Donde hay que estar
Ser y estar. Esa era la cuestión. La Selección española tenía una misión de obligado cumplimiento sobre el césped del Eden Park y la realizó. La Roja, por posición en el ranking FIFA y eso de tener a un puñado de las mejores futbolistas del mundo, es una de las ocho mejores del planeta. Estar en cuartos de final era lo mínimo exigible. Y más enfrentando unos octavos asequibles ante una Suiza, 20ª del mundo, que solo había ganado un partido en todo el 2023. Está, efectivamente, donde hay que estar.
Como estuvo Aitana Bonmatí en el interior del área para recoger un balón de Alba Redondo, colocárselo para el golpeo con la zurda y hacer el 0-1. Como lo estuvo la propia delantera manchega para mandar a la red el envío desde la banda izquierda de Ona Batlle en el 1-2. Como estuvo Irene Paredes ante los medios de comunicación en el momento que hubo que dar la cara. Donde había que estar.
Hoy la España que madruga fuimos todas, poniendo el despertador para ver a Cata Coll debutar con la Absoluta como titular en unos octavos de final. Para ver a Teresa Abelleira brillando de nuevo en el centro del campo. A Codina reponiéndose de su autogol marcando a Thalmann. A La Roja haciendo historia. Está en cuartos por primera vez. Ahora empieza lo bueno. Es el momento de hacerse grandes.