Las futbolistas de Canadá, en huelga por los recortes y la desigualdad
La mítica capitana Christine Sinclair ha confirmado que no volverán a jugar con la selección hasta que se resuelvan los problemas de recortes presupuestarios e igualdad salarial.
“Hemos decidido tomar medidas laborales y, a partir de este momento, no participaremos en ninguna actividad de la Asociación Canadiense de Fútbol hasta que esto se resuelva”. Las futbolistas de la selección femenina de Canadá, oro olímpico en los Juegos Olímpicos de Tokio, han anunciado que paran, se van a la huelga por los problemas de recortes presupuestarios e igualdad salarial con su federación. “Ya es suficiente”, acompaña en su explicación su mítica capitana Christine Sinclair (Burnaby, 1983) en declaraciones a TSN. De esta forma, su participación en la She Believes, el torneo amistoso más prestigioso programado para este mes de febrero, no se daría.
El conflicto de jugadores y jugadoras con la Asociación Canadiense de Fútbol no es nuevo. El pasado junio de 2022 la selección masculina canceló su partido amistoso frente a Panamá por su disconformidad con los premios económicos acordados tras su clasificación al Mundial de Qatar y exigían ‘Equal Pay’ para sus colegas de la femenina, algo que no ha ocurrido. De hecho, en una hoja de presupuestos publicada por la propia Sinclair se puede apreciar que la cantidad fijada para la selección femenina ha sido prácticamente la mitad que la masculina.
Las jugadoras de Canadá, campeonas olímpicas en Tokio, han expresado en su comunicado que están “indignadas y profundamente preocupadas” por los recortes significativos en los programas del equipo nacional para 2023. Así, en un escrito en el que también hacen referencia al que sacarían sus compañeros, explican que con el mayor torneo de la historia del fútbol femenino, el Mundial de Australia y Nueva Zelanda, en el horizonte su preparación se está viendo comprometida por esta falta de inversión.
“A pesar de nuestro sólido historial de logros históricos durante más de una década, se nos sigue diciendo que no hay dinero suficiente para financiar adecuadamente nuestro programa. Llevamos más de un año negociando pacientemente con Canada Soccer. Las futbolistas tenemos que prepararnos para rendir a un nivel de categoría mundial sin el mismo nivel de apoyo que el que han recibido en los últimos años los futbolistas y con recortes significativos en nuestro programa, que simplemente nos las arreglemos con menos. Esta es una carga inaceptable para poner sobre los hombros de nuestros jugadoras, especialmente en el ciclo más crucial del equipo”, explican en el comunicado.
Además del histórico oro olímpico conseguido en Tokio, la selección femenina de fútbol de Canadá tiene en su palmarés dos Concacaf (1998 y 2010) y cuenta en sus filas con la mencionada Sinclair, máxima goleadora de la historia a nivel de equipos nacionales, o estrellas como Buchanan (Chelsea), Janine Beckie (Portland Thorns), Fleming (Chelsea) o Quinn (OL Reing), primera persona trans (no binaria) en ganar un oro olímpico.
Ninguna estará en la próxima She Believes, salvo que se resuelva la situación, en una demostración de unión entre todas las futbolistas de Canadá en su lucha por tener los mismos recursos que sus colegas hombres y la no aceptación de los recortes presupuestarios.
Respuesta de la federación
Como respuesta a los reclamos de las jugadoras de Canadá, en huelga, la federación emitió su propia declaración diciendo que tiene “un historial comprobado de apoyo al fútbol femenino”. “La equidad salarial para nuestra selección nacional femenina es el núcleo de nuestras negociaciones en curso con las jugadoras. Canada Soccer no aceptará ningún acuerdo sin ella. Es por eso que, después de meses de negociaciones con las jugadoras de nuestra selección nacional femenina y su asesor legal, Canada Soccer ya emitió un pago retroactivo de mutuo acuerdo”. Precisamente a eso contestó Sinclair con un pantallazo de los presupuestos de ambos equipos, masculino y femenino, en el que se veía que la inversión en el caso de las mujeres era prácticamente la mitad.