Los orígenes de La Roja
Collerense, Añorga, Villanueva de Algaidas, Racing, Dinamo Guadalajara... son de las canteras de las que se nutre la Selección.
La Selección es cantera. Ese es uno de los adjetivos de los que puede presumir este equipo en la Eurocopa. Y el fútbol femenino español. La procedencia de las 23 internacionales es muy diversa y variada. En los campos más desconocidos del mapa español nacieron las que hoy son ya estrellas mundiales. Estas 23 futbolistas profesionales que luchan por llevar a lo más alto del continente a España. Ahora ya queda lejano, pero la mayoría de ellas comenzó en el patio del colegio. En la plaza del pueblo. O en campos de tierra. Y siempre jugando en equipos de chicos. En la mayoría de los casos, despuntaban por delante de sus compañeros. No importaba la fuerza, ellas tenían algo especial. Ese algo que las ha llevado hasta ser internacionales y a representar a su país en un torneo continental.
Sin embargo, siempre hubo un club que fue el primero que apostó por ellas cuando solo eran niñas. Esa institución que siempre nombran cuando se les pregunta por sus orígenes. Es el caso de Irene Guerrero y su Betis del alma. Fue el mismísimo Gordillo, amigo de su padre, el que le preguntó por qué no jugaba en un equipo. O en el caso de Misa con el Atlético. Curiosidades de la vida, ahora lidera al máximo rival en la Liga Iberdrola -el Madrid-. Amaiur pasó de los campos del Añorga (club mítico de Guipúzcoa) a la cantera del Athletic de Bilbao. La otra delantera, Esther González, proviene del humilde Club Deportivo Villanueva de Algaidas (localidad malagueña) a pesar de ser granadina. Ellos le dieron su primera oportunidad y todavía presumen con orgullo la 9 del Real Madrid.
Su compañera Athenea pegó sus primeros pelotazos más cerca de casa, en el Rácing de Santander. Ella solo tenía 17 kilómetros de distancia. Aunque luego tuvo que optar por el Deportivo para seguir creciendo. Allí estaba Teresa Abelleira. La centrocampista, nacida en Pontevedra, proviene de la cantera blanquiazul.
Lucía es otra de las que creció en su tierra: el Oviedo Moderno le dio su primera oportunidad. Lo mismo les pasó a las mallorquinas Mariona Caldentey y Patri Guijarro. Ambas brillaron desde muy jóvenes en el Collerense, una fábrica de talentos del fútbol femenino. Igual que el Sevilla: en la ciudad hispalense se formaron Lola y Olga Carmona. Sheila García creció en el Dinamo de Guadalajara antes de que el Rayo se fijara en ella. Zaragoza también es un caso a admirar, con varios equipos femeninos formativos aunque no en la élite. Por eso estrellas como Cardona o Mapi León no tardaron en tener ofertas para salir de allí.
En Barcelona hay una gran cantera desde hace unos años. El Espanyol fue el primero en apostar por la sección femenina, aunque en la actualidad es el Barça el que lleva la voz cantante. Jugadora que despunta, jugadora que recluta desde bien pequeña. Es el caso de Leila, Ona, Aitana, Pina… Una Selección, la española, con muchos y muy diversos origenes.