Horan, la rabia de la ‘outsider’ que lidera a Estados Unidos
Única futbolista de la selección norteamericana que juega fuera de su país, contó en qué momento cambió el partido para ella: “El choque con Van de Donk... No me lo tomé bien”.
La tetracampeona sufrió su primer tropiezo en el Mundial ante Países Bajos (1-1) en la reedición de la final de 2019 en un partido en el que Lindsay Horan (Colorado, 1994) apareció a tiempo para rescatar un punto que sirve a Estados Unidos para conservar el liderato del grupo E. La última jornada, en la que las norteamericanas se miden con Portugal y las neerlandesas, con Vietnam, dictará sentencia.
Y ahí estará Horan para seguir liderando a las suyas. La centrocampista del Lyon, única futbolista de su selección que no juega en la liga de su país, ha marcado en los dos encuentros disputados y es el timón de un equipo que quiere coronarse por quinta vez, tercera consecutiva. Elegida primera capitana tras la baja de la mítica Sauerbrunn, es una líder nata y tiene mucho carácter.
Ella misma contó en qué momento cambió el partido ante las neerlandesas: un encontronazo con su compañera de equipo Van de Donk. “Ese choque provocó un cambio en mi cabeza. Ella siempre lucha con todo, lo hizo conmigo y no me lo tomé bien. Me calenté un poco y ella lo escuchó. Julie (Ertz) se me acercó en el área y me dijo: ‘Linds, por favor, no recibas otra tarjeta amarilla. Solo marca este gol para callar a todos’. Y eso fue lo que pasó”, explicó. Efectivamente, dos minutos después, hizo el empate. La outsider de Estados Unidos manda.