Huerta de Aza: “Ojalá me quede hasta el último día”
La única arbitra española principal en Australia y Nueva Zelanda atiende a AS antes de su estreno en un Mundial.
El de pionera es un adjetivo que está acompañando a Marta Huerta de Aza (Palencia, 31-03-1990) durante toda su carrera, aunque ella rehúye. “No me siento así. Voy siguiendo a las que abren camino”, afirma a AS. La árbitra palentina, residente en Tenerife, es una fija en las grandes citas del fútbol femenino español y ahora está habituándose también a serlo a nivel internacional. Después de estar en la Eurocopa, ahora hace historia como primera colegiada principal española en un Mundial femenino. Está a la espera para su debut...
—¿Cómo recibió la noticia de que era mundialista?
—FIFA publica una lista con el nombre de las participantes y me enteré una hora y pico más tarde porque estaba en la piscina con mi hija y cuando salí tenía el móvil lleno de llamadas y mensajes. Hasta que no llega, por mucho que te lo esperes, no te lo acabas de creer. Y muy contenta porque es la máxima competición a nivel futbolístico.
—En 2019 fueron dos compatriotas como VAR, Sánchez Martínez y Del Cerro Grande, pero usted hace historia como árbitra principal...
—A España siempre le había costado llevar a una árbitra principal al Mundial, habían estado Yolanda Parga y Marisa Villa de asistentes. Estoy supercontenta de representar al Comité Técnico de Árbitros español.
—Igual que en la Eurocopa, la acompaña Guadalupe Porras Ayuso, ¿qué supone tenerla a su lado en estas citas?
—Aparte de compañera, es amiga y es un premio para ambas. Si lo hubiera soñado, no habría salido mejor. Son competiciones muy largas, estás mucho tiempo lejos de casa y alejada de tu familia y estar acompañada de alguien que, además de compañera, es amiga es muy importante.
—¿Qué sintió arbitrando el partido inaugural de la Eurocopa?
—Cuando acabó dije “ya me puedo retirar del arbitraje” porque con eso ya había superado todas las expectativas que tenía. Un partido inaugural es muy bonito, se abre la competición, el ambiente, mi familia estaba en la grada... Y salió todo bien. Ha sido el mejor momento que me llevo de mi carrera.
—¿Espera superarlo ahora en Oceanía?
—Es muy complicado. No me esperaba entonces pitar el inaugural de una Eurocopa y ahora me toca disfrutar el hecho de ir. Cada designación que nos llegue, a intentar hacerlo lo mejor posible para que haya otra más. Es cierto que no dependemos solo de nosotras mismas, porque también dependemos del papel de España, pero espero que hagamos un buen trabajo y ponérselo difícil a los que designan.
—¿Cómo es su día a día en una competición así?
—Nosotras viajamos el día 6 de julio, hacemos una preparación igual que la de los equipos con muchísimas prácticas de campo: jugadas, comunicación con el VAR, los detalles... Desde por la mañana madrugamos para entrenar, por las tardes tenemos clases teóricas, y ahí estamos deseando empezar la competición.
—¿Por qué empezó a arbitrar?
—En mi familia nadie había sido árbitro y fue por curiosidad. Conocí a un chico y una chica que eran árbitros y desde que puse un pie ahí supe que era mi lugar. Esto engancha y ya llevo más de media vida dedicada al arbitraje.
—¿Con el fútbol ya había tenido relación?
—No había jugado en equipos federados, es cierto que soy otra época y antes no había tanta accesibilidad a ellos. En Palencia no había, pero las pachangas de patio del colegio sí que me gustaban.
—¿En qué momento pensó que podía vivir de ser árbitra?
—Al final cuando dedicas tanto tiempo de tu vida a ello, y ves lo difícil que es compatibilizar tu profesión con tu hobby... Pues tu hobby, poco a poco, se va convirtiendo en tu profesión y ahí ya lo priorizas. Esto es un periodo corto de tiempo o lo vives ahora o esto ya no vuelve. Decidí arriesgar un poco y dejar la docencia y el año pasado tuvimos la suerte de que nos hicieran profesionales, ya tenemos contrato laboral y eso nos dio un respiro a las que llevábamos tiempo dedicándonos 100% al arbitraje y que sentíamos que nos faltaba ese respaldo. Como cuando me quedé embarazada y no recibí ningún ingreso del arbitraje. Esto nos da más seguridad para dedicarnos a ello.
—Tras el parón arbitral que realizaron en Liga F, ¿qué respuesta recibió de la opinión pública o la afición?
—Es cierto que se recibieron muchas críticas, pero quien lo quiso entender nos respaldó. Esto no iba de ser árbitras, jugadoras o entrenadoras, esto iba de ser trabajadores y tener nuestros derechos. Todo trabajador quiere tener un contrato laboral y solamente era eso lo que exigíamos. Creo que eso además enriquece al fútbol femenino, a la Liga española y era beneficioso para todas. Es apostar por dar un salto de calidad.
—Usted tiene formación VAR, pero acude como árbitra principal, ¿agradece contar con ese respaldo en los partidos?
—Me parece una herramienta muy útil y práctica en nuestra labor. Somos las primeras que no quieren fallar ni cometer errores que puedan determinar el resultado de un partido y tener ese colchón o red de seguridad, de saber que si hay algo que se te escapa, lo puedes ver, se agradece.
—En la Liga habrá que esperar...
—Sí, pero lo bueno es que nosotras ya estamos formadas. En el momento en que la Liga F diga que hay VAR ya estamos preparadas. Estamos certificadas. Es un desembolso económico muy grande, pero si queremos seguir evolucionando habrá que encararlo en el futuro.
—¿Se siente cómoda con ese adjetivo de pionera que le suele acompañar?
—Bueno, pionera dependiendo de con quién compares. No me siento así porque he visto a compañeras rompiendo techos. Tenemos a Stéphanie (Frappart) en Francia que no tiene límites y cada vez rompe un techo más. Yo solo voy siguiéndolas e intentando hacerlo lo mejor posible.
—¿Un deseo para este Mundial?
—Intentar disfrutarlo al máximo posible porque es una experiencia única y quedarme lo máximo posible. Ojalá hasta el último día, el 20 de agosto en la final y si no, a disfrutar del camino.
—Si pita la final no estará ahí la Selección española, ¿qué actuación le augura?
—España ha vivido una evolución espectacular, ya está entre las más grandes del mundo. Creo que harán un buen papel y llegarán lejos también.