La revolución continúa
Las reclamos de mejores condiciones previos al Mundial dan paso a las desavenencias de las jugadoras de Italia o Alemania con sus entrenadoras.
Después del terremoto llega el tsunami. Si las semanas previas a este Mundial estuvieron marcadas por los conflictos en selecciones como la de Canadá, Francia, España o Sudáfrica, en las que se reclamaban mejoras de condiciones, el punto y final de la competición para determinados equipos nacionales no escapa de las turbulencias. Dos días después de caer en fase de grupos, las futbolistas de la selección italiana lanzaron un comunicado en el que cargaban, indirectamente, contra su entrenadora Milena Bertolini. Mientras, en Alemania se habla de las tensiones surgidas entre las jugadoras y el cuerpo técnico encabezado por Martina Voss-Tecklenburg...
“Siempre hemos dado la cara y asumido nuestra responsabilidad, pero esta vez nos gustaría expresar nuestro punto de vista. Se hicieron muchas declaraciones, pero la única que compartimos es la del “entendimiento” que se ha creado entre nosotras. Nunca tuvimos miedo, solo falta de confianza”, dice el escrito de las futbolistas italianas en clara referencia a la afirmación pospartido de su entrenadora, que alegó que las suyas habían tenido ese sentimiento ante Sudáfrica.
Encabezadas por su capitana Girelli, continúan con su depuración de responsabilidades y una acusación entre líneas: “Tenemos un bloque de 16 jugadoras de Roma y Juventus, que esta temporada hicieron algo importante en la Champions. Por eso, nos parece legítimo preguntarnos por qué esta selección, potenciada con jugadoras de otros grandes clubes y jóvenes talentos, tiene tantas dificultades primero en una Eurocopa (también cayeron en fase de grupos) y luego en un Mundial. Estamos convencidas de que podríamos haber conseguido resultados diferentes si hubiéramos tenido las condiciones para hacerlo”.
Por su parte, el histórico batacazo de Alemania, eliminada por primera vez antes de las eliminatorias, también ha provocado un terremoto en un vestuario en el que jugadoras como Leupolz, según Bild, sintieron “falta de coordinación” con Voss-Tecklenburg o no entendieron cuál era su papel sobre el campo. La entrenadora, no obstante, afirmó que seguirá al frente: “Nunca he escapado cuando las cosas se ponen difíciles”.
En otras selecciones como Argentina, que no pudo lograr su primera victoria en un Mundial y también se despidió en fase de grupos, futbolistas históricas como Estefanía Banini, que en su día encabezó la lucha por mejoras para las suyas y fue apartada, se han despedido del equipo nacional. También Bonsegundo, que vistió 14 años la Albiceleste y dejó una tarea por cumplir en su adiós: “No vamos a mentirnos, el fútbol femenino argentino sí que ha crecido, pero el resto creció el doble y seguimos detrás. Seguimos lamentando algo que a este ritmo va seguir costando alcanzar de verdad”.
Supuestos abusos sexuales durante el Mundial
Y al igual que ocurrió en los meses previos a la Copa del Mundo, la cita planetaria de Australia y Nueva Zelanda tampoco ha escapado de un supuesto caso de abuso sexual en Zambia, que disputó los tres partidos del grupo C, con Bruce Mwape, investigado por estos comportamientos, al frente del banquillo. Además, tal y como desveló The Guardian el jueves, el entrenador zambiano habría ejercido abusos sexuales también durante la propia disputa del torneo, en el que fue visto manosear los pechos a una de sus jugadoras.