Leicy, un pivote improvisado
Las ausencias en la medular obligaron a Manolo Cano a cambiar su sistema y tener que tirar de la colombiana como mediocentro defensivo
Leicy Santos se ha convertido en un pilar del Atlético en las últimas temporadas. La colombiana afronta su cuarta temporada como rojiblanca tras aterrizar en Europa en 2019 después de una serie de amistosos entre el conjunto colchonero y el Santa Fe que convencieron a la dirección deportiva del Atlético. Una pionera del fútbol femenino en su país y una de las líderes de su selección que en el Atlético se ha convertido en imprescindible.
En su primera temporada le costó algo más adaptarse al juego rápido de Europa. Pero la talentosa jugadora demostró toda su calidad cada vez que tenía el balón en los pies. Habilidosa, rápida, con regate, visión de juego y buen tiro, Leicy se ganó por méritos propios un sitio en el Atlético. De hecho, en su segunda campaña de colchonera jugó los 30 partidos ligueros, 25 de titular, y anotó cuatro goles. El año de su debut fueron 20 partidos, 16 como titular, y cinco goles. Su peso en el equipo fue aumentando y el año pasado ya fue una de las líderes. Sólo faltó a un partido y de los 29 que jugó 24 fue titular con cinco goles más.
En el nuevo proyecto rojiblanco, Leicy es fundamental. La cafetera ha jugado 13 de los 14 partidos disputados y todos ellos como titular. Ya sea con Óscar Fernández como ahora con la llegada de Manolo Cano, Leicy es inamovible del once. Porque cumple donde sea. Su calidad y visión le hacen brillar más de interior o incluso de media punta. Sin embargo, ante las ausencias de Irene Guerrero y Maitane, Manolo Cano le encomendó ser mediocentro y la colombiana no falló. Se fajó en el trabajo sucio, defendió y ayudó a la zaga y fue la primera en organizar el juego en un partido que se complicó con el gol de Mari José. Le tocó se un impovisado pivote y cumplió con creces...
Problema en la medular
Manolo Cano tiene un serio problema en el centro del campo. El entrenador se estrenó ante el Betis con un 1-4-3-3 en el que Irene Guerrero ejercía de pivote con Leicy y Banini de interiores para poner la creatividad y un tridente en ataque con Shei, Ajibade y Cardona. La ausencia de la sevillana junto a Maitane, también lesionada, obligó al técnico a cambiar el sistema y frente al Granadilla optó por un 1-4-4-2 con Leicy y Banini como mediocentros y Shei y Eva Navarro en bandas para reforzar el trabajo defensivo. Y habrá qué ver cuando puede recuperar a sus pivotes porque Irene Guerrero sufre una pubalgia que le ha dejado en el dique seco y dependerá de su evolución mientras que Maitane sufrió el pasado 26 de noviembre una lesión muscular en su gemelo que aún le mantiene fuera de los terrenos de juego. La otra opción es Virginia Torrecilla que ha jugado 21 minutos en lo que va de temporada en dos partidos frente al Alhama y contra el Sporting Huelva. La mallorquina sigue trabajando para coger ritmo después de dos temporadas prácticamente sin jugar.