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DEPORTIVO ABANCA

Los desleales despidos en el Deportivo Abanca

Abanca cesó a Rocío Candal, secretaria técnica del Depor femenino, justo después de dejar casi cerrada la plantilla 2023-2024. Hizo igual con Pablo Pereiro hace dos años.

Irene Ferreras y sus jugadores tras no lograr el ascenso ante el Granada.
Jesús Sancho (Sanchofoto)

El Deportivo vivió el pasado jueves otro día de cuchillos largos. En apenas unas horas Abanca despidió a Rocío Candal (secretaria técnica del Deportivo Abanca), José Manuel Pose (responsable de metodología de la cantera), Ignacio Dopico (director de márketing) y Gabriel Barrós (director de comunicación). Cuatro nuevas cabezas en rodar que se unían a las de Antonio Couceiro y su consejo de administración (excepto David Villasuso), secretaría técnica, Rubén de la Barrera y Fran. La diferencia de algunos de estos nuevos ceses con los anteriores es la mala fe con la que operó Abanca, ya que la fecha elegida no fue una casualidad.

El jueves por la tarde Rocío Candal recibió la carta de despedido y el motivo aducido por el club fue “no ascender”. El Deportivo, que se quedó a un gol de la Liga F tanto en la liga regular como en la final del playoff, había terminado la temporada hace casi un mes (10 de junio), pero la decisión no se ejecutó hasta el 6 de julio. El motivo parece diferente porque entre ambas fechas Rocío Candal construyó el Deportivo Abanca 2023-2024 con bajas, renovaciones y cinco fichajes hasta tener a día de hoy una plantilla de 18 jugadores a la que le queda pequeños matices para cerrarse. También es curioso que siendo el argumento del cese el “no ascender” la entrenadora, Irene Ferreras, continúe en el cargo.

La historia se repite

Esta desleal forma de actuar del club coruñés no es nueva, ya que en 2021 ocurrió exactamente lo mismo. En aquella ocasión se consumó el descenso de Primera un 19 de junio y los despidos tuvieron lugar el 24 de julio en una comparecencia en directo de Couceiro. Entonces rodó la cabeza de Manu Sánchez (entrenador) y Pablo Pereiro, que además de ser gerente del club era el encargado de confeccionar la plantilla del femenino. Como ahora, las jugadoras para la siguiente temporada ya estaban cerradas y tras el despedido de Pereiro solo hubo un fichaje más: Charity Adule, que curiosamente fue la que denunció por racismo al siguiente técnico (Miguel Llorente, ‘absuelto’ tras investigación interna). Con el despido todavía caliente, Villasuso incluso le pidió consejo a Pereiro para elegir al siguiente entrenador.