“España está bien... no hay nada extraño”

Aitana Bonmatí (Villanueva y Geltrú, 1998) llega como una de las estrellas de La Roja al Mundial de Australia y Nueva Zelanda. La centrocampista del Barcelona, que espera estar en la lista final de 23, disputaría su segunda Copa del Mundo. Reconoce que en Francia 2019 era una ‘rockie’ y que esta vez será diferente. Se siente preparada para jugar partidos grandes.

¿Cómo llega Aitana? ¿Con ganas de hacer historia?

Llego con muchas ganas, al final cada torneo es importante sea con la selección o con el equipo. Soy una jugadora ambiciosa y quiero jugarlo todo y dar el máximo de mí. Siempre mi objetivo es poder ayudar al equipo en lo que sea. Espero llegar a lo más alto.

Este de Australia y Nueva Zelanda será su segundo Mundial.

Es un Mundial diferente para mí a nivel personal porque en el primero venía un poco de ‘rookie’. Era joven y principiante, recuerdo que no tuve muchos minutos. En cambio, a esta cita llega una Aitana mucha más veterana, con mucha experiencia. Una que sabe jugar los partidos grandes. Espero, lo primero, estar en la lista de 23 y poder entonces dar lo mejor de mí.

¿Cómo está anímicamente Aitana y también el grupo después de todo lo pasado en los últimos meses?

El grupo está muy bien, no hay nada extraño. Todos aquí somos profesionales, y todos vamos a por el mismo objetivo. De nuestra boca no ha salido nada porque durante el año no hemos dicho nada, así que, nada, como nadie sabe del proceso, no va a ser menos ahora y no voy a dar ninguna explicación.

¿Entonces puede decirse que se ha hecho un borrón y cuenta nueva?

Con eso queda todo dicho. El proceso se ha llevado internamente y así se quedará. Se ha especulado mucho y se han dicho cosas que no son verdad. Todo el mundo es profesional y todo el mundo sabe a lo que viene. El grupo tiene que estar unido para poder alcanzar grandes cosas. Si no las cosas no salen, no se consiguen.

¿Cuánto le importan Aitana las críticas y lo que se dice por redes sociales? Hay muchas corrientes fuertes…

Lo llevo bien. Estaba claro que esto iba a llegar, ya está en el masculino desde hace tiempo. Y en otros deportes. A mí, sinceramente, lo que me diga la gente que está fuera todo de lo que yo vivo no me importa. No le doy ninguna importancia. Ya sé de quién tengo que coger las opiniones. No me importa…

¿A qué jugadora del Mundial le pediría la camiseta? Fleming (internacional canadiense y jugadora del Chelsea) dijo que se la pediría a usted…

Hay muchas jugadoras. Me parece increíble que compañeras piensen en pedirme la camiseta. Por esas cosas juego al fútbol. Cuando te valoran y te respetan compañeras de trabajo, eso es único. Se la pediría a muchas, no me puedo quedar con una. Cuando era más novata, en el Mundial de Francia, recuerdo que se la pedí a Rose Lavelle, de Estados Unidos. Me pareció que hizo un gran Mundial. En ese momento me fijé en ella. Pero ahora hay tantas, me parecería feo quedarme solo con una.

¿Cómo es jugar con Alexia, compartir campo y posición con la Balón de Oro?

Es muy fácil estar en el campo con Alexia, nos entendemos muy bien. Llevamos muchos años jugando juntas, al final cuando ves el juego de la misma forma, no solo con Alexia, todo es más fácil. Con Mariona, con Patri, este año con Walsh, con Pina, con Ingrid… son jugadoras con las que es muy fácil jugar. Aquí también las hay, en la Selección. Son futbolistas que leen el mismo fútbol. En la Selección seguro que hay matices, pero la idea de tener el balón es la misma.

¿Cómo es un día en la vida de Aitana?

Soy una jugadora que tiene muy claro lo que quiere, por lo tanto, tengo todas las cosas y aspectos en cuenta. Ya sea el descanso, la nutrición… El entrenamiento y también. el que hago yo por mi cuenta. Hago cosas extra fuera del club. Tengo mi fisio fuera del equipo, psicólogo, nutricionistas. Los actos de marketing, de la fundación que quiero dar protagonismo como el que tengo con ACNUR. Mi vida es muy ajetreada, pero intento focalizar todo en el partido que tengo el fin de semana. Eso es lo más importante. A partir de ahí lo intento cuadrar para poder tener mi tiempo, estar conmigo misma. Estar con mis amigos del pueblo, con mi familia… Tienes que manejarlo muy bien para que no te genere un estrés. Eso es algo que estoy aprendiendo. Soy una persona muy activa, no puedo pasar de hacer cosas. La gestión del tiempo y de qué hacer en cada momento es muy importante.

Entonces, ha tenido fases de ansiedad…

Hombre, claro, en el día a día de ser futbolista profesional, y más en los niveles en los que estamos, te diría que se disfruta, pero también se sufre. El querer estar siempre en la cima es una constancia inexplicable. Un saber y querer estar. Yo, personalmente, lo vivo muy a fuego. Vivir al máximo a veces me genera ansiedad, tensión. Dolores en el cuello, en la espalda. Ya estoy acostumbrada después de años en la élite.

Ya es reconocida mundialmente, casi puede decirse que es usted una estrella del fútbol femenino.

Sí, cada vez nos reconocen más por la calle. Para mí es un orgullo. Me complace mucho y me llena. Ser referente para niñas y niños, y para gente en general, es especial. Creo que me lo he currado. Detrás hay muchos años de curro, mucho trabajo. Esas cosas te llenan. Me gusta ver cómo compran la camiseta con mi nombre, como te piden fotos… yo intento devolver siempre el cariño que me da la gente.

¿Qué es lo que más recuerda ahora que está en la élite? ¿Qué trabajo oscuro le viene a la mente?

Cuando jugaba en las categorías inferiores del Barcelona tenía que ir y volver en bus. Y el transporte no es fácil desde mi pueblo hasta la ciudad deportiva del Barcelona. Me costaba una hora y cuarenta y cinco minutos ir, y una hora y cuarenta y cinco volver. Al principio iba con mi padre, luego ya empecé a hacer el viaje sola. Tenía que salir a las 17:00 de la tarde para entrenar a las 20:45. Llegaba a mi casa a las 00:30 de la madrugada. Ese trabajo en un momento me hizo pensar si valía la pena. En ese momento el fútbol femenino no era profesional. Hoy en día, gracias a eso, pienso que estoy aquí. Lo valoro mucho.

¿En algún momento pensó en tirar la toalla?

Esos momentos los he tenido, sí. Entonces era complicado tener un objetivo, no había fútbol femenino profesional. No sabía si esos esfuerzos, esos trabajos, iban a tener un final feliz. Dejaba muchas cosas atrás, iba cansada a todos lados, me costaba levantarme por la mañana para ir al instituto. A veces me causaba muchas dudas. Al final mis padres siempre han estado apoyándome y me han ayudado a seguir.

Ya estuvo muy cerca del Balón de Oro y brillar en un Mundial puede acercarla aún más…

No me gusta hablar de este tema, siempre intento dejar estos temas aparte porque lo que tenga que venir, vendrá. Soy consciente de que tanto yo como el equipo, el Barcelona, hemos hecho un año magnífico. Ahora estoy centrada en el Mundial y lo que tenga que venir, vendrá…