córner. La gallega la había visto confiada. “Había intentando un tiro así en la primera parte y se me había ido un poco y en esa última oportunidad lo he intentado ajustar porque su portera era enorme y ha entrado. Me he acordado de toda mi familia, de la gente que me quiere, de todos lo que nos están apoyando. Va por España entera”.

Con tan solo 23 años rompe barreras allí donde va. “En el último minuto llega Olga y hace esa obra de arte”, afirmó Vilda todavía sorprendido de lo que había hecho la joven. “¡Vaya golazo de Carmona!”, decía emocionado Rubiales cuando pasaba por la zona mixta ante los medios, todavía con gesto emocionado por todo lo que había vivido en esas tierras neozelandesas. Olga es una jugadora de raza, de esas que nada le para. “Se han tirado todas mis compañeras encima, casi me quedo sin respiración. Nunca había vivido algo así”. Y España entera tampoco, gracias Olga.