Quinn y la visibilidad de las personas no binarias en el Mundial
Oro olímpico en Tokio, puede hacer historia el 21 de julio ante Nigeria. “Descubrir mi propia identidad fue un proceso aterrador”, afirma.
Gane o no su selección, Quinn (Toronto, 1995), a secas —así la inscribe su federación, respetuosa como su equipo el OL Reign, en las listas—, hará historia en este Mundial. Centrocampista con llegada y visión de juego, comanda el centro del campo de Canadá con el orgullo de representar a un colectivo, el de las personas no binarias, que este viernes 14 de julio celebra su Día Internacional en una fecha colocada, precisamente, entre el Día de la Mujer y el Día del Hombre.
Quinn habló públicamente sobre su identidad, que escapaba del género femenino o masculino, en septiembre de 2020. “Salir del armario es difícil y sé que es algo que tendré que seguir haciendo. Algunas personas trans dicen que lo sabían desde que tenían dos años, pero a mí me criaron y me enseñaron que tenía que ajustarme a un sistema binario de género y me costó poner palabras a lo que estaba sintiendo”, decía en un escrito en el que habló de sus pronombres, they/them, de género neutro (elle) en su traducción al castellano.
Así, ya abiertamente identificada como persona trans no binaria que rompió esquemas, y todas las barreras del camino, participó en los Juegos de Tokio, en los que ganó el Oro con Canadá imponiéndose en la tanda de penaltis de la final a Suecia. Fue todo un éxito para su selección. Y para Quinn y su comunidad supuso un hito: era la primera persona trans no binaria de la historia que se proclamaba campeona olímpica...
“Descubrir mi propia identidad fue un proceso aterrador y no sabía si tenía futuro en el fútbol o en la vida”, declaraba en una entrevista concedida a BBC. Por suerte, su carrera y su vida continúan y el próximo 21 de julio puede hacer historia al jugar el Mundial ya como quien realmente es: Quinn.