El éxito de María Pérez: “Las cosas no llegan porque sí”

Una apuesta con mucho futuro. Debutó en la Primera División en 2021 (19 años), en Champions League en 2022 (20) y, un curso después debuta en un Mundial con 21, tal y como lo hicieron Alexia Putellas (2015) y Aitana Bonmatí (2019). En el 64′, frente a Japón, se abrazó con Tere Abelleira y fue el primer cambio de España en octavos. No se esperaba estar entre las elegidas para viajar a Nueva Zelanda, se enteró de la convocatoria en casa junto a su hermano y rápidamente empezaron a llegar llamadas de sus familiares. Dice que su secreto para convencer a Vilda fue “darlo todo” desde la prelista y reconoce que “estar aquí es un privilegio”. María Pérez está creciendo a pasos agigantados y desde las antípodas muestra su fútbol a todo el planeta. Es una jugadora con gran futuro por delante y una apuesta personal de Jorge Vilda.

Seleccionador, cuerpo técnico y vestuario confían en el talento futuro de María Pérez y en sus cualidades para hoy ser parte de la Absoluta. Brilla en los ejercicios de posesión, de cerca resalta su trato con el balón, además de sus movimientos y lectura del juego. Entiende el fútbol desde el dominio del esférico y eso le hace especial. Al preguntarle sobre los consejos que le han dado las mayores, se ríe y menciona el de las capitanas: “que esté tranquila, que juegue como siempre, así salen las cosas”.

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Se define como “alegre, bromista y familiar”. El caso de María Pérez es el de una jugadora de éxito, que ha roto barreras antes de lo esperado. Una jugadora fina, con clase y estilo propio, que se ha pulido en diferentes canteras catalanas hasta llegar a Can Barça. “Jugué en La Roca y en la Damm”. De ahí guarda grandes recuerdos y un detalle que cambió su carrera para siempre: “Mi entrenadora de la Damm es la persona que nunca dudó de que llegaría lejos, tenía mucha confianza en mí y me cambió de posición, me descubrió como ‘6′, antes jugaba de mediapunta”.

Una Busquets en la Selección

Jorge Vilda no titubeó al explicar su inclusión en la lista. “Es una apuesta personal. Es lo más parecido a Busquets que tiene el fútbol femenino español”. Cuando María escucha esas palabras desde Wellington, mostrando una sonrisa nerviosa y un brillo especial en sus ojos, confiesa que está “agradecida, muy agradecida, aunque a mí las comparaciones no me gustan mucho”.

Explica que “el fútbol del Barça es muy específico” de ahí la similitud y elogia con admiración a uno de sus maestros. “Ojalá parecerme un poco, un cuarto, la mitad de lo que es Sergio Busquets”. No rehúye la comparación con jugadores masculinos pero tiene muy presente que las máximas referentes que puede encontrar juegan con ella. “¿Una jugadora con la que enfrentarse en el Mundial? Keira Walsh. ¿Una referente en España? Patri Guijarro”. En menos de doce meses ha pasado de ser la alumna aventajada de sus dos compañeras del Barça a una jugadora reconocida internacionalmente. “Las cosas no llegan porque sí, este año ha sido un gran año que voy a recordar toda la vida, no era consciente pero ahora lo estoy empezando a ser”.